Tu no me mandas romance Capítulo 8

JANE

Maldita resaca, la odio, y lo que más odio es ir a trabajar tan temprano y con resaca, pero lo bueno es que puedo ver mi futuro ganador, me dirijo a mi oficina con unos lentes oscuros, le digo a mi secretaria que me avise cuando llegue el idiota de mi hermano ya que tengo cosas que hablar ya que hay una cosa que no me tiene muy contenta, me pongo a trabajar lo más concentrada que puedo al rato me avisa mi secretaria que mi hermano ha llegado, espero unos treinta minutos para que no se vea muy desesperado o como si lo hubiera esperado.

-Perfecto- digo para encaminarme al ascensor, veo que hay tres personas los cuales ignoro ya que vengo solo por un objetivo.

-Buenos días señorita Tuell- me saluda un rubio alto coqueto, pero los rubios no son lo mío.

-Buenos días- conteste mirándolo brevemente, cuando llego a el piso donde trabaja mi hermano, él todavía no es el presidente, mi padre no lo ha querido porque según él "todavía es joven" pero mamá lo obligó para que el próximo año máximo se retire así que mi hermano ascenderá a la presidencia, yo por mi parte seré la vicepresidenta cuando tenga mas experiencia para luego con un poco de talento heredado manejare otros temas de empresas que aún no he decidido tal vez Damián se quede con el manejo de las empresas mientras que yo me encargo de los tratados internacionales u otros objetivos externos, todavía no lo tengo claro, lo que sé es que no me quedaré quieta.

Me pongo a caminar hasta llegar a su oficina pero su secretaria se interpone.

-Disculpe señorita pero el señor está ocupado- me dice la mujer sumisa.

-Es urgente- le digo tratando de pasar.

-Lo siento pero no puede, su hermano hoy no está de tan buen humor- le quiero decir que me deje pasar que yo tampoco estoy de buen humor, despedirla en este instante, cuando alguien interrumpe.

-Pero mira a quien tenemos aquí, a la más bella flor, la increíble Jane Tuell- me giro encontrándome con el idiota de Massimo Daract el francés más creído y guapo que he conocido.

-Tú de nuevo, pensé que tenía la dicha de nunca más verte- él sonríe.

-Pues no, además sé que me extrañaste- se acerca.

-Como podría extrañar a alguien tan regular- lo miro mal.

-Aunque lo niegues me amas- me rio.

- si claro. Así que contigo estaba mi hermano encerrado en su oficina como media hora, que estarían haciendo, no me digas que te gusta mi hermano, de mejor amigo a novio, gran paso has dado futuro cuñado- él se le borra la sonrisa, pero vuelve a sonreír y se me acerca.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Tu no me mandas