Te tomo prestado romance Capítulo 15

- ¿Estás bien?

Parpadeé, apretando más las manos contra mi pecho.

- Necesitas una ducha.

Su mirada era diferente. Parece que los ojos del diablo reflejan algo parecido a la simpatía.

Bulat me alcanza, pero me encojo como un resorte.

- No lo hagas. No toques...

- Lo superarás. Será mejor la próxima vez. Tal vez incluso tengas un orgasmo.

Con qué sencillez y egoísmo lo susurró. ¡Monstruo!

- Es suficiente por ahora, continuaremos en un par de días. Ahora a ducharse. ¿Puedes caminar tú mismo?

No digo nada. Me levanto del sofá y me pongo de pie.

- El baño está por ahí -me señaló con el dedo a la espalda, pero ignoré el gesto, mirando a mis pies -su semilla y algo de sangre corriendo por ella-.

- Contéstame cuando te hablo.

Me estoy emocionando demasiado. Doy dos pasos hacia la puerta que el hombre atiza, mis piernas tiemblan, no aguantan nada mi débil cuerpo. Gimiendo, salgo volando hacia abajo.

- Joder.

Bulat me levanta en sus brazos justo a tiempo, apretando mi frágil cuerpo contra su duro y estriado pecho. Siento cada cubo de sus increíbles abdominales con mi muslo y de repente me siento mejor.

¿Qué ha sido eso de ahora?

¿Qué fue esa arremetida espontánea hacia mí de su parte, como una muestra de preocupación? Me relaja este comportamiento del soldado de acero, porque era como si realmente temiera por mí que me desmayara, incluso jurando en lenguaje soez.

Su cálido abrazo me dio un segundo aire y me animó. Al fin y al cabo, era tan grande y estaba tan bueno. Extrañamente, empezaba a sentirme segura con él.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Te tomo prestado