Un disparo en mi corazón romance Capítulo 98

A la mañana siguiente, Yolanda se despertó de su aturdimiento, la sintimiento incómodo de su cuerpo había disminuido mucho, aún quedaba un poco, pero estaba en el rango de lo tolerable.

Lo primero que le vino a la memoria fue que había sido atacada por un hombre extraño en un callejón.

Se incorporó asustada, y se tranquilizó al ver que dormía en la habitación de la Antigua Mansión de los Figueroa.

Recordó que fue Jairo quien luchó contra el asaltante, y la trajo de vuelta anoche.

Y más tarde...

Cuando su mente se despejó un poco, los recuerdos volvieron a aparecer.

Su rostro se sonrojó y ardió con el recuerdo de ella tocando a Jairo y ofreciéndole un beso, y los dos casi...

Al pensarlo, Yolanda bajó la mirada y se cubrió las mejillas con las manos.

«¡Qué vergonzoso!»

—¿Despierto? —Llegó la voz relajada de Jairo.

Yolanda tardó un momento en darse cuenta de que Jairo estaba sentado en el sofá de la habitación, completamente vestido en comparación con su propio desorden.

Se encontró con los ojos de Jairo, y se sonrojó al recordar lo que había hecho la noche anterior.

La cara sonrojada de Yolanda era tan bonita, con mejillas sonrojas, cuello desnudo más allá del pijama, y un rastro de marcas que hacían apretar los ojos a Jairo.

—¿Recuerdas lo que pasó anoche? Lo que me hiciste, ¿recuerdas? —preguntó Jairo con un toque de burla.

Yolanda bajó la cabeza, tentada de hacerse la muerta.

Lo recordaba todo.

—No... no recuerdo nada... —contestó Yolanda tímidamente.

Los ojos estrechos de Jairo se arquearon, y él se sintió sólo divertido.

«¿No lo admite? No es su estilo habitual.»

Cuando Yolanda bajó la vista, se dio cuenta de que se había puesto el pijama.

Además, estaba tan limpia y fresca que ni siquiera llevaba ropa interior, ¿no?...

—¿Me has cambiado la ropa? Yo... —preguntó ella, mirando aturdida.

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