Un disparo en mi corazón romance Capítulo 9

«¿Quiero seducirlo? ¡Qué ridículo!»

Yolanda no quería discutir más con él y simplemente se disculpó:

—Lo siento mucho. Solo estaba siendo una ninfómana, tratando de seducirte y ganarme tu confianza porque quería unirme a una familia noble. Pero ahora ya estoy sobria y sé que soy demasiado humilde para las familias prestigiosas como la tuya, por eso te pido las disculpas sinceramente. Bueno, me voy primero.

La franqueza de Yolanda dejó a Jairo quedarse sin palabras.

Dicho esto, ella se enderezó y se dio la vuelta para irse, pero Jairo le tomó del brazo a ella para detenerla y dijo:

—Espera, justamente quería ir a buscarte. La abuela está sospechando de nuestra relación y quiere que te mudes a la casa hoy. Necesito que cooperes y hagas teatro conmigo.

Al escucharlo, Yolanda mostró una expresión de mala gana. Ya estaba bastante molesta por la cirugía de Eustacio, realmente no tenía más energía para otra cosa más.

—Mientras estés de acuerdo, puedo pagarte una suma de dinero que quieras como remuneración —Jairo dijo con una mirada ligeramente despectiva.

Jairo sostenía que una codiciosa como ella definitivamente aceptaría cualquier petición suya siempre que le diera suficiente dinero como recompensa.

Al oír la palabra «remuneración», Yolanda recordó bruscamente que aún necesitaba 30 mil euros para la cirugía de Eustacio.

Ante la oferta generosa de Jairo, Yolanda tuvo que admitir que estaba vacilando porque parecía que esta era la forma más rápida para recaudar 30 mil euros.

De todos modos, ella ya le había pedido 50 mil euros y no le importaba mucho a ella pedirle 30 mil más a él.

«La deuda se podrá liquidar poco a poco, pero ahora la prioridad es resolver las dificultades urgentes.»

—Dame 30 mil ahora, y me mudaré a tu casa esta noche —dijo Yolanda seriamente tras pensárselo un momento.

La operación de Eustacio no podía retrasar más, y hoy Yolanda tenía que pagar el depósito completo. En cuanto a los gastos de rehabilitación después de la cirugía, ella trabajaría a tiempo parcial para cubrirlos.

En realidad, Yolanda no quería tener muchas relaciones con este hombre, pero para que lo operaran a Eustacio lo antes posible, no tenía más remedio.

En cuanto al dinero que le debía a Jairo, seguramente encontraría formas de devolvérselo en el futuro porque tampoco quería deberle demasiado.

Jairo la miró sarcásticamente y dijo:

—Yo acababa de transferirte 50 mil euros. ¿Qué? ¿Ya lo has gastado tan rápido? Parece que tu codicia es enorme, ¿eh?

—Déjate de lanzar más tonterías, ¿necesitas que me quede en tu casa o no? —Yolanda cruzó los brazos sobre el pecho.

«¡¿La persona que pide dinero sigue siendo tan arrogante?!»

Jairo contuvo la ira en el interior y dijo palabra por palabra:

—Trato hecho.

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