Sortilegio romance Capítulo 20

La firma de contrato se realizó de manera rápida. Samanta estaba muy feliz de ver cómo todo estaba saliendo de la mejor manera, tanto así que lo primero que hizo cuando salió de la oficina del notario fue llamar a una compañía de mudanza para cambiarse ese mismo día hacia su nuevo departamento.

Cuando ya había llamado a la compañía de mudanzas y había contratado sus servicios, pensó que sería bueno avisarle a su hermana Margot para que vaya terminando de empacar lo que hace falta.

—¡Buenas hermanita! Solo llamó para informarte que ya tengo un nuevo departamento.

—¡Qué emoción! Espero que estando ahí Fernando deje de molestarte —le dijo Margot.

—Yo espero lo mismo, bueno, ahora lo importante es que también ya contrate el servicio de mudanza, por eso te estoy llamando, quiero pedirte que vayas avanzando en empacar las cosas que hacen falta, en lo que yo arreglo algo y llegó ahí.

—Como siempre, puedes contar con mi ayuda. En este mismo momento me pondré manos a la obra —le dijo Margot.

Al terminar la llamada con su hermana, Samanta se dirigió hacia la empresa de Maximiliano para hablar con él. Al llegar le dijo a la secretaria que quería ver a Maximiliano, ella le pidió que le diera un momento y se dirigió hacia el interior para informarle a su jefe de la visita.

—Señor, afuera se encuentra la señora Samanta, quien quiere hablar con usted ¿La hago pasar?

—En este mismo momento, hágala pasar —le dijo Maximiliano muy emocionado.

La secretaria de Maximiliano salió de la oficina y le informó a Samanta que podía pasar a ver a su jefe.

—Con permiso —dijo Samanta al ingresar a la oficina de Maximiliano.

—Pasa adelante, toma asiento —le dijo él, un poco nervioso.

Cuando ya se encontraban ambos sentados, comenzaron a conversar. Aunque le emocionaba mucho el hecho de que ella se encuentre en su oficina, sentía extraño el hecho de que ella haya ido a verla.

—Me da tanto gusto el hecho que hayas venido a visitarme, pero al mismo tiempo me da mucha curiosidad saber la razón que te motivó a venir —dijo Maximiliano a Samanta.

—Quiero contarte que compré un nuevo departamento y estoy planeando mudarme lo más pronto posible para ahí.

—Me da mucho gusto escuchar eso, pero no creo que hayas venido hasta aquí solo para comentarme eso.

—Estás en lo cierto, no vine hasta aquí para comentarte solamente eso, sino que para darte las gracias, ya que de alguna manera colaboraste para que todos los trámites se realizarán de manera rápida.

—Yo, no hice nada para que consiguieras ese departamento —le dijo Maximiliano haciéndose el desentendido.

—Si lo hiciste, aunque no lo quieras admitir. El encargado de los edificios te echo de cabeza sin querer. Pensó que yo ya estaba enterada de tu intervención.

—Enserio me hubiera gustado que jamás te enterarás de eso —le dijo Maximiliano a Samanta.

—No entiendo por qué no querías que me enterará de tu intervención, pero ya que lo hice, quiero agradecerte, quisiera poder pagarte de alguna manera tu ayuda.

A Maximiliano se le ocurrió que sería la excusa perfecta para invitarla a salir. Ya que podría decirle que aceptar una cena seria su manera de agradecerle.

—Hay una manera en la que podrías agradecerme mi ayuda. Aceptando ir a cenar conmigo mañana.

—Eso más bien parece un premio para mí, pero si con eso haré que sientas mi agradecimiento. Claro que acepto tu invitación. Nos vemos mañana —le dijo ella mientras se ponía de pie.

Ambos se levantaron de los sillones, Maximiliano la acompañó hasta el ascensor. Cuando ella ya se subió al ascensor, él regresó hacia su oficina para llamar a Margot y pedirle que le ayude a preparar todo para mañana en la noche.

—He invitado a tu hermana a cenar mañana en la noche, quiero aprovechar esa cena para pedirle que sea mi novia ¿Puedes ayudarme con eso?

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