Solo Una Noche [#1 Trilogía Infierno] romance Capítulo 10

DANTE

Después de haber recibido el informe con toda la información detallada de la hermosa mujer que me traía vuelto loco, estaba impaciente por leerlo, pero lo dejé por un momento a un lado, ya que no tenía tiempo. Tenia que arreglar primero los asuntos de la organización.

Ese día que termine con los tipos que tenía que interrogar y después de haber acabado en la boca de Tamara. Los chicos y yo fuimos hacer lo acordado con lo del cargamento, les pusimos una trampa a los rusos que solían ser nuestros aliados, con el fin de tomar más poder. Los interrogamos al igual que los otros tipos del clan diferente, y al igual dijeron lo mismo que la mafia Alemán estaba detrás de todo esto.

Aún se me hacía difícil creer pero probablemente era verdad, ya que eran nuestros enemigos de toda la vida. Pero no entendía cual era el motivo, ya que yo no me había metido con su gente desde que yo tomé el lugar, los conflictos con ellos se habían calmado hace muchos años, y mientras uno no se metía con el otro cártel todo estaba bien.

Como se habían inmiscuido en mis asuntos, ellos solos firmaron su muerte con el Diablo. Así que estaba planeando con mi equipo un ataque hacia los Alemanes, pero aún no teníamos bien claro por dónde atacar. Mande algunos de mis hombres a investigar información de ellos, ya sea si tenían puntos débil.

Tenía entendido que la cabeza de la organización Alemana era Lionel Bachman y era estaba encargado de una mafia muy grande, llevaba años siendo el jefe, aún no sabía si era un linaje o si él la había formado. No tenía muchos datos de ese cártel y no era porque no me importara, sino porque no había tenido tiempo ni necesidad de investigar, hasta ahora que era muy necesario.

El informe de investigación de Esmeralda lo pude leer después de unos días de haber resuelto todos mis asuntos pendientes. Ya estando en mi habitación de mi casa en Italia y más tranquilo todo el ambiente, lo leí.

Lo que investigo Charlie de ella, fue que decía que su nombre completo era Lillie Watson, estudiante de medicina en una facultad prestigiosa de la cuidad, 19 años, (con razón se miraba tan joven, pero de cuerpo era completamente de una mujer bien proporcionada) a trabajado en una cafetería durante unos meses, y después cayó en el club de Julie, actualmente tiene más del año allí, (trabajo que haré que deje pronto.) Tenía que ser mía y no podía dejar que siguiera con ese empleo en ese sitió, de ninguna manera iba a permitir que otros hombres la siguieran viendo en poca ropa, solo yo podía hacerlo. Tenía también una familia, una madre que quedó viuda antes de que ella naciera (algo sospechoso, después lo investigaría) también decía que estaba muy enferma de cáncer, además tenía una hermana mayor y una sobrina pequeña que era de ella. Eran de bajos recursos y por ese motivo su hermana había dejado de trabajar y por eso ella había tomado el empleo en el club.

La información está muy detallada y completa de toda su vida durante estos 19 años. Iba a hacer que Charlie investigara también de su madre y hermana por su había algún secreto oculto, ya que me había intrigado que la señora había quedado viuda cuando estaba supuestamente embarazada de Lillie, y le había puesto sus apellidos de soltera, en cambio su otra hija si tenía los apellidos de ambos padres y no solo eso, en el informe habían cuatro fotos de cada una de sus rostros y en el notaba que Lili no se parecía a su hermana, y en su madre si había algo de parecido.

La hermosa Esmeralda era rubia de ojos verdes con mucho resplandor, en cambio su madre y su hermana eran castañas con ojos con el mismo tono, solo que la señora tenía algunos rasgos parecidos a Lili. Como yo era muy curioso y cuando me llamaba la atención algo, no lo dejaba escapar hasta averiguar la verdad. Y como todo lo relacionado con esa chica me intrigaba, no lo podía dejar escapar.

Iván y los demás me habían dicho que había perdido el juicio en mí, que ya no pensaba razonablemente por querer a toda costa a esa chiquilla. Y se que tenían razón, ya había perdido cualquier argumento referente a ello, no pensaba bien, yo deseaba tenerla a mi merced y poseerla como quisiera.

Pero la chica era difícil y brava, de solo recordar cuando la besé la primera vez y me mordió, no voy a negar que eso me prendió más. Todo en ella me encendía y me hacía anhelarla más y más.

Cuando me encontraba de vuelta en Nueva York, lo primero que hice fue ir a buscarla. Ni de Edgardo me salvé, también me reclamó igual que el hijo, pero como a mi nadie me daba órdenes los mande al carajo. Ya están en las instalaciones de la universidad, mande a mis hombres en busca de ella, les pedí que no la tocarán, que la hicieran convencer de que los acompañara al auto sin tener que forzarla. Y es que quería que agarrara confianza y no tuviera miedo, sino se me iba a complicar lo que estaba dispuesto a proponerle.

Ya teniéndola conmigo, los dos encerrados en mi auto y poder hablar y llegar a un acuerdo que nos favorecieran a ambos, podía aprovechar para hacerla entrar en razón, estaba al tanto de su necesidad por el dinero y podía jugar con ello para que cayera. Sabía que no iba hacer fácil pero algo me decía que tarde o temprano iba a caer, me encontraba con la fiera a pocos centímetros, no dejaba de verla. Esos hermosos ojos al igual que sus exuberantes pechos, desde que los vi por primera vez los deseé como loco, y no deja de pensar en ellos.

— Con esto confirmo que estas completamente loco — despotrica — Eres un arrogante e imbécil.

— Gracias por el cumplido. — sonrío con descaro.

Ella resopla molesta, lo puedo notar en su bello rostro.

— No me interesa tu trato, ni nada que le parezca — anuncia — Así que déjame ir, no estoy de ánimos para aguantar a un tipo soberbio.

Y sigue insultando, pero no le tomo importancia, al parecer no soy de su santo devota, pero puedo comprender porque empezamos mal. Tengo que hacer cualquier cosa para convencerla, pero no sé que pueda funcionar. Tal vez sí intento comenzar desde cero, solo para que caiga. No suelo ser amable y mucho menos con las mujeres. Pero tengo que hacer algo.

— De acuerdo — asentí — Empecemos de nuevo, hagamos como que nos acabamos de conocer y que no ha pasado nada.

Tengo que fingir para que agarré confianza y ahí será cuando yo me aproveche.

— Sigue sin interesarme nada de usted — niega — No me hará cambiar de opinión — se cruza de brazos.

Gruño irritado, está mujer me exaspera y me excita a la misma vez. Paso mi mano por la cara y mi cabeza,  es mucho más difícil de lo que pensé.

— No te estoy pidiendo permiso, te lo estoy ordenando — digo entre dientes.

— Sabía que no tenía intenciones buenas — contraataca — Tú no eres de confianza.

Y sigue.. tengo que pensar en algo para convencerla, quizás con lo de su madre.

— Para que veas que soy generoso, te daré un poco de tiempo para que lo pienses bien — tenía que intentar de alguna forma.

Ella no dice nada, parece como si lo estuviera considerando. Pero después de unos minutos rompe el silencio para hablar.

— Debo irme — dice — ¿Era todo lo que me querías decir?

Sigue con su mismo mal humor. Intenta abrir la puerta pero no lo logra por el seguro.

— Yo te llevaré.

Sin esperar respuesta o algún reclamo de su parte, enciendo el auto para dar marcha al camino hacia su casa. Ella no me había dicho donde era y a donde iría, pero con toda la información que tenía, todo lo sabía. Después de unos minutos llegamos a un vecindario humilde, pero se miraba decente. Estacionó enfrente del edificio, son lugares de construcción media, al parecer cuentan con algunas viviendas que comparten el inmueble.

Se nota irritada, se que es porque no la deje marcharse. Vuelve a intentar abrir la puerta para salir, pero al darse cuenta de que no logra su objetivo, bufa furiosa y se gira hacía mí para verme nuevamente.

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