Tú decidiste Rechazarme romance Capítulo 37

- Eres un maldito bastardo- le grite; él seguía cruzado de brazos y se notaba que le importaba poco lo que yo le dijera- Literalmente vendiste a tu propia hermana.

- Es su mate, además yo necesitaba esos puntos extras con la corte- me respondió con calma, de una tan tranquila que me provocaba rabia al verlo así.

- Me das asco- le dije molesta- Vete, ¡No quiero volver a verte nunca más! ¡Eres un cerdo! - le grite intentando contenerme.

- No cariño, ni creas que te desharás de mí- dijo acercándose a mi- Necesitas un rey, y soy el único que está en toda la capacidad de serlo- alce una ceja al escucharlo.

- Hay mucho mejores que tú, y si no los encuentro reinare sola- mentí en lo último.

Maldita sea, por culpa de las estúpidas leyes impuestas por mis predecesores en la corona es que no puedo reinar sin esposo.

Se iba acercando más a mí, estábamos a centímetros de tocarnos.

- Sabes muy bien al igual que yo, que la corte ha pedido que te cases, no confían que una mujer gobierne sola, saben que eres algo...- en este momento ya nos encontrábamos demasiado cerca, nuestros labios estaban separados solo por unos pocos centímetros- Inestable- y con eso le tire una buena cachetada.

Él se tambaleo y cayó al suelo con su mano en su mejilla. Lo mire con superioridad.

- Nunca vuelvas a hablarme así, soy tu futura reina y la hija de una Diosa; jamás seguiré ordenes tuyas.

- Nunca digas jamás- dijo tratándose de incorporar con una sonrisa burlona- Sabes muy bien que digo la verdad; además, agregándole un lindo extra a todo esto, pregúntales si quieres- dijo parándose, no entendía lo que decía- Pregúntale a la corte quien sería el mejor candidato para ser rey, responderán con mi nombre; soy el favorito de la corte, salvo por el idiota de Kian- la rabia que recorría mi cuerpo era inexplicable, creo que nunca antes había tenido este sentimiento- Pero cuando sea rey me tendrá que aguantar, así que lo tengo sin cuidado.

- Nunca serás rey- le dije apretando los dientes- Encontraré a alguien más, que sería mucho mejor rey que tú- dije para seguido voltearme por completo y darle la espalda.

Necesitaba dejar de mirarlo, me daba una rabia el solo verlo y esto que llevo dentro solo empeora con cada segundo.

- Si haces eso mataré a tu amante- mi corazón se paró en ese instante, sentí un escalofrío- ¿O ya te olvidaste de él?

Todo mi cuerpo se enfrió, mi cabeza empezó a darme vueltas.

“No, no pienses en eso” me repetí.

“Pueden estar escuchando lo que pienso, puede haber peligro” escuche a Lazuli “No pienses en él”

- No sé de lo que hablas- dije haciéndome la desentendida.

- ¿En serio lo olvidaste? - sentí como se acercaba a mí- ¡Ah! - exclamo como si hubiera descubierto algo- Me había olvidado de que no lo puedes recordar- su tono era de burla- Por qué vendiste tus recuerdos de él a una bruja- soltó una carcajada.

Él lo sabía, él sabía lo que había hecho.

- Fue por tu hermana que lo hice- dije entre dientes- Y lo volvería a hacer- dije volteando para encararlo- No me importa que tenga que volver a hacer o pasar para que Mary Anne sea feliz, lo hare; porque a comparación contigo, yo si la quiero y la protegería con mi vida.

- Pues entonces piensa bien lo qué haces y dices, cariño- me miró con una sonrisa burlona en los labios- Porque yo soy el único que guardaría tu pequeño secreto; o crees que la corte acepte a un matrimonio si no eres virgen, peor aún, serias repudiada hasta por los humanos que son parte del vaticano si se enterasen de esto.

Maldito mundo machista, como si le pidieran a los hombres que también llegaran puros al matrimonio.

Pero cuando sea reina eso cambiara, esa estúpida ley cambiara y mis sucesoras podrán reinar sin necesidad de casarse, y si se casan no se les juzgara por haber probado antes del matrimonio, ellas no pasaran lo que ahora estoy pasando.

- Entonces no me podría casar contigo tampoco- dije desafiante.

- Yo estoy dispuesto a fingir que sangraste la primera noche, con tal que me vuelvas rey- su sonrisa de superioridad no dejaba su patético rostro.

- Sigue soñando.

- Entonces tú querido amante tendrá que pagar por tus estúpidos actos- que bajo he caído en este momento.

Ese hombre debe seguir con vida, por el bien de…

No lo pienses.

- Aunque no sé por qué lo quieres tanto, apenas te dejo corrió a los brazos de su verdadero mate; y ahora está bajo mi control, es un cobarde que solo te utilizo, solo quiso una noche de pasión contigo para luego botarte como si de un perro leproso se tratase.

En ese preciso momento no medí mis impulsos, no sé cómo fue posible que me descontrolara de esta manera.

Cerré mi puño con fuerza y acto seguido lo empecé a golpear en la cara; en el cuarto golpe estaba en el suelo e inconsciente. Seguí golpeándolo con todo lo que tenía, necesitaba liberarme de este sentimiento, de esta maldita ira que recorría todo mi cuerpo, y esta era la única manera.

Cuando termine de sacar toda mi furia me levante de su encima y vi como su cuerpo inerte todavía seguía respirando, tenía toda la cara enrojecida, sus ojos estaban hinchados y tornándose morados, su labio y nariz estaban sangrando.

Me acomodé el cabello y la blusa, ya que él puso resistencia y la rasguño.

Tomé aire antes de mirarlo bien; llevaba un ojo morado y el labio partido, su mejilla estaba con rasguños, sentí que tenía algo en el labio, me limpio y era sangre. Camino hasta la puerta para ver si había alguien afuera, lo único que veo es a unos guardias paseando, la volví a cerrar, pero esta vez con llave.

- ¿Quieres jugar cariño? - pregunte con una voz chillona y demasiado aguda, en dirección del cuerpo de Marcus- No oigo un "No" como respuesta- dije en el mismo tono.

(...)

Marcus Pov:

Empecé a sentir un inmenso dolor en mi cara y dorso; empiezo a recordar la paliza que Sacara me dio, seré sincero, si me ponen a luchar cuerpo a cuerpo con ella perdería en 5 segundos, ser hija de una Diosa la hace más fuerte que yo, maldita sea.

Abro mis ojos con lentitud y puedo ver a Samara sentada frente a mí, trato de pararme, pero como lo suponía me amarro a la silla.

- Nena lista- ella me sonrió de lado, tomó un trago de su vaso, parece ron.

- No sabes cuánto te odio- dicho esto se paró- Y sé que tú tampoco me soportas, y en verdad tuve un tiempo en darme cuenta que me habías drogado para que volviera contigo- dijo dando vueltas a la habitación- Pero te necesito con vida; así que no te mataré, por ahora- lo último lo dijo en mi oído, sentí un escalofrío, en verdad está mujer puede dar mucho miedo cuando se lo proponía- Necesito respuestas Marcus- ni creas que las tendrás- Primera pregunta: ¿Como se llama mi "amante"?

Era una idiota si pensaba que se lo diría, no correría el riesgo de que lo buscara y me arrebatara el trono.

- No te lo diré- respondí con burla.

- Lo encontraré algún día- dijo con seguridad en su voz.

- ¿Por qué? - pregunte divertido- Él está feliz con su mate, y que yo sepa ella hace un tiempo que ha quedado embarazada- note como se tensó- No creo que serías capaz de romper una familia feliz solo por tu capricho- sé que le di en su punto débil- Se muy bien que no podrías obligarlo a casarse contigo, lo separarías de su mate y su cachorro, eso sería muy cruel, incluso para ti.

Veo como bebe un trago de su vaso.

- Te odio- dijo mirándome con asco- Pero ya que eres el único que puede servirme como marido; pues acepto cariño- le sonreí, se acercó a mi- La boda será un mes después de mi coronación; así que no hagas ninguna estupidez mientras estamos en la maravillosa espera- dijo con burla.

- Eres tan estúpida- le dije burlándome.

- Ni creas cariño, ya que para mañana en la mañana pensaras que esto nunca sucedió y que tuvimos una noche de pasión y que nunca discutimos.

- ¿Qué? - pregunte desconcertado.

- ¿En serio creíste que ibas a recordar todo esto? Claro que no, mi amor; no te daré la oportunidad de tomar esto a tu favor.

- Buenas noches, amor- me besó y vi todo negro.

(...)

Samara Pov:

Como lo odio, fue capaz de hacerme tanto daño. Y lo peor es que Marcus tenía mucha razón, ahora ningún hombre me recibiría si no soy “pura”, mi boda sería un fracaso y me quitarían la corona.

Malditas reglas arcaicas y tontas; yo merezco la corona, yo soy la hija de la Diosa Luna, nací de la Diosa Luna, es mi derecho ser reina; pero por culpa de la estúpida corte no puedo hacerlo como yo quiero, tendré que hacer lo que ellos quieren o me quitaran la corona.

Jamás dejaría que me hicieran eso, no dejare que me quiten lo que por derecho me pertenece.

Creo que oficialmente he quedado completamente loca, porque me casaré con el idiota de Marcus Black con tal de callarlo y poder reinar. Tampoco puedo permitir que alguien más sepa que no soy virgen, arruinarían todo mi plan, un plan que llevo planeando desde hace demasiado tiempo.

"Para ser reina debes de formar una familia para asegurar tu legado y descendencia; lo que significa casarse" esas palabras pasan por mi mente.

"Tienes que ser virgen hasta el matrimonio, o casarte con quien perdiste la virtud"

Tengo que hablar con la corte lo antes posible, necesito cambiar tantas estúpidas reglas.

Muevo mis manos y aparezco con Marcus en mi habitación, lo dejo tumbado encima de mi cama y le quieto la ropa excepto el bóxer.

Salgo de mi habitación dejando con llave la misma.

Miro a todos lados, dos guardias se acercan a mí.

(...)

- Es la ley, Samara- dijo Kian con cansancio.

- ¿Cómo es posible? - pregunte molesta- Mi hermano no está casado y sigue siendo rey.

Claro, como él es hombre no tiene impedimentos, siempre es lo mismo, los hombres pueden hacer lo que quieran, no necesitan llegar vírgenes al matrimonio ni nada así.

Pueden tener una vida sexualmente activa antes de casarse y nadie les dirá nada y mucho menos los recriminaran.

Estoy cansada de estas reglas tan inútiles, como si ser virgen hasta el matrimonio me haría una mejor reina o gobernante.

- Su hermano estuvo casado, princesa- dijo Frederic sacándome de mis pensamientos y devolviéndome al mundo real- Mataron a su esposa hace unos meses; fue encontrada después de tres meses de estar desaparecida.

¿Qué?

Esta respuesta me dejo inmóvil por unos segundos.

¿Por qué James no me lo dijo?

Entonces ella fue el miembro de su corte que desapareció.

Pero… ¿Por qué no me diría que fue su esposa quien murió? ¿Por qué ocultarme esa pérdida? Somos hermano, no debería de haber ese tipo de secretos entre nosotros ¿No es así?

“Pero nosotras tenemos un secreto más grande que un esposo muerto” me recordó Lazuli.

No pienses en eso, nadie puede saberlo hasta después de mi coronación.

- Entonces.... tengo que casarme obligatoriamente- dije mirando a todos los presentes.

- Sabemos que el mejor candidato es el Alfa Marcus Black- dijo Frederic de nuevo- Ya que como todos los aquí sabemos, él es su mate- todos los presentes asintieron con su cabeza y vi como Kian ponía los ojos en blanco ante lo que Frederic dijo.

- Pero también recordemos que él la rechazo hace unos meses- dijo Sebastián, otro miembro de la corte- Yo creo que podríamos ver otras opciones, hay muchos alfas dispuestos a casarse con la princesa.

- ¿Cómo quien Sebastián? ¿Acaso te refieres a tu hijo? ¿Fabian esta entre esos alfas? - pregunto Frederic.

- Claro que sí, mi hijo no tiene mate, estaría más que dispuesto a casarse con la princesa- contesto.

- Podrá que Fabian todavía no encontrara a su mate, pero ¿Qué sucederá cuando la encuentre? - pregunto otro miembro de la corte- ¿La rechazara para seguir con Samara? Claro que no, todos sabemos que su hijo es demasiado débil como para rechazar a su mate; ese joven jamás se pondría en contra de lo que quiere la Diosa Venus para él.

- Terminaría cediendo ante su mate y dejaría a nuestra princesa- dijo Frederic.

- El joven alfa es demasiado débil, no creo tampoco que fuera apto para ser rey, necesitamos a alguien fuerte que pueda llevar el peso de la corona sobre su cabeza-

Yo, yo soy quien puede soportar el peso de la corona, yo soy la que lo va a soportar, no mi esposo o algo así, la heredera soy yo, él simplemente será el rey consorte, yo seré la reina por derecho.

Maldita sea, ¿Por qué todos en este se lugar se niegan a verlo y me tratan como si yo fuera la futura reina consorte?

- Se necesitaría de un alfa que haya perdido a su mate o que tuviera un rechazado de por medio- continuo Sebastián.

- ¿Cómo tú? - pregunto Frederic- Te refieres a ti ¿No? - volvió a preguntar con burla- Porque todos recordamos como rechazaste a tu mate porque tenías a una amante, y ahora te encuentras solo porque tu querida Eva encontró a su verdadero mate- dijo con una sonrisa burlona.

- Todos sabemos que yo sería un magnífico rey- contesto con aires de superioridad- Guiare a Samara en todo, le ensenare como gobernar.

- Princesa Samara para usted- respondí yo, llamando la atención de toda la corte- Le aseguro alfa Sebastián que no estoy interesada en casarme con un hombre que es 13 años mayor que yo; y menos si rechazo a su mate por el simple hecho de tener una amante- todos me miraron atentamente- Yo respeto lo que la Diosa Venus escribió para mí- respire un momento antes de seguir hablando- Por eso creo que los mates son importantes.

- Eso quiere decir que si se casara con Marcus Black ¿No es así? - pregunto otro miembro de la corte.

- Exacto, estamos viendo fecha para la boda, estamos muy emocionados por unirnos en matrimonio- dije fingiendo una sonrisa, está más que claro todos la creyeron- Como siempre tuvo que ser.

Pude ver la gran sonrisa de Frederic.

- ¿Y qué fecha escogieron?

- Será un mes después de mi coronación- dije yo- Yo la escogí, Marcus me dejo escogerla.

- ¿Hizo la propuesta de matrimonio oficial?

- No, la organizaremos para que sea una semana antes de la boda- conteste.

- Bueno, entonces solo nos quedas esperar- dijo Melen- En hora buena por la boda, y que por fin tendremos rey y reina.

- En hora buena- dije otra vez fingiendo una sonrisa.

- Bueno, creo que es momento de retirarnos- dicho esto todos salieron del salón menos yo.

Necesito mandar bien lejos Marcus mientras estemos en la espera de la boda, no lo puedo tener cerca, no lo soporto y estoy segura de que podría mandar todo por el caño si lo tengo cerca por mucho tiempo.

Lo mandare de nuevo a su manada.

Ahora necesito enfocarme en Mary Anne; había olvidado contarle que se casaba, no creo que le guste lo que le dire.

- Ni a ti te gusta- dijo Lazuli.

- ¿Por qué todo tiene que ser así? - le pregunte cansada.

- Dios padre escribió nuestro destino; ni tú, ni tu mismísima madre puede interferir- me recordó.

- Teóricamente también es tu madre- le recordé.

- No me lo hagas recordar, todavía no supero que nos allá abandonado cuando solo éramos un bebe en medio del bosque; y que a nuestro hermano lo criara hasta los 8 años.

Me removí incomoda.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Tú decidiste Rechazarme