Tú decidiste Rechazarme romance Capítulo 5

Jessica Pov:

Después que Sam se desmayara los guardias la llevaron a su habitación; Kian llamo a un doctor, ha llegado hace una hora y hasta ahora no nos ha dicho nada.

Kian se encontraba a mi lado, estaba igual de angustiado que yo; ambos nos encontrábamos en la sala esperando a que el doctor bajara.

¿Qué sucedió? Samara literalmente es la hija de una Diosa, debiera de estar completamente sana. Todo esto se volvía muy confuso para mí.

Sentí que alguien bajaba de las escaleras, corrí hasta el comienzo de las escaleras y me encontré con el doctor bajando las escaleras.

- ¿Qué le sucedió doctor? - le pregunte preocupada, Kian apareció a mi lado.

- Necesito que tomen asiento para poder explicárselo mejor- me dijo calmado, mire a Kian.

- Sígame doctor, por aquí- dijo Kian llevándonos a la sala.

Nos sentamos en los sillones.

- Ahora sí- dije impaciente- ¿Qué tiene mi amiga? - pregunte preocupada, Kian estaba igual de atento que yo.

- Primero lo primero ¿La princesa tiene mate? - pregunto el doctor, Kian y yo nos miramos.

- Bueno sí, pero...- empecé yo.

- La ha rechazado- dijo Kian interrumpiéndome, siendo preciso y sin rodeos.

- Entonces mis sospechas ya tienen fundamentos más sólidos- dijo el doctor.

- ¿Qué sucedió doctor? - pregunte.

- La princesa está demasiado débil, por lo que hable con el señor Kian por teléfono- dijo mirando a Kian- La princesa dejo de practicar su magia por más de un año después de realizar un hechizo muy poderoso; he hablado con una bruja cercana a mí y me ha dicho que cuando realizas un gran hechizo debes seguir haciendo magia pero claro que disminuyendo la intensidad, pero si pasas de realizar algo con tanta fuerza y dejas de hacerlo de golpe entonces es como un efecto rebote; esa es una de las razones por las cuales la princesa no soporto usar su magia en esta oportunidad, pero también hay otra razón que la dejo aún más débil.

- El rechazo de su mate- dijo Kian y el doctor asintió.

- El rechazo le ha afectado bastante, tanto que estará débil y vulnerable por mucho tiempo; al parecer ella había desarrollado sentimientos fuertes hacia su mate antes de tiempo, le dio el poder de lastimarla, por esa razón cuando la rechazo la dejo tan vulnerable e indefensa- dijo el doctor.

- ¿Qué debemos hacer doctor? - pregunto Kian, yo todavía estaba analizando lo que nos había dicho el doctor.

- Por ahora no se puede hacer nada, le he dejado unas pastillas en su habitación con instrucciones; solo manténganla a salvo y que vuelva a realizar magia, pero de poco a poco; no debería de tener más sentimientos negativos por un buen tiempo; esta vulnerable y eso que es hija de una Diosa.

- ¿Qué tan vulnerable?

- Solo cuídenla, no sé qué tan vulnerable pueda estar con exactitud, pero estoy seguro de que está muy débil; tal vez se recupere de todo esto hasta dentro de un año o más, a lo mucho dos años- dijo el doctor.

(...)

Después de que el doctor explicara todo lo que tiene mi mejor amiga y por qué estaba así, lo acompañé a la puerta de la mansión y se fue, Kian desapareció apenas el doctor se fue.

Esta noche vendría la Diosa Luna de visita a ver a su hija, y también conoceríamos a quien sería la otra beta de Samara.

Kian y yo nos la pasamos organizando las llegadas el resto del día.

Mi amiga todavía sigue descansando, faltaban 2 horas para la llegada de su madre.

Camino hacia su habitación, cuando entro me encuentro con que esta despierta.

Está echada en su cama mientras mira al techo.

- Toc toc- dije tocando la puerta. Me miró y sonrió, débilmente, pero sonrió.

- Al fin te dignas en venir- me dijo fingiendo molestia- ¿Qué te dijo el doctor? - pregunto. Yo estaba desconcertada.

- ¿Cómo sabes que vino el doctor? - pregunté sorprendida y algo nerviosa, no sabía si tenía que decírselo yo.

- Porque desperté hace 10 minutos y me encontré con esto- me dijo enseñándome una nota, me acerqué hasta ella; la nota era la que el doctor dijo que había dejado en su habitación- Dice que tengo que tomar esta pastilla a las 8 de la noche y esta otra a las 9 – me dijo mostrándome las pastillas- ¿Qué dijo? ¿Qué me sucedió? - me miro a los ojos y yo me quede fría, estoy de unos segundos reformule lo que le iba a decir.

- Esto es algo muy difícil- me senté en el filo de su cama- pero creo que... - Fui interrumpida por Kian...

Samara pov:

Kian entró rápidamente a mi habitación, interrumpiendo lo que Jess me iba a decir.

- Princesa debe de alistarse, su madre llegará dentro de 2 horas y usted recién va despertando- dijo él.

- Está bien, Kian- dije y traté de levantarme, Jess me ayudó y me llevo hasta el baño.

Kian salió de mi habitación.

- ¿Qué era lo que me ibas a decir? - le pregunté a Jess, me quedo mirando unos segundos y luego miro a la nada por otro tiempo, como si estuviera en trance - ¡Jess! - traté de llamar su atención - ¡Jessica! - grité y al fin reaccionó.

- Lo siento- se disculpó, iba a hablar, pero me interrumpió- Te haré un baño de sales para que te relajes- me dejó parada cerca del lavamanos mientras ella buscaba entre los cajones del armario del baño.

Era raro en Jess, pero no la voy a aturdir con mis preguntas, si fuera grabe ella me lo diría.

(...)

Estaba en la bañera, se sentía bien, me relajé por completo.

Pasé como 45 minutos allí, así que me toca salir para alistarme antes de que se me hiciera tarde. Salí del baño con una bata y una toalla en la cabeza.

Vi hacia mi cama y ahí estaba ya listo mi vestido para esta noche. Lo examine, el color blanco no era mi favorito, pero era el que representaba a mi madre; el vestido me llegaba un poco más debajo de la rodilla, sin escote y mangas tres cuartos; lo usaría con unos tacones plateados.

Me vestí mientras tarareaba alguna canción de la cual no recuerdo ni el nombre.

Me acerqué al tocador y me senté para comenzar a maquillarme, mis ojeras se siguen notando, pero es raro ya que dormí de lo mejor. No hago caso y me echo corrector; me pinto los ojos con un tono que combine con mi vestimenta, me pongo rímel y un labial que no sea muy llamativo. Me miré de nuevo al espejo y vi que mis ojos estaban raros, no le tomé importancia. Me enfoqué en mi cabello, me hice una media cola, y se me veía bien.

- Estás hermosa- miré por el espejo y ahí estaba Jess mirándome.

- Gracias- le sonreí- Tú también- le respondí a su alago, ella llevaba un vestido completamente gris, escotado y sin tirantes.

- Pero falta algo- dijo adentrándose más en mi habitación mientras miraba por todos lados- ¿Qué será lo que le falta a la princesa de los licántropos? – camino hasta estar dentro mi closet, salió de ahí- Creo que esto- vi sus manos y traía mi corona, la misma corona que dejé el día que me escapé.

Recuerdos me invaden y me duelen, ya que escapé por él y me pagó de la peor manera. Jess se acercó con una sonrisa, y me lo colocó suavemente- Ahora sí estás perfecta.

- Gracias – le dije, me pare y nos abrazamos.

- La Diosa Luna ha llegado – gritaban las sirvientas.

- Creo que tu madre acaba de llegar- dijo Jess- ¿Lista?

Tomé aire y suspiré– Sí– ella asintió y salimos hacia el gran patio trasero.

Los guardias, todos los sirvientes y la corte de mi madre ya estaban ahí. Esperando ansiosos la llegada de su diosa. Me paré en medio con Jess a mi lado; mi madre estaba en el cielo en su completo esplendor, sentí cómo me fortalecía al sentir la luz que provenía de ella.

Un miedo gigante me recorría, era hora de enfrentar la verdad.

Mi madre tenía razón, y he perdido en aquel trato que hicimos, me toca aceptar lo prometido. Miro al cielo y este empieza a perder su color. Era hora de la verdad. Momento de afrontar mi condena.

(…)

Omnisciente Pov:

La luna empezó a menguar rápidamente, mientras que en medio del gran patio la figura de una mujer aparecía en un resplandor blanco.

Todos estaban contemplando el gran suceso ya que la luna no se había aparecido entre los licántropos desde que su hija huyo.

La felicidad le invadía a todos menos a una joven de ojos azules que sentía un pequeño nudo en su garganta. El humo se hizo más espeso y luego fue desapareciendo poco a poco, dejando ver a una mujer de cabello negro como la noche y ojos grises; era alta y hermosa. Su mirada recorrió todo el lugar, todos los presentes hicieron una reverencia. Ella al ver a Samara caminó hacia ella.

- Levanta la cabeza- dijo la Luna, Samara levantó lentamente, y al cruzar la mirada con la de su madre empezó a temblar- Tu nombre- le exigió.

- Samara Moon- respondió en lo bajo.

- Más fuerte, tu nombre- repitió.

- Samara Moon- dijo firme y desafiante, con valentía.

- ¿Quién eres Samara Moon? - pregunto la Diosa

- Soy la hija de la diosa Luna y futura reina de los licántropos- dijo del mismo modo, todos quedaron mirando la escena. La cara de la diosa cambió de seria a una sonrisa.

- MI HIJA HA REGRESADO- gritó la Luna, todos aplaudieron y festejaron- Me alegra tenerte de vuelta.

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