Tu no me mandas romance Capítulo 9

Raisa

hoy es un día horrible, hoy es un día lluvioso, yo odio la lluvia, me recuerda a la tristeza y la melancolía, días como estos tengo ganas de quedarme en mi cama y dormir olvidándome de todo pero no, ya no, hoy como todos los días debo de afrontar mi vida, cuando estoy en el coche con mi papá al lado, él me ha querido hacer platica como todos los días desde hace una semana, pero yo estoy sumida en mí, y en mis recuerdos tortuosos con él, me habla de cosas no prestó la mínima atención por ver las gotas cayendo a la ventana.

-capullito ¿Qué pasa?- me toca mi mejilla y volteo mi cabeza para verlo.

-nada papá, solo pienso- suspiro y él me mira triste.

-capullito desde hace una semana has estado así, ya no has querido hablar casi y te niegas a ir a la casa de los Tuell siempre, ¿acaso te peleaste con Jane? o algo te incomoda- no sé qué decir- di algo- yo solo suspiro mirando mis manos

-No es nada papa, solo estoy acostumbrarme a todo, Jane y yo estamos perfectas, es más si quieres hoy voy contigo a la casa de los Tuell- lo último lo digo en un murmuro ya que la verdad no sé si estoy lista para encontrarme con Damián, no sé si lo soporte.

-Está bien capullito, ahora baja y da lo mejor de ti- me dice y cuando volteo ya hemos llegado.

-te amo papá- me despido caminando al ascensor.

-no olvides que hoy a la hora de la comida tenemos una junta con mi amigo y el pequeño Damián- me paró en seco al oír su nombre, aprieto mis manos y me volteo para con una sonrisa decirle a mi padre.

-claro, no lo dudes- me giro y de inmediato borró esa sonrisa, entro al ascensor y cuando llego a mi lugar de trabajo me dedico a solo trabajar y solo enfocándome en ello ya que no quiero recordar al Damián, porque como olvidarlo si siempre lo voy a tener que ver y me dolerá el corazón no poder acercarle, pero ya está decidido, aunque sea poco a poco lo tengo que olvidar,

Estoy revisando unos papeles importantes cuando alguien me toca el hombro, veo arriba y me encuentro a Estela.

-hola, solo quería saber si hoy vas a poder ir a comer con nosotros- sonrío.

-no, lo siento pero hoy tengo una comida con mi padre- ella asiente.

-me alegro, ya será para la próxima, además mira para allá- miro disimuladamente y me encuentro con los ojos de Cristian los cuales regresan a la computadora rápidamente con un leve sonrojo en las mejillas cuando nos ve mirándolo- parece que tienes un admirador algo tímido, pero que no te engañe, los más tímidos siempre son los más rudos en.. ¿Ya sabes a lo que me refiero cierto?- me pare y exclame.

-Estela- ella ríe.

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