Un esposo para Elizabeth (COMPLETO) romance Capítulo 31

Narrador.

Elizabeth llegó a la pista de aterrizaje dónde se encontraba el avión privado de Edward, y él al verla tan hermosa sintió como su corazón empezó a latir con rapidez.

¡¡mi mujer está radiante!! Pensó Edward admirando a Elizabeth quien avanzaba insegura y nerviosa.

— Haré lo imposible para que te quedes a mi lado Elizabeth — comentó Edward hablando consigo mismo.

—Ya estoy aquí por favor elimina ese video — le pidió Elizabeth a Edward sin notar que su pedido lo había molestado.

—¡Vaya, Elizabeth así es como saludas a tu esposo!— comentó Edward con sarcasmo y sonriendo con arrogancia.

—Edward tú y yo sabemos que entre nosotros no hay cordialidades así que deja de hacer comentarios y sugerencias que no vienen al caso— le respondió Elizabeth desesperada por volver a la fiesta antes de que Gregory note su ausencia.

—Ok — dijo Edward levantando las manos — quieres hablar del vídeo pues hablemos del vídeo, solo lo borraré si regresa conmigo a nuestra casa — le propuso Edward a Elizabeth quien negó con la cabeza varias veces.

—No me puedes obligar a regresar contigo, Edward — le dijo ella con la voz quebrada.

—Está en ti, que tu amante y tu amigo homosexual vayan a la cárcel — la amenazó Edward con una sonrisa maliciosa en los labios.

Edward sabía que Melissa es muy importante para Elizabeth y que ella haría lo que fuera con tal de que su amiga no sufra.

—¡Qué tiene que ver mi amiga en todo esto!— le reclamó Elizabeth con los ojos aguados.

—Resulta que esa mariposa es hermano del dragón y toda su familia caerá junto con él — Edward solo estaba mintiendo Melissa no iría a prisión junto a Gregory porque Melissa nunca ha participado en ningún crimen, sólo lo dijo para que Elizabeth aceptara volver con él.

—Te puedo dar mucho dinero por ese video — Elizabeth trató de negociar con Edward porque a este le gusta mucho el dinero ella pensó que esa sería una solución factible.

—Que ilusa eres Elizabeth todo esto lo estoy haciendo por ti, el dinero dejó de ser mi prioridad el día que me enamoré de ti — le dijo Edward acercándose a Elizabeth para besar su mejilla.

—Yo no te amo Edward entiéndelo — Elizabeth se apartó de su lado mirándolo con desaprobación.

Al escuchar eso Edward se enojó y apretando los dientes y los puños le dijo

—contaré hasta diez para que subas a ese avión conmigo — señaló el avión a su lado — y si al terminar el conteo tú no has subido, pulsaré este botón y le enviaré este vídeo a la policía — Edward le mostró el móvil a Elizabeth para que supiera que él estaba dispuesto a cumplir con su amenaza.

¡¡No puedo ser egoísta y destruir la vida a Melissa y más ahora que volvió a recuperar al amor de su vida!! Pensó Elizabeth sintiendo tristeza y miró para los lados sabiendo que al subirse a ese avión dejaría un gran pedazo de su corazón, y empezó a subir al avión sintiendo que le hacía falta la respiración.

¡¡Gregory esto también lo hago por ti!!

Edward se sentó a su lado y pudo notar que Elizabeth no se había asegurado así que se inclinó para abrochar el cinturón mientras le ponía el cinturón sintió una lágrima caer sobre su mano y trató de no mirarla a los ojos para no sentirse culpable al notar el dolor que le estaba causando a la mujer que él ama con locura.

—Pronto me amarás tanto o más que a él, ya verás Elizabeth — le dijo Edward limpiando las lágrimas que bajaban mojando su rostro.

Narra Gregory.

—Gregory nos han informado que la señora Elizabeth fue vista entrando al aeropuerto— me dijo diente nervioso.

—Dante lo mejor sería que hables — Dante me miró sorprendido.

—Gregory es que también supe que el avión de Edward O’Higgins acaba de despegar y he revisado las cámaras de seguridad del aeropuerto en la que muestra que Elizabeth subió a ese avión— a Dante le agrada mucho Elizabeth porque por ella estaba dispuesto a ocultarme información.

¡¡maldición!! Le di un golpe seco a la mesa el cual retumbó en todo el lugar.

—¡Zorra de mierda!— grité sintiendo que algo se rompió dentro de mí.

—No hermano, no te voy a permitir que te expreses así, yo sé que algo muy grande tuvo que haber pasado para que mi amiga tomara tal decisión — me dijo mi hermano defendiendo a esa puta.

Sonreí con ironía— ¿tanto confías en esa puta?— le pregunté mirando a mi hermano mientras mi madre me miraba con desaprobación.

—Si, Elizabeth ha sufrido mucho y si consideras tan poca cosa no deberías buscarla más no quiero ver a mi amiga sufrir por un maldito idiota como tú, que no sabe valorarla, ella es demasiado buena para una bestia como tú— mi hermano se fue dejándome solo con mi madre y dante.

—Hijo, no comparto tu opinión estás juzgando a esa niña sin saber cuáles fueron sus razones y si te sigues comportando así solo la perderás más y sufrirás mucho porque sé que la amas, pero trata de manejar tus celos no dejes que ellos te manejen a ti— mi madre me palmeo el hombro y se fue detrás de mi hermano.

—Amigo te conozco bien y sé que algo pasó entre ustedes dos para que te expreses así de la única mujer que has amado — mi amigo me conoce desde que éramos unos críos.

—Me conoces demasiado diría yo, ayer le pregunté a Elizabeth que si todavía Alex o Edward significaban algo para ella y me respondió que aún siente atracción sexual por Edward — le respondí sintiendo un fuerte dolor en el pecho — ella no se conformaba conmigo — por primera vez sentí ganas de llorar, Elizabeth me ha destruido, el hombre fuerte que nunca ha llorado hoy está destrozado y con ganas de llorar sintiéndose poca cosa.

¡¡duele mucho!! Dije dejando que las lágrimas salieran sin control, no me apenaba llorar delante de mi amigo solo sentía rabia conmigo mismo por ser tan débil y derramar lágrimas por una mujer que no la merece.

Narrador.

Dante se sorprendió cuando vio a Gregory llorando por Elizabeth y aunque él ya sabía que su amigo estaba enamorado de Elizabeth nunca espero verlo llorar así por ella, y es que él nunca antes lo vio llorar ni cuando Gregory resultaba herido de bala por sus enemigos.

—Manda a preparar el avión mañana temprano volveremos— le ordenó Gregory a Dante.

Dante sonrió, él sabía que su amigo no es de esos que se da por vencido así de fácil.

Narra Edward.

Elizabeth no dijo nada en el transcurso del viaje, viajamos en silencio, yo no podía dejar de observar esas asquerosas marcas que Elizabeth tenía en el cuello.

Ver esos chupetones me hicieron sentir cólera, ese maldito italiano había disfrutado de mi esposa a su antojo y lo que más me molestaba era saber que ella se lo permitió y a mí que soy su esposo no me brinda ni una jodida sonrisa.

Narrador.

Elizabeth seguía tan sumida en sus pensamientos que no había notado que ya habían llegado a la casa que hace tiempo había sido su infierno en la tierra y hoy nuevamente regresaba a está siendo nuevamente manipulada por Edward.

Edward abrió la puerta del coche y Elizabeth bajó sin mirarlo, actitud que a Edward le provocó molestia.

Entraron a la casa en silencio.

—Bienvenida a mi casa sobrina — dijo Grecia haciéndose sentir.

—¡En serio! — comentó Edward con burla.

Elizabeth no se molestó en responderle y mucho menos en mirarla.

—Estoy cansada — comentó Elizabeth sin mostrar ninguna emoción tornándose fría.

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