Triple penetración romance Capítulo 1

Sentí un dedo clavado bruscamente en mi carne. Sintiéndome un poco incómodo al principio, me moví nerviosamente, lo que provocó que un increíble placer se extendiera por mi cuerpo.

Al darme cuenta de que esto no era suficiente para mí, comencé a mover mi pelvis hacia arriba y hacia abajo, obligando a mi dedo a penetrar más profundo y afilado.

– ¿De verdad no has tenido novio todavía? - preguntó un compañero de clase, - Ya eres adulta, es hora de decir adiós a la infancia.

Parecía emocionado. Y yo mismo estaba ardiendo con el deseo de despedirme de la virginidad, y no me importaba que ni siquiera me gustara Ruslan.

Manejó hábilmente sus manos, tocando mi cuerpo como si fuera un piano. Cuando me acarició el pecho, me morí de placer.

Y cuando separó mis labios sexuales con sus dedos, penetrando dentro, solo podía imaginar su pene en lugar del dedo. ¡Tenía muchas ganas de ver la polla de Ruslan lo antes posible!

- Tuve novios, simplemente no se trataba de sexo. – confesé - Había gente sin experiencia.

– Tienes suerte de que nos hayamos cruzado hoy. Quiero que recuerdes este día.

- Lo recordaré... - susurré, hundiendo la nariz en la almohada de la emoción, y vívidas escenas pululaban en mis pensamientos sobre cómo me tomaba una polla en mi boca. Una vez tomé una polla de un exnovio en la boca, así que sé cómo hacer una mamada.

– Solo trata de hacer todo con cuidado para que no haya dolor, – gemí, languideciendo de deseo y mirando el fuego no menos oscuro y emocionante en los ojos del tipo.

- ¿Quieres que te penetre lentamente? – Ruslan sonrió burlonamente, lamiendo lentamente sus labios y luego su dedo, que hasta hace poco estaba dentro de mí.

Sin demora, me acerqué al tipo, me levantó en sus brazos y me llevó a la habitación contigua.

Después de acostarme en una cama preparada para los siguientes pasos, comenzó a quitarme la ropa restante y cubrió mi cuerpo con besos ardientes, bajando cada vez más.

No me arrepiento ni un poco de haberlo conocido hoy e inmediatamente acepté ir a visitarlo. Fue como un regalo de arriba. He estado pensando en el sexo durante tanto tiempo, pero no había parejas adecuadas. No quiero joder con nadie de la calle.

Ruslan apareció muy a tiempo y se ofreció a ir con él.

– No puedo esperar a ver tu polla. - Susurré juguetonamente y luego le pedí que cambiara de posición. Mientras estaba en una posición de vaquera, comencé a frotar mi pecho contra su rostro.

Sintiendo un bulto que se endurecía en la bragueta de Ruslan, sonreí triunfalmente y me retorcí sobre él con suaves movimientos de mis caderas.

Ruslan comenzó a gruñir con impaciencia y lujuria. El chico inmediatamente se pegó a mi clítoris con su boca. Chupó mi clítoris con tanta furia y pasión que gemí ante sus caricias.

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