Sortilegio romance Capítulo 14

El día de ayer en la noche Samanta planificó las actividades para el día de hoy. El itinerario para el día de hoy quedó de la siguiente manera: primero visitarán el zoológico de Honolulu, luego de ir al zoológico irán a almorzar y durante la tarde visitarán el acuario, el día lo terminaran como lo ha hecho los últimos días, irán a cenar juntos y pasarán por el bar del hotel antes de regresar a sus respectivas habitaciones.

Samanta se levantó muy emocionada por el maravilloso día que le espera al lado de Maximiliano. Se levantó muy temprano, se fue a bañar, se cambió y maquilló un poco. Cuando ya se encontraba lista llamó a su hermana para platicar con ella mientras se hacía la hora de que Maximiliano pasará por ella para irse.

—¿Qué tal todo por allá? —le preguntó Samanta a su hermana.

—Todo está muy bien, tú no te preocupes por la empresa. Entre papá y yo nos estamos haciendo cargó de todo.

—Me alegra escuchar eso. Estoy pensando en adelantar mi regreso a casa.

—¿A qué se debe eso?

—Siento que al irse Maximiliano de aquí, esté lugar solo me hará pensar en lo que pudo y no fue.

—Te entiendo, pero yo considero que deberías descansar la otra semana. Podrías simplemente ir a la playa y museos. Mi ex cuñado odia los museos así que no creo que sea un lugar que te lo vaya hacer recordar.

—En eso tienes razón y creo que me hará bien unos días a solas para poder pensar en todo lo sucedido, para sanar.

—Lo que me parece tan curioso es el hecho de que te quieras regresar solo porque él lo hará.

—Fue un impulso, supongo que su compañía me ha hecho bastante bien y es por esa razón que pienso no podré seguir disfrutando de este lugar sin su compañía.

—Creo que alguien se está enamorando —le dijo Margot a su hermana con voz burlona.

—Solo es un muy buen amigo nada más.

—Si tú lo dices yo no discutiré hermanita, sigue disfrutando de su compañía y luego disfruta de tú tiempo a solas.

—Así lo haré.

En eso se escuchó que alguien llamaba a la puerta. Rápidamente Samanta se despidió de su hermana, tomó su bolsa y salió. Abrió la puerta y se encontró con Maximiliano. Salieron del hotel juntos para iniciar su día juntos. Primero visitaron el zoológico en ese lugar la pasaron increíble paseando y observando a los animales que ahí se encuentran. Después de haber disfrutado de la visita al zoológico fueron a comer a un restaurante que estaba ubicado cerca del lugar. Al llegar les dieron una mesa, tomaron asiento y ordenaron su comida, decidieron ponerse a platicar después de eso.

—¿Cómo te sientes en el paseo hasta el momento? —le preguntó Samanta a Maximiliano.

—Todo ha estado de maravilla, es usted una excelente planeadora de actividades —le respondió él.

—Me halaga con sus comentarios, pero quiero decir que espero que usted planee las actividades para el día de mañana.

—Si usted así lo quiere así será, desde ya le advierto que no soy tan bueno en eso de planear itinerarios, luego no se vaya a quejar.

—Le aseguro que no lo haré —le respondió ella.

En eso llegó su comida, disfrutaron de los platillos que habían ordenado y seguidamente salieron del lugar con dirección al acuario. Pasaron la tarde disfrutando de ese maravilloso lugar. Al salir de ahí se dirigieron hacia un restaurante que queda cerca del hotel para cenar. Cuando ya habían terminado de cenar se dirigieron hacia el hotel. Estando en el hotel decidieron ir al bar antes de subir hacia sus habitaciones.

—Esté ha sido un día maravilloso a tu lado —le dijo Maximiliano a Samanata.

—Lo mismo digo, no puedo pensar en una mejor compañía para disfrutar de este mágico lugar —le dijo ella.

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