Una aventura imperfecta romance Capítulo 3

Después del rechazo de la fantasía de realizar un trío con otra mujer, por razones de que mi esposa se negaba rotundamente a interactuar con otra chica sexualmente, yo no pude dejar la idea ahí, ya que en aquel entonces era algo que me trastornaba y no lograba quitarme de la cabeza, así que decidí darle otro enfoque, verlo o plantearlo de otra manera para lograr mi objetivo, sin que fuera algo únicamente mío, que fuera algo de los dos y que ambos estuviéramos de acuerdo; primero pensé: si yo acepto un trío con otro hombre, tal vez luego ella decida pagar el favor complaciéndome a mí con otra mujer (pensamientos de un joven inmaduro)… era tal la excitación de imaginarla con otra mujer que ya no me importó pensar en compartirla con otro hombre.

Pero no crean que convencerla de hacer un trío con otro hombre fue tarea fácil, por el contrario, si un trío con otra mujer fue de rechazo rotundo e inmediato, un trío con otro hombre no se quedó atrás y también fue rechazado, con la diferencia que nuestras fantasías sexuales, constantemente incluían un hombre, y es por esta razón que iniciar la ardua tarea de convencerla tuvo que enfocarse a esto.

Después de un tiempo de fantasear y hasta conversar por medio de mensajes, correos y demás, mientras ella estaba en su oficina o si estábamos en clase en la universidad, porque a inicios de nuestro matrimonio nosotros estudiábamos, ella accedió con sus restricciones claro. Al principio no accedió a un trío, no; accedió a tener sexo con otra persona, mientras yo únicamente le escuchaba, porque para ella el problema no era tanto tener relaciones con otra persona a pesar de que yo había sido su primer novio y el único, sino que su problema radicaba en que no iba a poder sentirse bien con un espectador, se iba a sentir incómoda y le aterraba la idea de no animarse; yo intenté de todo, ya que si quería convencerla debía hacer hasta lo imposible.

Era tanto el deseo que sentía por llevar a cabo mi fantasía que le propuse que lo hiciera a solas con el elegido y se grabara para yo luego verle por video, que lo hiciera y dejara el celular abierto para yo escuchar desde el otro lado, como una llamada o hasta con una videollamada, pero al final logré convencerla a que lo hiciera mientras yo estaba en la misma habitación, pero con una pared o media pared de por medio, es decir, que la escuchara a la par, pero que no le viera… bueno, algo es algo, era un buen inicio para poder llevar a cabo los planes. Acá lo importante era que ella lograra desinhibirse.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Una aventura imperfecta