Un beso de verdad [BXB] romance Capítulo 19

–nnngh...–gemí de forma suave mientras sus mojados dedos irrumpían en mi interior con el único propósito de prepararme.

Yo me mantengo boca abajo en la cama, únicamente tengo el trasero levantado por lo que sus dedos pueden entrar y salir de mi interior cuantas veces lo deseen, además mientras me toca busca mis puntos sensibles con tal de estremecer a mi cuerpo, Jack sabe que tras tocar estos puntos de mi cuerpo me excitaré y comenzaré a suspirar deliberadamente por más.

Por otro lado, como ya llevamos literalmente dos meses sin hacerlo, mi interior se aferra a sus dedos casi como si no los quisiera dejar ir, se siente tan delicioso que no puedo dejar de aferrarme a sus dedos quienes se abren como tijeras dentro de mí, además rozan un punto exquisito con el que mi entrepierna comienza a liberar pequeñas gotas de mi semen mientras un cosquilleo se forma en mi vientre.

Sé que adora la vista que le estoy dejando ver, me estoy aferrando a la almohada mientras levanto mi trasero desesperadamente para sentirlo más adentro, ahora mismo no lo veo, sin embargo, sé que sonríe maliciosamente mientras planea su siguiente movimiento.

Yo estoy a su merced, cada centímetro de mi cuerpo le pertenece, así que cuando retira sus dedos, sé que se introducirá, además se separó de mi cuerpo para quedar completamente desnudo antes de ponerse el condón y acercar su erección a mi entrada, estoy desesperado por sentirlo dentro de mí, tanto que comencé a mover mis caderas con tal de rozarlo en mi entrada mientras que este aprieta con fuerza mis nalgas.

–Que delicioso te ves...–me susurra introduciendo la punta de su pene y al mismo tiempo acerca su pecho a mi espalda con tal de hablarme a la altura de mi oído mientras su erección va introduciéndose en mí.

–¡Ah...! –gemí tras empujarlo con fuerza– nnngh...–llevé mi mano hasta mi erección dispuesto a tocarme mientras él se acomodaba dentro de mí– Jack... m-muévete...

–Prefiero impacientarte...–me dijo a la altura de mi oído mientras dirigía sus manos hasta mis pezones con tal de juguetear con ellos en el momento menos indicado, ya que únicamente deseaba que se moviera con profundidad, me sentía tan impaciente que comencé a mover mis caderas en busca de que se rozara dentro de mí.

Jack como "castigo" empujó su pene con rudeza dentro de mí, mi cuerpo entero se estremeció tras él repetir esto varias veces, él no lo estaba sacando, simplemente lo empujaba más adentro mientras pellizcaba mis pezones en el proceso. Pude sentir como mis mejillas se sonrojaban, no me sentía avergonzado, más bien me sonrojé por culpa de lo excitado que me sentía, incluso me estaba corriendo de forma lenta por culpa de sus leves acciones.

Por supuesto que me embistió, al principio lo hacía de forma lenta con tal de asegurarse de que mi interior no doliera, como no quiere lastimarme lo fue haciendo lento hasta asegurarse de que todo mi cuerpo lo aceptaba con placer. Soy consciente de que aún se siente preocupado por mí, no quiere presionarme, sin embargo, ahora mismo mi cuerpo solo desea ahogarse en excitación, lo único que deseo es que me dé placer y sé perfectamente que puede darme todo lo que deseo si deja de preocuparse.

Está claro que no deseaba quedarme con gusto a poco, mi cuerpo ya está acostumbrado a tener varias rondas, así que cuando tuvimos la primera me alarmé tras él alejarse de mí con tal de tirar el condón. ¡Por un momento creí que eso era todo! Apenas me he agitado, normalmente me quedo jadeante y exhausto, por tanto, me giré con tal de exigir una siguiente ronda, pero no hizo falta, la siguiente ronda vino con un jugueteo un poco inquietante.

–Ahora que he comprobado que estás en perfectas condiciones– dijo a medida que me ponía una venda en los ojos– más te vale aguantar hasta que me sienta satisfecho– añadió besando mis labios de forma dulce.

No estaba seguro de si me gustaba el hecho de no ver lo que estaba haciendo, me sentía incluso nervioso, no podía ver absolutamente nada, simplemente sentía como él se alejaba de mi cuerpo e iba en busca de cosas que no lograba ver, de hecho, incluso salió de la habitación y se marchó por varios minutos, me sentía muy intranquilo, estuve a punto de quitarme la venda, solo que Jack llegó justo a tiempo para detenerme y asegurarme de que no me iba a hacer nada malo.

Yo confío en él, sé que no me hará nada malo, aunque es normal sentirte inquieto cuando no logras ver absolutamente nada, normalmente si no fuera él mi prometido, no aceptaría esto, ya que he oído casos en donde las personas son fotografiadas e incluso grabadas sin su consentimiento.

Lo bueno es que él se acomodó en la cama justo sobre mi cuerpo, lo malo es que también me esposó a la cama sacando la excusa de que seguramente lo iba a detener, yo me preocupé, creí que me haría cosas horribles, solo que tras él besar mi cuello de forma dulce mientras mantengo mis manos esposadas a la cama, me fui sintiendo más a gusto.

Jack únicamente besaba mi cuello a medida que acariciaba mi muslo izquierdo con tal de acomodarse entre mis piernas, podía sentir el calor de su cuerpo, la suavidad de sus manos, el calor de su respiración con cada beso que depositaba en mi cuello. Todo esto lo sentía con más intensidad, mis sentidos estaban muy despiertos a cualquier ruido o toque que me brindaba, quizás por ello se sentía de forma más intensa cosas que ya me ha hecho.

Nosotros lógicamente hemos hecho muchas cosas, aunque en esta ocasión era diferente, cuando él fue bajando sus besos por mi pecho, sentí un agradable cosquilleo que me envolvía, además aquellos puntos que sabe que me gustan, ahora mismo me encantaban debido a que era mucho más intenso, sentir sus labios jugando con mis pezones me conseguía estremecer, mi cerebro imaginaba como sería verlo ahora mismo, en como estaría su lengua jugueteando con ellos, por tanto, me estaba excitando a base de lo que sentía y mi imaginación.

Lo curioso es que mi cuerpo tembló de placer cuando continuó bajando, yo era consciente del recorrido que haría, podía imaginarme a donde se dirigía, por ello removí mi cuerpo casi intentando acercar mis manos a su cabello, solo que tras estar inmovilizado simplemente me quedé con las ganas de tocarlo mientras su lengua jugueteaba con mi cuerpo.

Mi cuerpo se sentía caliente, mi respiración se sentía agitada, además descubrí que era aquello que fue a buscar antes, lo peor es que me estremecí e incluso me removí en la cama tratando de alejarlo debido a que estaba frío ¿pueden imaginar que era? Es frío, suele añadirse en el alcohol, o bebidas con tal de enfriarlas. ¡Era un maldito hielo! Estaba frío, además lo puso justo en mi vientre, podía sentir como se derretía con mi cuerpo.

–Qui...Quítalo...–dije en un susurro entrecortado, se sentía extraño.

Jack dejó de chupar, pude sentir como sonreía, ya que hizo algo completamente diferente a lo que pedía, de hecho, añadió otros los cuales puso en mis pezones volviéndolos aún más duros. Yo me removí, deseaba quitarlos, estaban muy fríos, se sentía extraño, aunque no podía decir que me desagradaban.

–nnnnh...–me removí sintiendo como los cubitos de hielo que estaban en mis pezones se escurrían por mi pecho, además el de mi vientre estaba logrando mojar todo mi abdomen debido a que me estaba removiendo y este se movía conmigo– ah...– suspiré cuando sentí uno de los hielos caerse, solo que Jack rápidamente lo tomó y lo puso en su lugar.

–Si se caen, te pondré otro, así que quédate quieto– me advirtió, pude sentir como tomaba otro hielo del recipiente en donde los había traído, pude sentir el choque entre ellos, esto era increíble, aunque gemí con cierto frío tras sentir uno en mi entrada.

Aquel hielo se derretía más rápido que los otros, quizás se deba al hecho de que eran sus dedos los que lo rozaban por mi entrada redondeándola, se sentía muy extraño, aunque al mismo tiempo era bueno, incluso me corrí por culpa de los hielos mientras Jack seguramente observaba atentamente mi comportamiento.

–Ah... –suspiré removiéndome sin querer, mi cuerpo deseaba moverse, solo que se cayó otro hielo, por tanto, lo acomodó e insertó el hielo que rozaba mi entrada– ¡nnngh...! –gemí sintiendo mi interior frío, pero como estaba caliente el cubo de hielo se derretía por culpa de mi propia excitación.

Lo siguiente que ocurrió, fue sentir como sus dedos empujaban lo que quedaba de hielo en mi interior, sus dedos estaban fríos, sentía un escalofrío recorrer mi columna vertebral, aunque al mismo tiempo sentía un cosquilleo inigualable que me hacía mover las caderas en busca de que sus dedos se rozaran dentro de mí.

–A pesar de tener un hielo, estás muy caliente aquí dentro...–me dijo rozando un delicioso punto que sabía que me gustaba.

–nnngh...–intenté cerrar mis piernas, era algo que hacía de forma inconsciente debido a que sentía que estaba por correrme, por ello Jack las abrió de par en par mientras se aseguraba de rozar mi punto una y otra vez hasta que me corrí– ¡ah...!

–Uff...–soltó acercando sus labios a mi cuello, mi cuerpo se sentía mojado, deseaba secarme, los hielos ya se habían derretido casi por completo, sin embargo, Jack aún deseaba jugar con mi cuerpo.

Jack me estaba impacientando, él estaba investigando y analizando cada una de mis reacciones mientras que yo me mantenía a su merced, algo como esto se sentía bien, increíblemente bien, ya que solamente se dedicaba a que me corriera en múltiples ocasiones hasta que me quedé jadeante y exhausto.

¡Únicamente me ha masturbado! Ni siquiera me ha penetrado, pero me siento cansado, incluso mi respiración es entrecortada, entonces cuando estaba a punto de decir un "dame un respiro" me penetró. Mi cuerpo tembló de placer, se sentía extrañamente más grande, más caliente e incluso más grueso, no sé qué pasaba realmente, supongo que tras no verlo me comienzo a fijar mucho más en la sensación que genera su pene cuando me penetra.

Es delicioso, pero aquel lascivo sonido que provoca cuando me embiste me hace sentir avergonzado, mi interior suena de una forma extraña, estoy un poco asustado, mi cuerpo tiembla, mis gemidos sobresalen, siento tanto placer que quiero llorar, además trato de aferrarme a las sábanas, pero únicamente puedo hacerlo con mis pies mientras él golpea más y más fuerte.

–¡Ah...! ¡nnngh...! –iba gimiendo de placer hasta que puso mis piernas por encima de sus hombros con tal de darme estocadas más profundas, yo me corrí al instante, sentía como mi corrida rozaba parte de mi vientre, aunque la sensación de tenerlo dentro se ganaba toda mi atención– ¡ah...!

Él tenía mucha más energía, me puso en todas las posiciones que le fue posible, incluso dejó de esposarme a la cama solo para llevarme entre sus brazos contra la pared, incluso lo hicimos en el suelo, todo de una forma excitante en donde no podía dejar de gemir de placer a medida que jadeaba por aire. Necesitaba un respiro, pero se sentía tan bien que no podía dejar de aferrarme a él.

Jack no me dejaba quitarme la venda de los ojos, aunque si me dejaba tocarlo mientras me embestía, él cada vez que se corría, se quitaba el condón, se ponía uno nuevo y continuábamos por mucho más tiempo.

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