Tú decidiste Rechazarme romance Capítulo 36

- Pero ¿Cómo dices? - pregunte desconcertada.

¿Estamos en guerra? ¿A qué se refiere?

- Es algo complicado de explicar, todo comenzó con una profecía de hace ya varios años, la profecía dice lo que sucederá- lo escuche atentamente- "Dos guerras habrá en un mismo lugar, el juez supremo no intervendrá; una guerra entre los dos hermanos será, y los hijos de la noche contra los hijos traidores lucharán"- dijo mirándome.

¿Dos guerras? ¿Entre dos hermanos? ¿Hijos de la noche?

Claramente somos los hijos de la luna somos los hijos de la noche.

¿Hijos traidores? No entiendo a quienes se refieren.

- ¿Que significa exactamente? - preguntó Jessica quitándome las palabras de la boca.

- Lo de los hijos de la noche lo entiendo, seriamos los hijos de la diosa Luna; o sea sus creaciones- ella asintió- Lo del juez supremo supongo que se trata de Dios Padre- James asintió- Pero no entiendo el resto.

- Cuando la profeta nos lo dijo pensé que era una broma, pero luego un miembro importante de mi corte fue atacado en la ciudad humana y desapareció; pasaron 3 meses, y cuando fue hallado estaba agonizante, intentamos de todo, pero ni siquiera la inmortalidad que nos brindó mamá lo salvó de lo que le hicieron-lo mire estupefacta, su voz se escuchaba afectada y algo rota- Fue torturado; hicieron experimentos con él- tragué saliva, no podía creer lo que James me decía- Y encontraron nuestro punto débil al parecer, porque lograron hacerlo mortal- note como el nerviosismo se apodero de mí; mis manos me empezaron a sudar- Y antes de morir dijo algo que hizo que mis dudas se confirmaran; están buscando la forma de aniquilarnos.

- Eso es imposible- dije tratando de no creerlo- Nadie sabe de nosotros, y las pocas personas que lo saben son por qué son mates de mi gente- expliqué- Y otros son...

- Los líderes de las 5 potencias más importantes del mundo y la ONU- termino por mi Dracco.

- Exacto, pero ellos y nosotros hemos firmado el acuerdo de la "P.E.C.L.Y.H"; juramos que pasaríamos desapercibidos, que nunca saldríamos a la luz para que el Vaticano no pierda su credibilidad, a cambio de mantener La Paz entre nosotros-

- Al parecer ya no quieren la paz, están empezando a cazar a mi gente; como si fuéramos animales salvajes- intervino Dracco

- ¿Qué de malo hay con los animales? - preguntó Jess a la defensiva.

- Es una expresión- le respondió Dracco con fastidio.

- ¿El vaticano sabe de esto? ¿El Papa? - pregunte mirando a James.

- No lo sé, solo sabemos que los humanos nos están casando, no sé el por qué ni el para que; pero te aseguro que no es para luego invitarnos a tomar el té- dijo James.

- Los hijos traidores- susurré- Según la Biblia humana, esta dice que Judas traicionó a Jesús, el hijo directo de Dios Padre; también dice que el pueblo traicionó a su salvador.

- Los humanos son considerados traidores ante Dios Padre desde los comienzos de estos- dijo Dracco- Adam y Eva, los primeros humanos fueron también los primeros humanos en traicionarlo y caer en tentación.

- En realidad Lilith fue la primera “humana” en ser creada- dijo James.

- Pero ella de todas formas se revelo, y ahora es la madre de los demonios- dijo Dracco.

- Y reina del infierno- agrego James.

- Pero entonces, llegamos a la misma respuesta, los humanos son los hijos traidores- dije yo.

James asintió con su cabeza.

- Una de las guerras será entre los seres de la diosa Luna y los humanos- dijo James- Ellos son los traidores.

- ¿Te dijo cuando sería? - pregunte.

- No, solo fue una profecía- me respondió.

- ¿Quién fue el profeta? - pregunto Jessica.

- Era una humana, su nombre era Yanella; un día llegó a mis dominios en Escocia preguntando por el rey Vampiro y la reina Licántropa- relato James- Como solo me encontró a mí me lo dijo lo más claro posible; al principio me pareció una broma de mal gusto, pero al pasar una semana el miembro de mi corte desapareció- miro al suelo al decir lo último.

- Necesitamos encontrarla- dije rápido, volteo a ver a Jessica - Busca a mis mejores hombres que estén en Reino Unido, también a los lideres de las manadas más fuertes de los alrededores, que todos viajen ahora mismo a Escocia.

- Nosotros ya la busque y no la encontré- hablo James haciendo que ambas lo volteáramos a ver.

- ¿Cómo es posible? ¿Acaso se la trago la tierra o algo así? - pregunte.

- Ella no era escocesa- aclaró- Con solo verla te dabas cuenta de que era latinoamericana, y tenía un dejo algo raro en la voz- agrego Dracco.

- ¿Latina? - dije- Hay más de treinta países latinos ¡Necesito encontrarla ahora! - siento como me empiezo a desesperar.

- Tenemos esto- dijo Dracco haciendo que mi atención se dirija completamente a él, en sus manos sostenía un pedazo de tela- Antes de irse se le cayó este pañuelo en la entrada- me acerque a Dracco para ver mejor de que hablaba, era un pañuelo con algo escrito en un lado: "20/06/98"

- La tengo que encontrar lo antes posible, debo encontrarla- dije con el pañuelo en mi mano.

- La tenemos- me corrigió James- Hermana, no planeo dejarte con esto tú sola, te perdí una vez y no lo volveré a hacer- se acercó a mí y me tomo por los hombros- Además no solo está contra tu gente, y estoy muy seguro de que unidos seremos más fuertes.

Sonreí sin pensarlo, en verdad se sentía bien tenerlo.

- Llevare esto con Kenia- dijo Jessica tratando de agarrar el pañuelo de mis manos; pero Dracco fue más rápido y me lo arrebato de mis manos.

- Se ensuciará con tu olor a perro mojado- dijo Dracco, Jess lo miró rabia, como si quisiera despedazarlo ahí mismo.

En verdad se veía graciosa, nunca un chico la había puesto así.

Juro que nunca he visto así a Jessica, con esa rabia, nunca ningún chico se le negaba y mucho menos la desobedecía o la desafiaba.

- Jess, solo llévalo contigo ¿Sí? - dije escondiendo mi sonrisa, tratando sonar lo más sería posible.

Él soltó una risa burlona y la miro de manera divertida; y ella soltó un gruñido de fastidio. Jessica salió por la puerta y Dracco pisándole los talones.

Volteo para ver a mi hermano, creo que lo mejor es que nadie se entere de esto, así que se lo dire.

-Creo que...- él me interrumpió.

- Deberíamos guardarlo en secreto- es como si hubiera leído mi mente- Opinó lo mismo.

- No deberíamos alterar a las manadas por ahora, menos a la corte; en especial cuando estoy tan cerca de mi coronación- dije soltando un suspiro mientras me sentaba en mi escritorio.

- Solo estemos alertas, mientras más rápido sepamos la fecha de este acontecimiento mejor.

(...)

Son las 4 de la mañana y estoy caminando con mi hermano por los pasillos de mi castillo. Hemos decidido hablar más de nosotros, conocernos más.

En verdad que es muy interesante escucharlo, James me ha contado de lo que le gustaba hacer cuando era un niño. Pero hay algo raro, solo me cuenta de su vida a partir de que tenía 8 años, y cuando le pregunto qué pasó antes no me quiere contestar porque evita el tema cambiando la conversación.

- ¿Cuantos años tienes? - pregunte de pronto, el paro en seco y se hecho a reír- ¿Por qué te ríes?-

- Para un vampiro la edad no es importante, no siempre nos mantenemos jóvenes y somos, por así decirlo, inmortales; a menos que nos maten, pero es difícil; además, soy el rey de los vampiros- me contesto James- Pero para sacarte de las dudas tengo 27 años- lo quede mirando al escuchar su respuesta, parecía mucho más joven.

- ¿Y mamá también te dejo en tu castillo cuando naciste? - pregunte tratando de sonar divertida.

Se tensó un poco y giro ligeramente su cabeza para verme.

Dejé de sonreír y entendí lo que sucedía…

Él no fue abandonado por mi madre cuando era bebe, mi madre si lo crio, no como a mí.

- Yo...- dijo intentando encontrar las palabras.

- No, tranquilo- lo interrumpí- No te preocupes, lo comprendo- James me miró atento; trate de sonreír, pero termine haciendo una mueca- Tal vez soy la única hija de la diosa luna que no fue criada por ella- sentí como mis ojos se cristalizaron llenándose de lágrimas que amenazaban con salir; mi pulso empezó a ser más rápido.

Voltee mi cara en otra dirección para que no me viera así, no quería que me viera como me afectaba.

- Creo que es momento de descansar, mañana nos queda un día muy…- se me quebró la voz, mis lágrimas empezaron a escapar de mis ojos- Ocupado - dije entrecortado por el llanto-Iré a mi cuarto, me siento muy cansada, lamento no poderte acompañar al tuyo.

Empecé a caminar en dirección de mi habitación; entonces sentí como me jalaban del brazo, él me cerco lo más que pudo a su pecho, era más alto que yo, mi cara se posicionó perfectamente sobre su pecho y solté todo lo que tenía dentro.

Rabia, furia, tristeza, dolor; en realidad no se cual es la manera correcta en la que deberia sentirme.

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