- Está bien, pero no aquí- yo lo mire extrañada.
Miro a todos los lados, asegurándose de que no hubiera nadie mirándonos, me cargo estilo nupcial y me sacó de la casa en brazos.
Cerró la puerta de la casa tras nosotros y me subió a su coche, en el asiento del copiloto; cerro mi puerta y dio la vuelta al vehículo para entrar él por la puerta del conductor.
Ya adentro del carro me cruce de brazos molesta. Él me miró y empezó a reír.
Yo lo mire molesta.
- ¿Sabes que pareces? - me preguntó divertido.
- No, no sé qué parezco- dije molesta. Y me aplaste en el asiento mirando adelante.
- Pareces la chica más hermosa del mundo, molesta con un idiota que llego tarde el día del baile- lo dijo serio, volteo a verlo y tiene cara de arrepentimiento- Lo lamento Sam, te juro que no fue mi intención, y tengo una buena explicación.
- ¿Cuál es? - pregunte todavía molesta.
- Primero, ya estaba listo a las 6:40, fui a comprar algo de paso para venir a buscarte. Fui al centro comercial y cuando regresé a mi auto las ruedas estaban pinchadas- alce una ceja al escuchar lo que decía- Llame al mecánico desesperado y no contestaba, así que tuve que cambiarlas yo mismo, luego tuve que volver al departamento donde me estoy quedando para cambiarme de traje ya que el otro estaba lleno de grasa y suciedad- parecía sincero, así que me decidí por creerle- ¿Me puedes perdonar? Por hacerte esperar.
Lo dude unos segundos, pero al final me convenció.
- Está bien, te disculpo, pero quiero saber qué es lo que compraste- dije intentando ya cambiar el tema, además eso me causaba curiosidad.
Dicen que la curiosidad mató al gato, pero yo no soy un gato así que...
- Está bien, pero primero cierra los ojos- obedecí.
Escuche un ruido como de una bolsa.
- Ábrelos- lo escuché decir, yo le hice caso y los abrí.
Era un ramillete y en la flor había un anillo.
Abrí mis ojos como plato. Luego lo mire y alce una ceja en su dirección.
- ¿Es una propuesta de matrimonio? - le pregunte sarcástica.
No debía parecer que en serio esperaba que fuera eso.
- Claro que no, solo que quería regalarte uno, ya sabes, por la amistad y para que puedas lucir está noche- me dijo rápido, reí.
Aunque en el fondo deseaba que si fuera una propuesta de matrimonio.
- Bueno entonces si lo acepto- sonreí y el me siguió.
Le bese la mejilla y me volví a acomodar en mi asiento, me puse el anillo y lo mire.
- Momento de irnos- me dijo con una sonrisa.
(...)
Llegamos al baile y al parecer todavía no comenzaba la verdadera diversión, había gente, pero no era tarde; no nos perdimos de mucho.
Al estacionarnos, Jackson bajo rápidamente y me habría la puerta para ayudarme a salir.
- Gracias- le dije coqueta cuando agarro mi mano para ayudarme a bajar del auto.
- De nada preciosa- me dijo de devolviéndome el coqueteo.
- Espera- le dije.
- ¿Qué pasa? - me preguntó preocupado.
- Antes de entrar creo que deberías esconder tu aroma de Alpha, ya sabes, para que pases desapercibido- el asintió y me besó la mano.
- Como gustes- lo hizo y yo sonreí.
Me agarre de su brazo y así entramos al baile.
El comité se destacó, la decoración es hermosa. El tema era sobre la naturaleza en la oscuridad.
- Iré por algo de tomar- me dijo Jackson al oído.
- Está bien, iré a buscar a las chicas- asintió y se fue; busque con la mirada por todos lados, al fin las ubique no tan lejos de donde yo estaba. Camino hacia ellas.
- Al fin llegas - me dijo Jess- Ven vamos a bailar.
Le hice caso y nos pusimos a bailar.
Empezó a sonar mi canción favorita y con más ganas me puse a bailar. Me di cuenta como todos nos miraban, y no tenía vergüenza, ya que nos movíamos muy bien.
Desde los 5 aprendiendo ballet y otros bailes; era un buen pasatiempo allá en el castillo. Bailamos ambas pegando nuestros cuerpos y disfrutando de la melodía como si nadie más estuviera a nuestro alrededor.
Siento como tocan mi hombro, volteo para ver de quien se trata y veo que es Malcon.
- ¿Me concedes este baile? - me pregunto en el oído ya que el volumen de la música estaba hasta el tope y no podíamos hablar de manera normal.
- Claro- le dije del mismo modo, un chico invito a bailar a Jess y se pusieron a bailar a nuestro lado.
El tiempo se me fue de las manos, pasaron canciones y más canciones. Entonces me dio sed y recordé que Jackson fue por bebidas y nunca volvió.
Busque con la mirada y no lo encuentro.
- Malcon ya vuelvo, iré a buscar a alguien- le dije.
Malcon asintió con su cabeza mientras me daba una sonrisa, acto seguido se fue.
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