(Tiempo presente)
***
- ¿Me has probado?
Mi lengua aún palpitaba y mantenía el sabor salado de su lubricante.
Avergonzada, asentí, bajando la cabeza.
Dios, acababa de hacer una mamada. Mi primera mamada de la historia, a un hombre extraño pero extrañamente guapo.
- Prometo correrme en tu boquita, pero más tarde -pasa su dedo por mis labios palpitantes, recogiendo la humedad-. La mirada de Bulat es ebria pero exigente. - No puedo esperar a recibir mi premio más importante ahora, Anastasia. ¿Verdad?
Me estremezco cuando le oigo saborear mi tierno nombre con su voz ronca de forma especial.
- Quiero ver si vale la pena poner a cero la deuda de Ilya.
Sigue jugando con mis labios, sin apartar su mirada depredadora y temerosa de mi rostro hinchado.
- Vas a tener que esforzarte más, guapa. Te advierto que no seré amable. Voy a cogerte. Áspero y duro. No hay límites para mis fantasías. ¿Tienes miedo?
¿Desea asustarme? ¿Para hacer que intente escapar? ¿O, por el contrario, ser servicial y sumiso bajo la presión del miedo?
- No", miento coherentemente, sintiendo cada vez más un impulso vicioso que me aprieta en el bajo vientre.
- Entonces ven a mí.
- Por favor, desata mis manos. Realmente duele...
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Te tomo prestado