Te tomo prestado romance Capítulo 16

Me muerdo el labio en silencio, no voy a discutir con él, no tiene sentido. Soy su juguete, así que haré lo que el dueño del juguete quiera. El millonario me había advertido que debía obedecer sus órdenes con media palabra. Lo recordaba bien, como mi propio nombre.

- ¿Qué tienes en mente? - resopla mientras abre la ducha. - Date prisa.

- No mires", me sonrojo, clavando los dedos en el borde de la bañera de mármol.

Justo ahora me estaba dando cuenta del lujoso apartamento en el que me encontraba cuando volví a la realidad. No se parecía a nada que hubiera imaginado. Una mansión presidencial.

- ¿Qué quieres decir? Ya he visto suficiente. Te he visto en todas partes, eres mi tipo. Así que me doy por satisfecha con la primera ronda -entrecerró sus ojos severos con picardía-.

Mi corazón dio un salto en el pecho.

Sinceramente, nunca antes nadie me había hecho un cumplido así.

Me agarro con más fuerza al borde y el cálido chorro de agua golpea suavemente mis nalgas. En algún lugar ha quedado una áspera bofetada en una de mis nalgas. La piel estaba flácida. Claramente, el medio izquierdo estaba herido.

- Relájate", la voz del hombre se suaviza. Sus manos tocan mis muslos, haciéndome estremecer ante su primer pero muy cálido contacto.

Me lava, sin dejar de sorprenderme con su repentina ternura y cuidado. Me derrito por estos momentos extraordinarios, olvidando todo lo demás por un momento, porque se siente demasiado bien.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Te tomo prestado