Sin Darnos Cuenta romance Capítulo 47

Le veo desplazarse por el jardín yendo a saludar a cada uno de los invitados, y sus pasos elegantes me transportan a otro mundo. Definitivamente, soy un tipo con mucha suerte. Me encanta verle así de feliz y el que Fernando este aquí sé que significa muchísimo para ella; es su ídolo.

—Amigo, cierra la boca que te entrara algún insecto.— Bromea Marco y rio.

—Es demasiado bella, y el embarazo le luce de maravilla.— Le replico y me da un pequeño golpe en mi espalda.

—Pensar que han vivido tantas cosas juntos y ahora están formando una familia.— Comenta y sé que lleva muchísima razón.

Le miro un instante y asiento —Y yo buscando el amor por otro sitio... vaya jugada del destino.— Le digo reflexionando acerca de mi propia vida.

[...]

Las horas van pasando entre música, bocadillos, la cena, y conversaciones agradables con los invitados, pero yo no puedo más de las ansias. Necesito mostrarle su regalo...

—Cariño, ven.— Le pido cuando nos encontramos una vez más terminando de bailar una canción en el medio de la pista.

—¿A dónde?— Pregunta algo confundida y le sonrió.

Lentamente me acerco a su oído —Quiero darte tu regalo de cumpleaños... Aun no te hare irte de la fiesta, aunque muero de ganas, lo admito.— Le susurro haciéndole reír.

—Vale, vamos...— Accede y sin soltarle de la mano hago que vayamos hasta nuestra mesa.

Puedo notar la manera tan extraña que me mira al verme buscar el tubo de plástico. Puedo imaginarme lo que está pensando y preguntándose a si misma si lo que le regalare será un poster o que.

—Quiero que sepas que si no te gusta podemos cambiar cualquier detalle. También quiero que sepas que no es que no haya querido tomarte en cuenta, solo quería que realmente fuese una sorpresa.— Explico y finalmente le entrego su regalo.

Con muchísima confusión, ella abre el tubo y lentamente comienza a sacar lo que es el plano de nuestra casa. Abre el plano completamente sobre la mesa y se lo queda mirando totalmente sorprendida para luego mirarme a mí. —¿Esto es cierto?— Me pregunta con un hilo de voz y con sus ojos totalmente cristalizados.

—El terreno esta frente al mar y mi padre ha sido quien ha diseñado la casa junto con mi hermana. Puedes cambiarle lo que quieras, apenas comenzara la construcción en unos días. Le he dicho a mi padre que incluyera un gimnasio, un estudio de arte, un área de juegos para nuestros hijos, un área cubierta en el jardín, y una oficina para ti y tus proyectos. Espero que te guste; claro que puedes cambiar toda la decoración, tu también eres experta en eso...— Le explico mostrándole cada parte de la casa de dos pisos que comenzara a construirse pronto.

Permanece en silencio por algunos cuantos minutos mientras observa cada detalle y luego me mira a los ojos. Esta a punto de llorar y solo espero que sea de felicidad... —Es perfecta...— Dice en un susurro y voltea hacia mi para abrazarme de una manera que me deja saber que le ha gustado mi sorpresa. —¡Gracias! Esto es demasiado...— Comenta sin soltarme y tan solo puedo acariciar su cabello y abrazarla con mucha mas fuerza.

—Es solamente lo que mereces. Te juro que no veo la hora de que vivamos allí.— Le digo y la suelto tan solo un poco para poder mirarla a los ojos. —¿Tú sabes lo feliz que me haces?— Le pregunto mientras acaricio su rostro.

—Supongo que igual de feliz que tu me haces a mi Franchesco...— Replica robándome la sonrisa más grande del mundo.

—Siempre me haz hecho feliz.... Como amiga, como amante, como novia, como futura esposa, como la madre de mi hija... sé que me seguirás haciendo feliz como mi esposa y como la abuela de mis nietos. — Digo y rio ante esto último.

—Tú a mi...— Responde y comienza a besarme de la manera mas dulce y sensual que puede, haciendo que los invitados de la fiesta comiencen a aplaudir ante tal espectáculo.

Reímos sobre nuestros labios y nos miramos de manera cómplice —Creo que la fiesta debería ir terminando, ¿no?— Le pregunto pícaramente y asiente.

—Sería de muy mala educación escaparnos, pero si se terminara el alcohol y la música creo que se irían todos...— Propone y debo reír de lo bien que conoce a los invitados.

—Daré la orden de que dejen de repartir alcohol y que pongan música aburrida...— Planeo y me encanta que a pesar de toda la seriedad de nuestra relación; en el fondo sigamos siendo esos dos amigos tan cómplices que éramos.

[…]

17 de diciembre

He perdido la noción del tiempo anoche mientras me perdía en su cuerpo... En estos momentos solo sé que le siento moverse en la cama. Abro los ojos y le veo mirarme tímidamente —Hola amor, siento el haberte despertado...— Me dice tímidamente y sonrió.

—Ya estaba despierto. — Informo y me acuesto de lado para llevar mi mano sobre su abdomen y acariciar a nuestra bebé. —¿Te sientes mal?— Pregunto algo preocupado y niega.

—No, es solo que es muy extraño lo que me sucede, pero, siento que se mueve.— Me dice causando que sonría ampliamente.

—¡¿De verdad?! ¿Y que sientes? — Pregunto con mucho entusiasmo.

Debo parecer un idiota, pero cada pequeña cosa relacionada con nuestra hija me causa una sensación de felicidad muy difícil de controlar —Mmm... no sé cómo explicarlo, pero lo más parecido que encuentro es como si tuviese un pececito nadando dentro de mí. — Dice entre risas.

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