Un disparo en mi corazón romance Capítulo 2

A las altas horas de la noche, hacía bastante frío en la calle y se veía muy oscuro en todas las partes.

Jairo sabía que había caído en una trampa por descuido y que las tres personas que le seguían atrás llevaban armas encima.

¡Bang, bang, bang! Se oyó varios disparos de repente y un tiro le rozó en la pierna a Jairo. Luego, aquellos hombres se lanzaron con fiereza por él, y él resistió solo a todos valientemente sin ceder ni un poco. Aunque Jairo era un buen luchador, perdió la fuerza poco a poco bajo los ataques constantes de aquellos hombres fuertes.

Bajo una situación tan desfavorable, para deshacerse de sus perseguidores, Jairo no tuvo más remedio que saltar al Río Romero.

***

Yolanda caminaba de vuelta al orfanato porque la directora de la institución dicha, Julia Andino, le había llamado diciendo que quería hablar de algo personalmente.

Unos ruidos fuertes y repentinos la pusieron en alerta al instante.

Por experiencia, Yolanda supo a la primera que era el sonido de un AK-47, un arma que generalmente solo los terroristas internacionales podrían tener.

Era muy inusual escuchar disparos en la calle en tiempos de paz.

Miró hacia la dirección que se produjeron los ruidos y a lo lejos vio a varios hombres luchando, uno de los cuales parecía quedado herido y obligado a saltar al río.

Justo cuando aquellos hombres estaba a punto de disparar al agua, Yolanda les lanzó unos cuantos bumeranes de acero afilados, que los cortaron con precisión en el cuello a los tres canallas.

Luego, los bumeranes volvieron volando a la mano de Yolanda.

Desde hacía años ella tenía la costumbre de llevar consigo los bumeranes que ella misma había fabricado.

Se oyó al instante unos gritos miserables mientras aquellos pícaros se cubrían el cuello para escaparse.

¡Qué ataques precisos! Aunque no se les había cortado la arteria carótida, seguramente morirían si la hemorragia no se detuviera lo antes posible.

Yolanda, estudiante de último curso del Diseño de Manufactura de la Universidad Cornard, era una bella con muy buenas calificaciones en la facultad.

Sin embargo, poca gente sabía su pasado impresionante. Yolanda había ganado la competición nacional junior de pistola de aire comprimido de 10 metros. Y habría podido ganado el Campeonato Mundial de Tiro, encabezando en gran medida a las otras jugadoras en las preliminares, pero sin saber por qué, se retiró repentinamente de la final en el último momento y desapareció del campo de tiro desde entonces.

Como una tiradora genial, Yolanda podía disparar en el blanco con una precisión de 0,01 mm, por eso era como un juego de niños para ella lanzar bumeranes.

Después de espantar a los matones, Yolanda se acercó corriendo a la orilla del río. Esa persona que había saltado al río estaba herida y podría ahogarse en el agua en cualquier momento.

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