Tú decidiste Rechazarme romance Capítulo 11

- ¿Cómo dormiste? - preguntó Casi entrando a mi cuarto con una sonrisa.

- Supongo que bien- mentí.

Toda la noche estuve dando vueltas en la cama.

- Qué bueno; necesitas alistarte, así que metete a la ducha ahora mismo jovencita- dijo autoritaria, poniendo sus manos en su cintura, como imponiendo autoridad.

- Como digas mamá- le dije divertida y salí corriendo al baño de mi cuarto.

- Que no sueno como mamá - gritó algo molesta, luego reímos juntas- Okey, apúrate, señorita Moon.

Reí y volteo para mirarme al espejo.

Sé que le mentí a Casi pero no le iba a decir, no dormí bien por qué tuve un sueño donde Jackson y yo nos besábamos, me desperté y después de eso ya no pude volver a dormir. Muerdo mi labio inferior recordando el sueño. El solo pensar en sus labios contra los míos.

Me quito mi pijama y me meto a la ducha, al sentir el agua tocar mi piel me puse a imaginar en qué pasaría si él y yo nos casáramos. Hay muchas posibilidades si eso sucede.

Intento sacar esas ideas de mi cabeza mientras enjabono mi cuerpo.

Al terminar cierro la llave de la ducha, suspiro y relajo mis hombros antes de abrir la puerta corrediza que separa la ducha del resto del baño.

Salí de la ducha y me pongo dos toallas, una enrollando mi cuerpo y la otra en mi cabello. Me acerco al lavamanos y me veo al espejo.

Me he dado cuenta de que tengo algo en el cuello. Es raro. Esta ligeramente rojo.

Me encojo de hombros y no le doy tanta importancia.

Salgo del baño; Casi junto con Jess me están esperando ya con todo listo.

Sonrío al verlas y niego con mi cabeza, están discutiendo sobre quien de las dos ganaría en una pelea de cuerpo a cuerpo; sé que si no las detengo de su pequeña charla terminaran volviéndola realidad en medio de mi habitación.

(...)

Me miró de nuevo en el espejo y adoro como me queda este vestido.

Es un vestido de color gris claro; era largo con mangas largas, pero sin hombros y un corte recto en mi pecho.

Y el maquillaje que me hicieron las chicas está hermoso.

Me siento bien. Me pongo mis tacos blancos y salgo de mi cuarto.

Cierro la puerta de mi cuarto detrás de mí y me dirijo hacia la escalera para bajar.

Veo que, en la puerta principal, que queda justo al frente de la escalera, están mis amigas esperándome junto con mi madre.

Cass llevaba un vestido blanco con estampado de flores de color violetas.

Le queda hermoso, sé que Víctor se le caerá la baba cuando la vea llegar.

Luego está Jess que está con algo simple pero sexy a la vez, un vestido corto de color palo rosa de tiras anchas y escote. Sin duda hará que todos los hombres babeen por ella al verla, como siempre.

Y mi madre con un vestido merecedor de una Diosa, un vestido blanco con detalles plateados largo, manga larga y un ligero escote.

Ella siempre se viste así para ocasiones especiales y le dije que esto era importante para mí.

Sonrió al verla, se acordó de lo que le dije.

Las miradas de todas se posaron en mí.

- Estas hermosa- dijo Casi emocionada.

- Obviamente, ella es bellísima. Y con el maquillaje que le hicimos está mucho mejor- dijo Jess con una sonrisa victoriosa.

- Pues me parece que mi hija ya es toda una señorita- dijo mi madre con una sonrisa- Por lo que veo ya no eres una niña mi amor, creo que ya estas para ser la reina.

- Gracias a todas- dije haciéndome la diva- Pero ya lo sabía- fingí, mi madre sonrío y volteo para dirigirse a la limosina.

- Siempre diva- me dijo Jess. Reí y bajé de las escaleras.

(...)

Ya en la limosina los nervios se apoderan de mí.

Por qué ya que soy la futura reina tengo que dar un discurso, y también por qué fui la mejor estudiante del año. Y pensar que nadie me quería cuando me disfrace de una simple omega.

- Tranquila, todo saldrá bien- me dijo Casi. Trate de relajarme, miro a Jess que estaba tomándose fotos al lado de nosotras, Casi la codeó- Oye dile algo- le dijo.

Jess deja de tomarse fotos para mirarme.

- La reina de drama soy yo ¿Okey? – me dijo mientras se apuntaba a si misma con su dedo- No te sofoques cariño, no podrás ganar mi corona de "La reina del drama", así que tranquila que todo saldrá bien ¿Okey? - reímos las tres, yo asentí con la cabeza.

Me tranquilice, que bueno que mi madre va en otra limosina, lo más seguro es que se enojaría por nuestro comportamiento como siempre.

La limosina se estaciona.

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