Tú decidiste Rechazarme romance Capítulo 30

El viaje transcurrió con "normalidad".

Ya dentro del avión, Jessica y Cassandra se sentaron en la fila de la derecha; Mary Anne y yo en la fila de la izquierda, pero en el mismo nivel, así podíamos ir hablando durante el vuelo.

Mary comió sus golosinas y se quedó dormida después de un rato. Eso fue normal, pero digamos que Jess se comportaba un poco extraña últimamente, ósea ya me estaba acostumbrando a la lunática obsesionada por su novio, pero estos 2 últimos días ha estado un poco más tranquila.

"Eso es bueno" pensé.

Bajamos del avión y Kian ya nos estaba esperando con una limosina para nosotras y una escolta para cuidarnos.

- Princesa es momento que vuelva a su antiguo hogar- dijo Kian abriendo la puerta de la limosina.

- Si puedes llamar antiguo hogar al lugar donde fui abandonada de pequeña, pues si, es mi antiguo hogar- le dije irónica; entre a la limosina y las chicas me siguieron.

Jessica y Cassandra se sentaron al frente de Mary Anne y yo.

En el transcurso del viaje nuestros temas de conversación giraban a un solo entorno, el baile de bienvenida a Mary Anne.

- Ya tenemos los vestidos listos- dijo Jess mientras miraba su tablet- Vendrán varios Alfas de manadas cercanas, y también me confirmaron que asistirían 3 de tus primos Samara - dijo mirándome con una sonrisa, sonreí igual que ella.

- ¿Primos? - me preguntó Mary Anne.

- En verdad te mantuvieron en cerrada mucho tiempo, nena - dijo Cass despegando sus ojos de su laptop.

- ¿De que me perdí? - preguntó Mary Anne.

- No te preocupes, yo te explico. Hace muchos años, después de que la Diosa Luna creara a los licántropos; se dio cuenta que, aunque hubiera Alfas en cada manada, necesitaba una mejor forma de mantenernos bajo supervisión, así que creo a los embajadores licántropos, 5 en total, uno para cada continente del planeta- explico Cassandra- Todos con la capacidad para ayudar a nuestra Diosa Luna y poder mantener el orden en el reino licántropo. Y cómo puedes suponer, ellos echaron raíces, y como decreto la diosa Luna, los hijos de ellos fueron entrenados para también ser embajadores y servir a la Diosa Luna, así como lo hicieron sus padres- Mary Anne escuchaba atenta- Y así el cargo de embajadores fue pasando de generación en generación, hasta llegar a la actualidad, donde tenemos a 5 embajadores y cada uno de ellos ya tienen a sus sucesores; a dichos sucesores se les permitido ser llamados príncipes, todos los llaman así.

- Bueno, cuando Samara nació y su madre la nombro futura reina de los licántropos, los embajadores sabían que ahora tendrían que rendirles cuenta a Samara y no directamente a la Diosa Luna; así que decidieron que los príncipes tenían que fortalecer sus lazos con la futura reina; para que de esta manera todo sea mucho más llevadero para todos, formando lazos de confianza entre Samara y los príncipes- siguió explicando Jess- Por eso, cuando Samara vivía en el Castillo, mejor dicho desde que nació hasta que cumplió los 14; ella era visitada por los embajadores y sus herederos, o sea los príncipes- dirijo toda mi atención hacia Jessica- Entonces, la visitaban muy frecuentemente, a veces se quedaban todo el verano en el palacio junto con nosotras- dijo Jess, como recordando esas viejas épocas- Por eso llegaron a ser tan cercanos que se tienen la confianza de decirse primos- concluyó Jess.

Mary Anne asintió con su cabeza lentamente, como si estuviera procesando todo.

Ahora ella volteo a mirarme.

- ¿Y son de tu edad o…? - me preguntó Mary Anne.

- Pues lo qué pasa es que la mayoría de mis primos son mayores que yo, pero no tan mayores, es como que no pasan de los 26, a lo mucho- conteste algo dudosa.

No recuerdo bien cuantos años tienen ahora con exactitud.

- ¿Y cuantos años tiene el más joven de todos? - pregunto curiosa.

- Bueno, el menor de todos tiene 16 o 17, no recuerdo muy bien- aclare su duda.

Ella asintió con su cabeza, de pronto volteo a mírame de nuevo como si hubiera recordado algo.

- ¿Por qué dice Jess que desde que naciste hasta que cumpliste los 14? ¿Dejaste de verlos? ¿Ya no te visitaron? - me pregunto.

Yo le di una sonrisa y negué con mi cabeza.

- Si y no- respondí.

- ¿Como es posible? - me pregunto curiosa.

- He viajado por todo el mundo, he pisado cada continente- aclaré.

- ¿En serio? - pregunto y yo asentí con mi cabeza.

- Deje de verlos en mi castillo desde que tengo 14, por qué a ese tiempo empecé a viajar de continente en continente- ella me miró sorprendida- Y pues siempre los visitaba cuando podía, en sus respectivos hogares- aclaré.

- Suenan muy interesantes- dijo ella con una sonrisa- ¿Y cuando los conoceré? - preguntó.

- Muy pronto, tal vez en la fiesta veas a tres de ellos- dijo Jess- Esperemos que uno de ellos no sea el más joven que tiene 16, él es muy...

- Jessica- gruñí.

No me gustaba que se expresaran o comentaran sobre el comportamiento de ese primo en especial; era un dolor de cabeza para muchos y sinceramente preferiría que nos mantuviéramos lo más alejadas de él por el momento.

- Jess, cuéntame que habrá en el baile, por favor- dijo Mary Anne cambiando la conversación al ver que yo no quería seguir con la conversación.

Es adorable.

Bueno, no me gusta hablar de él, pasaron muchas cosas malas. Y el tema hace que me ofusque un poco.

- Mira Mary, ya estamos llegando- dijo Cassandra mirando por la ventana.

Mary Anne se apoyo por la ventana para poder divisar como entre los árboles gigantescos llenos de nieve, poco a poco va apareciendo un hermoso castillo con altas torres, y bañado ligeramente con nieve en sus tejados.

- Es hermoso- dijo Mary Anne en un susurro que logre escuchar.

Pasamos por unas grandes rejas negras que protegían la entrada principal, los guardias que protegían está hicieron una reverencia mientras la limosina pasaba.

La limosina paro al llegar al borde de las escaleras que llevaban directamente a la puerta principal.

En la puerta principal había alrededor de 30 personas, todos ellos fieles sirvientes de la corona; y junto a ellos unos 40 guardias.

Antes de bajar, nos colocamos las capas, nadie nos podía "ver" oficialmente hasta el baile de esta noche.

Salimos de coche y todos hicieron una reverencia sin levantar la cabeza. Nosotras pasamos mirando al frente en todo momento. Las grandes puertas se abrieron dejando ver el interior del castillo, seguía como lo recordaba, tan lleno de vida, tan mágico.

El gran salón, donde organizábamos los bailes, piso de cuarzo y granito. Caminamos por el gran salón hasta llegar a las escaleras, hay tres escaleras, al final las tres llegaban al mismo destino, un balcón que daba hacia el salón, desde el cual se veía todo.

En el balcón hay dos puertas, una para el lado derecha y otra para el lado izquierdo.

El edificio principal era conformado por 5 pisos hacia arriba y 3 hacia abajo. En el primer piso estaba conformada por el gran salón, el gran comedor, una gran sala de estar, la cocina y un gran almacén de comida. El segundo piso eran cuartos de invitados y salas de estar pequeñas (para reuniones privadas), y una pequeña biblioteca para invitados. El tercer piso eran los cuartos de las personas más cercanas a la corona, también estaban unas salas de estar para ellos, y un despacho para cada Beta que tenía. El cuarto piso se conformaba solo de mi habitación, la de mi madre y una matrimonial -La que usare cuando me case- y mi gran despacho. El quinto piso es la biblioteca privada, es grande y espaciosa. Y por último está el gran ático, han guardado muchas cosas ahí, cosas que nunca sabré que son exactamente, pero eso no importa, sigamos.

También hay un pequeño truco en este lugar, hay pasadizos secretos, era un hermoso laberinto que me gustaba explorar cuando era pequeña, ahora me lo se de memoria. También en los subsuelos hay calabozos y habitaciones de torturas que no son utilizadas desde hace ya un par de siglos atrás.

Los otros edificios eran donde vivían los sirvientes; luego estaba el establo; una habitación subterránea que era donde guardábamos los vinos y tragos especiales; y a las afueras del Castillo había un hermoso lago, que en esta estación del año, supongo, que debe de estar congelado.

- Extrañé este lugar- dijo Jessica llegando hasta mi lado, sacándome de mis pensamientos.

La miré y vi que ella también tenía la misma cara de nostalgia que yo.

- Estamos de vuelta- dicho esto me miró y me abrazo.

- Sin palabras- dijo Mary Anne.

Jessica y yo volvemos a verla, reímos.

- Al parecer volvieron las niñas consentidas del castillo- esa voz.

Volteamos a ver hacia el balcón del salón, y de la puerta del lado izquierdo se encontraba aquella mujer de cabellos blancos, tez blanca y piel ya marchita por sus años, llevaba un vestido celeste claro, casi blanco- ¿Qué? ¿No hay un abrazo para su nana? Niñas ingratas- dijo burlona.

Cassandra, Jessica y yo salimos corriendo hacia su encuentro; cuando llegamos hasta ella la abrazamos con fuerza.

- Nana- dijimos las tres al unísono.

- No sabes cuánto te extrañé, nana- le dije.

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