Tú decidiste Rechazarme romance Capítulo 35

Después de lo que sucedió aquella noche, hice de que duplicaran la seguridad, más guardias en las noches a los alrededores de los territorios del palacio.

No alerte a toda la corte, solo a los guardias.

Ahora mismo me encuentro viendo cómo está quedando todo para esta noche, el palacio esta en un total movimiento y la energía que desprenden todos es vibrante.

- El palacio se ve fantástico- le digo a Cass cuando se acerca a mí- En verdad que te destacaste en organizarlo.

- Lo sé- dijo mientras sonreía con orgullo- Le puse mucho empeño, en especial porque Víctor vendrá- dijo emocionada.

- Tranquila nena, espero que no rompan ninguna cama esta vez- le recordé, ambas reímos al recordar aquel acontecimiento

- Que buenos tiempos.

- Vendrán muchos licántropos esta vez, incluyendo el insoportable de Francisco, por favor, no hagan destrozos- le dije, ella asintió con su cabeza.

- Hablando de eso- mi mirada volvió a Cass- ¿Ya está listo el hechizo?

- No lo sé, pero sería mucho mejor que esté listo lo antes posible, no quiero que venga y la pueda encontrar rápidamente, no quiero que pueda percibir su aroma; aunque sea con eso me sentiría un poco más tranquila.

- Te entiendo; será lo mejor para ella, es por su seguridad- unos guardias pasaron por nuestro lado, hicieron una reverencia y siguieron con su camino- Quisiera que no estuviéramos en este conflicto con los vampiros ahora, no ahora- cerró los ojos tratando de borrar ese pensamiento- Bueno, yo seguiré con lo mío.

(...)

Me encuentro afuera del despacho de la hechicera de la corte, tocó la puerta y escucho un "pase".

Entro al lugar y lo primero que veo es a Kenia en medio de libros, frascos, pócimas y otras cosas que no distingo bien.

- ¿Cómo vas? - le pregunto.

- Hola Sam, pues voy bien ¿Y tú? - me dice levantando la mirada de un libro- ¿Cómo van los preparativos para esta noche? - vuelve su mirada al libro.

- Bien, Cassandra se está ocupando de todo y lo hace de maravilla- dije caminando por el lugar mientras miraba los estantes- Esta muy emocionada porque hoy también viene Víctor- me detuve a mirar una especie de cadena.

- Me alegro por ella- dijo con un tono feliz.

- Yo también- respondí de la misma manera, volteé a mirarla- En realidad, venia a preguntarte si ya habías terminado con el hechizo para Mary que te pedí- le preguntó acercándome a su lado.

- Oh si, eso lo termine esta mañana, pero ahora estoy terminando uno en el que Mary me estuvo ayudando; es para prohibir la entrada a los vampiros, es solo temporal, todavía no puedo encontrar la manera de hacerlo permanente, pero estoy segura de que con la ayuda de Mary lo lograre pronto- dijo con una sonrisa- Esa niña en verdad es un prodigio, es demasiado lista, y me encanta convivir con otra hechicera nacida de Lobos- dijo con una sonrisa.

Mary Anne siempre fue muy lista y estaba segura desde hace mucho que era una prodigio; por lo que madre me conto, a los ocho ya había terminado de leer casi todos los libros de la biblioteca de su familia, aunque en los dos últimos años los tuvieron que pasar a hebreo al perder la vista, pero en verdad que eso no le impidió nada; preguntes lo que le preguntes sabe la respuesta, y si no la sabe, no descansa hasta encontrarla.

Me siento orgullosa de ella.

- Esta listo- hablo Kenia sacándome de mis pensamientos- Creo que es momento de terminar el trabajo antes de que termine de anochecer- dijo mirando a través de la ventana.

(...)

Estamos a las afueras del palacio; Kenia rocía la posición en toda la entrada; levante mis manos y con mi magia esparcí por todo el contorno del palacio la posición, incluyendo los jardines y el lago; al terminar di un paso para atrás para que Kenia terminara.

- O coração de um guerreiro nos protege, como sua alma, e se eles atacarem o seu corpo sobe- ella extendió sus manos y un brillo salió de ellas, los límites del palacio brillaron también.

Ya estaba hecho.

- Un trabajo bien hecho y ahora sí nos podemos ir preparar en paz- dije con una sonrisa.

Ella también me sonrió, nos dirigimos de nuevo al palacio.

Al entrar todos ya estaban terminado, me dirijo rápidamente a mi alcoba.

(...)

El vestido lo había elegido Fred, él lo hizo especialmente para hoy, es en verdad muy hermoso.

Me peinaron con una media cola donde encajaba a la perfección mi corona; me maquillaron, no tan cargado como solía usarlo ya que usare un antifaz.

Me estaban terminando de arreglar cuando escucho que alguien toca la puerta de mi habitación. Automáticamente todos dejaron de moverse a mi alrededor, esperando a que yo reaccionará.

A través del espejo que esta frente a mi, miro la puerta.

- Pase- fue lo único que dije.

Todos volvieron a moverse después de escucharme.

Veo a Fred entrar con una gran sonrisa en los labios.

- ¿Como te quedo el vestido, cariño? - pregunto Fred al verme; lo miro mejor y veo que lleva una camisa negra y unos pantalones de vestir gris oscuro. Al escuchar su pregunta alzo mi mano para que dejen de retocarme el maquillaje y las sirvientas lo hacen al instante; me paro de mi asiento y me volteo para que pueda verme- Estás preciosa, pareces una verdadera Diosa- dijo poniéndose una mano en el pecho.

- Gracias- dije dando una media vuelta para mirarme en mi espejo de cuerpo completo, sonrió al verme y regreso mi mirada a Fred- Tú no quedas atrás.

- Obviamente que no- dijo como si fuera una diva, bueno, es una diva- Ya sabes que siempre soy el mejor vestido a donde vaya- lo mire con una ceja levantada- No intentes negarlo, cariño; tengo un gusto exquisito- sonrió por lo que dijo- Hablando de eso, ya recordé a que vine- mire que en sus manos llevaba una caja negra de terciopelo- El joyero real trabajó toda la semana para hacer está belleza- dijo abriendo la caja dejándome ver lo que estaba adentro, mis ojos se abrieron con asombro al ver el contenido.

Era un hermoso antifaz de oro con diamantes incrustados.

- Es hermoso- fue lo único que pude decir al verla.

- Solo lo mejor para la futura reina de los licántropos- sonreí aún más al escucharlo- Es un regalo de mi parte, por los cumpleaños que no pase contigo- su voz se escuchó algo triste, le di una sonrisa algo triste recordando la razón por la que no pudo estar a mi lado- Bueno, no es momento para estar tristes; ven aquí que muero por ver cómo te queda puesto- me acerque a él, lo saco de la caja y me lo colocó.

Pesaba un poco, moví mis manos y con mi magia lo hice más liviano.

- Es hermoso- dije mirandome con detenimiento en el espejo.

Regreso mi vista para ver a Fred.

Pone su mano derecha sobre su boca y sus ojos se ponen llorosos.

- Hace tanto tiempo que no te veo así, me siento tan orgulloso- dijo a punto de llorar; yo me acerque a él y lo abrace- No, no voy a llorar, nadie me puede ver llorar, no es bueno para la piel- dijo cuando deje de abrazarlo.

Ambos reímos.

- Gracias, en verdad eres le mejor- le dije.

- Lo sé- dijo y nos abrazamos- Bueno, bueno, es momento que bajes, está por comenzar el baile y tienes que impresionar a todos.

- ¿Han venido muchos licántropos importantes? - pregunte intrigada.

- Bastantes, aunque agradezco no haberme vuelto a cruzar al insoportable de tu mate- dijo con fastidio al recordarlo.

En realidad, casi nadie del castillo o la corte soportaba a Marcus, ni siquiera su hermana.

- Me dijo que estaba muy ocupado y por eso no vendría- le afirme para que no se preocupara en cruzárselo esta noche.

- En hora buena- dijo Kian entrando a mi habitación- Una de las mejores noticias de esta noche- todos los presentes reímos, en verdad nadie lo soportaba, pero me daba igual, a veces ni yo lo soporto- ¿Está lista princesa? - me pregunto con una sonrisa.

- Lista- asegure.

- Muy bien, por qué ya están aquí todos los invitados- dijo, yo caminé hasta llegar a él- Incluyendo tus primos; ah, casi lo olvido, y Julio quiere presentarlr a alguien- dijo antes de salir de mi habitación.

- Bueno princesa, momento de brillar- me dijo Fred- La veo abajo, su majestad- y sin más él también salió de mi habitación.

Antes de salir me miré por última vez al espejo, cuando salí me encuentro a algunos guardias, me acompañan hasta bajar al segundo piso. Salgo por la puerta que da hacia el balcón del salón principal. Al llegar el bullicio se hace completo silencio. Miro a mi alrededor; está decorado con rosas de diferentes colores y diversas plantas que decoran el lugar.

Los invitados están con diferentes máscaras o antifaces, no logro reconocer a la mayoría. Todos me miran detenidamente esperando a que de inicio a la celebración.

- Tengo el gran privilegio de decir que acaba de comenzar el baile más esperado por los hijos de la diosa Luna, el baile de las máscaras, desde hoy hasta que nuestra Diosa se oculte somos libres de hacer lo que queramos con nuestros cuerpos, hoy nadie será reconocido ni por su olor- vi como sonreían al escuchar lo que decía- Hoy festejamos la libertad de nuestra Diosa Luna gracias a la ayuda de la Madre Tierra. Celebraremos nuestra libertad. Así que sin más preámbulos que comience el baile- dije y todos aplaudieron, se empezó a escuchar música alegre y todos empezaron a bailar.

Bajé las escaleras y la sensación de que estaba siendo observada disminuyo un poco.

- Princesa- llamo mi atención una voz demasiado conocida para mí, así que volteo a verlo.

Él estaba con un traje negro y con una corbata color vino.

Hizo una reverencia cuando llego frente a mí.

- Príncipe Julio- dije también haciendo una reverencia.

- Me alegro de verla, su majestad- me dijo con una sonrisa, la cual imite al instante- Quiero presentarle a alguien especial para mí- su mirada viajo a una hermosa chica de tez blanca, cabello castaño y unos peculiares ojos; ella al ver como él la miraba dio un paso adelante, acercándose a nosotros; mire sus ojos con detenimiento y se me hicieron demasiado familiares sin saber porque- Princesa Samara, ella es Jane Blue, mi mate- dijo con orgullo.

Ella sonrió ampliamente e hizo una reverencia ante mí.

La mire mejor; llevaba un vestido vino, que combinaba con la corbata de Julio, y un antifaz negro, el cuál resaltaba sus ojos.

Esos ojos se me hacen tan familiares.

- Un gusto conocerte, Jane- le dije con una sonrisa amigable.

Estaba demasiado feliz con que mi primo encontrara a su mate.

- El gusto es mío, su majestad- dijo con amabilidad- Aunque creo que usted ya debe de haber conocido a mi hermano- dijo, en verdad era muy agradable- Es el Alfa de mi manada.

- Tal vez sí, ¿Cuál es su nombre?

- Jackson, Jackson Blue.

Busque en mi memoria a alguien con ese nombre, pero no encuentro a nadie y un pequeño sentimiento de incomodidad se instala en mí.

- Discúlpame en verdad, pero ahora mismo no me acuerdo de haberlo conocido, su nombre no me suena de ningún lado- ella me miró extrañada.

- ¿Está segura? - yo asentí con mi cabeza- Por qué...

Alguien nos interrumpió.

- Princesa- me tocaron el hombro y gire para ver de quién se trataba; Kian estaba parado junto a Mary Anne, Jessica y Cassandra- Lady Mary quiere hablar con usted, es algo importante.

- Claro, espera un momento, por favor- cuando volteo, para terminar mi conversación con Julio y Jane, ellos ya no estaban.

“Qué raro” pienso.

Volteo de nuevo hacia Mary Anne; al verla sonreí, estaba hermosa, su vestido de color perla le quedaba hermoso, su pelo estaba en una media cola y su antifaz del mismo color que el de su vestido.

- Estás hermosa- le dije con una sonrisa- Pero en verdad te puedo jurar que no te reconozco con ese antifaz, el hechizo funciono muy bien al parecer.

Ella sonrío ante lo que le dije.

- Gracias, ese es el plan ¿No? - dijo haciendo una reverencia- Venía a decirte que estaré por ahí, tal vez en los jardines; nos vemos al amanecer- yo asentí con la cabeza en aprobación.

Y se fue sin decir nada más, se veía como si se tratara de la realeza.

Niego con la cabeza mientras río ligeramente.

Volteo mi cabeza y veo a Jess; ella estaba con un vestido rojo, con un antifaz del mismo color, su cabello suelto dejando caer ondas.

Ahora miro a Cass; ella estaba con un vestido de color palo rosa, cabello suelto y su antifaz de color blanco; y con ella estaba Víctor con un traje y antifaz negro y una corbata verde.

- Princesa- dijo Víctor que estaba al lado de Cassandra-, mientras hacia una reverencia.

- Alfa Víctor, es un placer que esté aquí- dije con una sonrisa.

- El placer es todo mío, princesa- ambos sonreímos- ¿Cómo estás Sam? - me pregunto.

- Muy bien y ¿tu? ¿Cómo va todo en tu manada? - pregunte.

- Pues bien, todo marcha bien, la manada está tranquila y no hemos tenido conflictos con vampiros desde hace ya un tiempo- sonreí al escucharlo- Pero quisiera que me dieras permiso para hacer algo que he querido hacer desde hace un tiempo- asentí con mi cabeza en aprobación, empezó a mirar a todos lados, agarro a Cass de la mano y la jalo por las escaleras hasta llegar al balcón.

Lo mire extrañada, al igual que Jess. Miramos a Cassandra y ella estaba igual; Jess se puso a mi lado.

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