Un disparo en mi corazón romance Capítulo 3

Acto seguido, Jairo la besó con más locura a en los labios a Yolanda.

A su vez, ella Resistió con toda su fuerza, pero no pudo apartar ni un poco a este hombre fuera de control.

Yolanda se arrepintió de haberle ofrecido ayuda a este hombre.

Sabía que iba a perder su valiosa virginidad, pero no podía hacer nada. ¡Realmente no esperaba que este hombre fuera un lascivo descarado!

«¡Ah, duele! Me duele mucho...»

El hombre desahogó toda la sed en sus adentros como una fiera insaciable en Yolanda.

Vaya uno a saber cuánto tiempo había pasado, por fin se terminó todo.

Jairo le secó las lágrimas de las comisuras de los ojos a Yolanda con besos y dijo con un tono sumamente tierno:

—Lo siento mucho. Pero no te preocupes, me casaré con contigo...

Luego, hundió cariñosamente su cabeza en el cuello de esta, como si quisiera recordar su aroma corporal.

—¡No me toques! —Yolanda le empujó pesadamente.

Después de satisfacer su apetencia sexual, este hombre herido se quedó exhausto, se dio la vuelta a un lado y echó a dormir profundamente.

Yolanda se puso de pie temblando y se abotonó la ropa con los dedos adormecidos. Como sus manos estaban temblando sin parar, tardó mucho en volver a ponerse bien la ropa.

Ella estaba totalmente estupefacta, con la mente en blanco. Nunca había esperado que un hombre totalmente desconocido para ella le quitara la virginidad. Y aún podía sentir el olor persistente que el hombre le había dejado en todo su cuerpo.

Yolanda se mordió con fuerza el labio inferior y miró fijamente al hombre dormido con los ojos llenos de ira.

Un destello de fiereza le pasó por los ojos lindos a Yolanda. Ella sacó un bumerán agudo y apuntó a la garganta del hombre.

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