Solo Una Noche [#1 Trilogía Infierno] romance Capítulo 18

LILLIE

Me había dejado desconcertada con toda su falda actualización. Mi familia se había creído toda la amabilidad que les había demostrado. Y más se encontraban alucinando por él. Por ese lado las comprendía, podría decir que en alguna otra ocasión también paso conmigo, pero no tenía que dejar que eso volviera a ocurrir.

No podía darle gusto en lo que él quería, si lo hacía creía que tenía todas las de ganar conmigo y pensaría que ya me tendría comiendo de su mano. Tenia que pensar con inteligencia y astucia.

Necesitaba hacerlo ya que todo esto me estaba confundiendo. No podía creer que en tan poco tiempo que tenía de haberse ido, ya lo comenzaba a extrañar, era algo estúpido, y sin sentido, pero algo en mí estaba cambiando.

Tenía un dolor de cabeza por no haber dormido muy bien, mi mente no dejaba pensar en él. Y no logré conciliar el sueño. Mi hermana me había dado algo para el dolor, me encontraba con ella en la cocina, preparando el desayuno. Hoy era domingo y no trabajaba, así que le tocaba cocinar.

— ¿Todo bien? — le pregunto cuando la noto distraída.

— Sí, porque no lo debería de estar — dice intentando mostrar seguridad.

— Será porque veo que estás algo distraída, acabas de colocarle azúcar al té de mamá, y ella no debe comer cosas dulces.

— ¡Rayos!, lo olvidé, solo es eso — responde, mientras intenta arreglar lo que hizo.

— Hermana, aquí estoy para escucharte. Si tienes algo que te preocupe, o cualquier problema, sabes que puedes contar conmigo.

Ella no dice nada más, solo asiente con la cabeza, sin mirarme y siguiendo con su tarea. No creo que estuviera preocupada por mamá, ya que ella iba respondiendo muy bien al tratamiento. No quiero pensar que lo que la tenga así tenga que ver con su ex, con el padre de Sandy.

Ese tipo había desaparecido por completo, como si la tierra se lo hubiera tragado, y no era de extrañarse, ya que el sujeto era un vil delincuente, traficante. Eso tal vez quería decir que estaba encerrado en la cárcel, o probablemente hasta muerto. No es que le deseará el mal, pero era preferible que así fuera, ya que así no volvería a buscar a mi hermana y mi sobrina.

En algún momento lo hizo, al principio. Había dicho que estaba arrepentido, pero si no hubiera sido porque mi madre y yo no soltamos en ningún momento a Alex, ella ya le hubiera creído y quizás ahorita estuviera con él, en quien sabe dónde.

Fue muy difícil ayudarla y sacarla de ese gran bache. Ella no puso de su parte al principio, pero cuando estuvo apunto de caer hasta el fondo, se dio cuenta, antes de que fuera demasiado tarde. Y no solo pensó por ella, sino también por Sandy. Mi hermana había sabido salir adelante, y si volvía a donde mismo, probablemente podría volver a recaer.

Tengo que solucionar esto, estar segura de que ella no estuviera guardando algo relacionado con el tipo ese. ¿Pero cómo le puedo hacer?, claro lo tengo, ya sé a quién pedirle el favor, aunque me este arriesgando a que me pida algo a cambio, debo hacerlo por mi hermana, tengo que estar segura de que ellas estarán a salvo.

Le envió un mensaje a Julie, pidiéndole el número del Diablo, ya que no lo tenía, y estoy segura de que ella si lo tenga o sino, que lo pueda conseguir.

Acerté, ella tenía su número, pero me dijo que era privado, ya que no era fácil de conseguirlo y que solo los más apegados a él lo tenían. Ella lo había conseguido con ese tal Edgardo.

Marque el número que me pasó, después de sonar varias veces, que parecía que no iban a responder, me iba a dar por vencida, cuando de repente tomaron la llamada.

— ¿Por qué haz llamado? — atiende una masculina y dominante voz, en un tono grosero.

Eso me confirma que le molesto que le llamará o quizás me confundió con alguien más.

— Soy Lillie…

— Lo sé — masculle, ¿qué le sucede? — Dime en qué te puedo ayudar, y que sea rápido. — lo noto molesto y distante.

Tome aire, y junto el valor que no tengo para decirle motivo de mi llamada, tenía que dejar mi orgullo a un lado y tener paciencia para hablar con este bipolar engreído.

— Diablo, llamo para pedirte un favor — el sonido de mi voz es carente de emociones.

Me estaba metiendo en un laberinto sin salida, yo misma estaba cayendo ante él.

— ¿Qué  favor?

— Necesito de tu ayuda para dar con alguien. — guarda silenció.

— ¿Y por qué crees que yo podría ayudarte ha algo así? — cuestiona.

— Se que tú eres el indicado para hacerlo, eres un mafioso, y la persona que quiero que me ayudes a localizar también tiene que ver con el narcotráfico.

— Esta bien, solo necesito saber más información y de que se trata todo eso que quieres saber, y de un tipo así. ¡Ha otra cosa!… — hace una larga pausa y después prosigue — ¿Yo que me ganaría por ayudarte?

Hace la pregunta que tanto temía que hiciera, sabía que no iba hacer así de fácil, algo me decía que iba a querer algo a cambio y que mejor lo que me había ofrecido al principio. Tarde o temprano iba a terminar de aceptarlo, ya que él había pagado para la operación y el tratamiento de mi madre. Y solo estaba esperando a que me llegara a cobrar, pero se había tardado en volverme a pedir algo a cambio.

— Aceptaré el trato.

— ¿Cuál trato? — se que finge no recordarlo.

— Acepto la propuesta que me habías ofrecido por dinero, estoy dispuesta a darte de mí lo que más quieres — un silencio, solo se escucha su respiración profunda.

— Perfecto. El viernes, mandaré por ti. Trae ropa para un día. El sábado por la tarde estarás de regreso en tu casa. Ya que tengo asuntos pendientes por la noche.

— Esta bien — dije en un susurro, sentía como si mi corazón se apretara ante su indiferencia en sus palabras.

— Si ocupas más dinero, dime y dame un número de cuenta para enviarte más, lo más pronto posible.

— No quiero dinero, y aún te debo.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Solo Una Noche [#1 Trilogía Infierno]