Tu no me mandas romance Capítulo 18

Damián

Estoy abrumado creo que nunca en mi vida e sentido todos estos sentimientos y menos pensé que los sintiera por alguien como ella, Raisa, Raisa siempre me pareció alguien tan odioso y patético desde que la conocí, cuando yo apenas era un crío, cuando llego a mi casa ese dia y la vi jugando con Jane la verdad no me importo ya que pensé que nunca la iba a volver a ver como a las otras "amigas" de Jane las cuales por una o otra razón nunca volvían más de dos veces y si lo hacían era porque las obligaban sus papas pero eso es aparte, pero cuando vi que venía y venía me sorprendió eso, mas nada mas, pero ella empezaba a acercarse a mí lo cual era un fastidio y a los nueve años me enteré porque lo hacía, estaba enamorada por alguna extraña razón de mi y lo supe más porque un dia ella se me lanzo y me beso "accidentalmente", fue solo un roce pero para esa edad era una asquerosidad pues odiaba a el género opuesto y ella cada que podía lo hacía, a nuestros padres les pareció tierno por eso no intervenían pero con el pasar de los años ella ya no era tan lanzada si no me acechaba por la sombra, y cambiamos, ella era más tímida y ya no era tan energética y a mi me interesó mucho más el género femenino tanto que cada que podía llevaba una chica a escondidas a casa o tenía chicas, muchas veces ella vio cuando las llevaba y siempre hacia la misma cara de tristeza la cual me parecía graciosa y mas lo hacia, hasta que tuve diecisiete y empecé a salir con una novia más serio Madison una chica experimentada la cual me gustaba, tal vez solo me gustaba eso, su experiencia, estaba tan encaprichado con ella por su belleza que hacía lo que quería y le daba lo que ella quisiera, fue la novia que más tiempo tuve después de ella solo tuve deslices, pero solo fue eso un capricho, con el tiempo dejó de interesarme y hasta me agobiaba su presencia y creo que comenzó desde que me fije con más atención en sus acciones, conmigo o cuando yo estaba presente era un amor es mas hasta pensaba que no se atrevía a romper un plato pero todo esa fachada se acabó cuando un dia yo me dirigí a la cocina y cuando volví a mi habitación escuche como intimidaba a Raisa diciéndole el apodo de dientes de hojalata, lo cual pase por alto pero una parte de mi comenzó a odiarla por hacer eso a alguien de los míos ya que si aunque no le hablara y me gustaba ver su cara de tristeza por mi noviazgo ya que sabía que le dolía, ella era alguien de los míos, desde hay me distancie de ella y el día que Jane la golpeó tanto hasta quebrarle un diente ese día sentí alivio de no verla nunca más, por otra parte Raisa siempre estaba con esa inseguridad de sus dientes por todo el trato y ahí empecé a sentir algo, me preocupaba por ella y pensé que era por todos los años que la conocí la consideraba una hermana tanto que empecé a fijarme más en sus gustos y a cuidarla, cuando ella decia que queria algo yo lo conseguía y al principio no sabía porque lo hacía, tal vez solo para ver de lejos su sonrisa me llenaba de satisfacción, si ella quería un dulce yo lo compraba pero nunca se lo daba, siempre se lo daba a Jane o a Mamá y les pedía que ella no se enterara o me hacia que no me interesaba, cuando unas niñas la molestaron en la escuela yo sin decirle a alguien moví unos hilos de conocidos de papá y transfirieron a sus padres a otro país de un dia para otro, pero cuando estaba ella presente nunca entendí porque pero siempre la ignoraba o la despreciaba y cuando fuimos a la universidad yo siempre destaque en todo tanto en lo académico y lo deportivo por eso era se podría decir popular y yo no iba a desaprovechar, cada que podía salía con una belleza nueva, nada serio y siempre que estaba en la escuela la veía, veía esa mirada triste puesta en mi veía como veía a la chica que estaba besando y acariciando, hasta que ya no la veía con envidia o celos si no con resignación y tristeza a lo que por primera vez no me alegro o me enorgullece si no me molestaba y entonces siempre que salía con una chica lo hacía a espaldas de ella pero sabía que Raisa sabia de mis aventuras por rumores, así pasó el tiempo hasta que me encontró en el cuarto de visitas con una mujer semidesnuda, y por primera vez vi esa mirada una cargada de tristeza pura pero combinada con otra que nunca había visto, decisión, cuando le reclame ni me lo tome enserio y lo empeore más, pero cuando ella me contesto que me amaba pero lo iba a superar vi en sus ojos que de verdad lo iba a hacer, me sentí por primera vez en mi vida desesperado y sin saber qué hacer, cuando la vi salir y le grite pero ella ni siquiera volteo sabía que eso que vi en sus ojos era verdad ella la única mujer que me a amado sin esperar nada a cambio y amándome como soy y sin desear mi riqueza o por mi apariencia, sentí lo que mucho tiempo no quería ver, me gustaba y si no hacía algo rápido la perdería y ya no iba a poder hacer nada así que también por primera vez en mi vida yo un hombre de negocios halagado por mi inteligencia y decisiones correctas estaba jodido no sabia que hacer para recuperar esa mirada que me veía con tanto amor, un amor puro, sin lujuria o deseo solo amor, y lo supe en ese instante yo también la quería y estaba jodido por ella.

- Damián sal de tu ensoñación, te he estado hablando por media hora- dice mi amigo, uno de los únicos amigos que tengo que no se me acerca solo por mi dinero y apellido.

- ¿Qué decías?- él suspira.

- yo estaba contándote que estoy jodido por una mujer, la mujer más hermosa que existe y la más terca y tu ni me tomas enserio- ruedo los ojos ya que los dos estamos jodidos pero de diferente manera ya que a él ni siquiera le da la hora esa "hermosa" mujer por lo que me cuenta.

- qué quieres que te diga, estás jodido- me rio de él a lo que este suspiró negando.

- me lo dice el que la jodio con la única mujer que lo ha aguantado todos estos años- dejó de reír al instante y él me ve con una risa de suficiencia.

- estamos iguales- digo.

- creo que los dos estamos muy estresados tu por tu enamorada que ya no te quiere y yo por mi mujer misteriosa- es cierto el no me a dicho el nombre de esa mujer la cual creo que no nos llevaremos muy bien ya que como me la cuenta tenemos casi el mismo carácter y esa mujer tiene al pobre comiendo de su palma.

- ¿Cuándo me dirás el nombre de esa fiera que te trae todo idiota?- el se pone nervioso a lo que me dice que la conozco pero por algo no quiere decir, talvez esa mujer es peor de lo que me imagino.

- cuando esté listo- suspira.

- mejor cambiando de tema deberíamos de ir a despejarnos, no se a beber un rato y desesperarnos, ¿Qué dices?- asiento ya que no es mala idea tiene tiempo que no salgo ya que esos días se quedaron en la universidad ahora tenía obligaciones y la verdad me aburría, ya no era lo mismo.

- no me parece mala idea pero el viernes no, tengo junta hasta tarde, mejor el sábado- asiente y piensa para luego parece del mueble.

- esta bien pero que sea en el mismo lugar que siempre- ruedo los ojos ya que siempre el riquito quería ir al club que tengo a pasar el rato.

- solo quieres ir a mi club porque quieres beber gratis, tacaño de mierda- me carcajeo y el asiente varias veces.

-exacto amigo, si tengo un amigo con club para que ir a otro a gastar dinero- bromea riendo pero yo sé que él siempre paga los tragos aunque nadie le cobre, eso es lo que tiene, a él no le gusta lo fácil.

- pues bueno en el club el sábado- sonrió y él asiente convencido para luego con una sonrisa despedirse, creo que este nos espera un gran sábado.

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PD: ¿le esperará una golpiza a Massimo Daract cuando se entere Damián que la mujer misteriosa y con carácter similar es su hermana?, él no es celoso con ella pero quien sabe.

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