Sortilegio romance Capítulo 9

Samanta se levantó muy temprano, tiene los nervios a todo lo que da. Tomo una larga ducha y se puso ropa cómoda. Cuando ya se encontraba totalmente lista, salió de la habitación y se dirigió hacia la habitación donde se encontraba su hermana Margot. Toco a la puerta y paso adentro.

—¡Buenos días! ¿Qué tal te sientes? —le pregunto Margot al verla ingresar a la habitación.

—Estoy muy nerviosa, en verdad no puedo creer que ya haya llegado el gran día.

—Yo tampoco lo puedo creer, espero que no te vayas a echar para atrás.

—Claro que no lo haré —le dijo Samanta.

Seguidamente cada uno se dispuso a empacar sus cosas, ya que debían irse hacia la hacienda donde se llevaría a cabo el matrimonio civil. A pesar que sabía que no llegarían a la boda eclesiástica, tomo ambos vestidos para no levantar sospechas. Se supone que luego de la boda civil, pasaría el sacerdote al altar para oficiar el matrimonio religioso. Ella había enviado a una persona de su total confianza a avisarle al sacerdote que el matrimonio se cancelaba ya que no quería que el perdiera de cubrir algún otro evento por ir a un lugar donde no habría boda.

Samanta y Margot salieron casi al mismo tiempo de sus habitaciones, bajaron hacia el parqueo del edificio y subieron sus cosas al vehículo.

Luego de eso ambas se subieron y salieron rumbo a la hacienda “Las Margaritas”.

Cuando llegaron al lugar, las amigas de Samanta incluida Jazmín ya se encontraban ahí.

—Amiga, no estábamos preocupando.

—Pensamos que te habías arrepentido a última hora.

—¿Por qué pensaron eso? —les pregunto Samanta.

—Es que ya es tarde y no llegabas.

—Esa es mi culpa —dijo Margot— me perdí un poco.

—Se entiende, ya tienes algunos meses fuera del país.

—Pero no perdamos más tiempo, te están esperando para peinarte y maquillarte.

Todas se encontraban muy emocionada con la llegada de Samanta, todas menos Jazmín. Ella estaba rogando porque le hubiera pasado algo a Samanta o que se hubiera echado para atrás. Jazmín sentía que Samanta no se merecía a Fernando y le enojaba el hecho de que, a pesar de todo, él nunca la haya dejado teniéndola a ella.

—¿En qué piensas tanto? —le pregunto Margot a Jazmín.

—Nada en especial —le respondió Jazmín.

Margot sabía que algo tenia inquieta a Jazmín, solo esperaba que no fuera a pasar nada antes de que ellas pudieran poner en marcha su plan. Seguido de eso ambas ingresaron a la habitación donde se encontraban peinando y maquillando a la novia junto con las damas de honor. Samanta les había dicho que estaba nerviosa por esa razón le había pedido a su hermana estar en todo momento junto a ella y que por eso Margot también se alistaría junto con ellas. Así lo hicieron al eso de las tres de la tarde ya se encontraban listas y tomándose las fotografías previas al evento. La boda daría inició a las tres y media. Todos los invitados ya se encontraban en sus asientos. Margot ya se encontraba lista para poner el plan en marcha.

Samanta se encontraba a solas con sus padres. Los abrazaba, su madre le pedía que no llorara para que no se le corriera el maquillaje. Ella les decía lo mucho que los amaba.

—Pase lo que pase, no me dejaran de amar ¿verdad? —les preguntaba a sus padres ya que una de sus grandes preocupaciones era que sus padres la detestaran por lo que haría hoy junto con su hermana.

—Hija ¿Qué sucede? Cuéntanos —le decía su madre mientras la abrazaba.

—Han de ser los nervios —le respondía el padre de Samanta a su esposa.

Samanta sabía que si seguía hablando así con sus padres terminaría echándose hacia atrás y eso no lo podía permitir. Aunque sus padres no le volvieran a hablar sabía que siempre contaría con su hermana y que quedaría satisfecha de saber que todo el mundo conoce a los verdaderos Fernando y Jazmín.

La hora ya había llegado. Samanta salió junto a sus padres. La música comenzó a sonar…

Mientras iba caminando hacia el altar, vio que entre los invitados se encontraba Maximiliano, aquel hombre que la había estado rescatando de sus apuros últimamente.

Desde las sillas de invitados

—Amigo, no es esa la chica por la que estas suspirando.

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