Una aventura imperfecta romance Capítulo 6

Se acercaba el momento de revelar la verdad y aunque Rose ya había dicho que si a todo y hasta se estaba prestando a seguir el juego de tentar al amigo, ahora me tocaba a mi una de las fases mas difíciles , porque además así lo habíamos decidido, decirle a nuestro amigo cuales eran nuestras intenciones y explicarle porque había sido él al que escogimos para tan noble tarea.

Llegó el día en que nosotros nos habíamos puesto de meta para hacerle la propuesta, había pasado suficiente tiempo desde que Rose empezó a llegar constantemente a la oficina provocativa y para estas alturas ya él posiblemente la conocía mejor y la había visto de arriba abajo; así que decidí abordarlo a solas y le dije que mi esposa, su amiga y asistente, tenía una fantasía sexual, y era hacerlo con otro hombre mientras yo los veía, y que habíamos decidido hacerle la propuesta a él, por la confianza que sentíamos, porque conocíamos ampliamente de su experiencia con mujeres, de su aseo, hasta de sus gustos y preferencias y pensábamos que era la persona mas indicada para colaborarnos; él se quedó callado, en pausa y no dijo ninguna palabra, casi le podía escuchar los pensamientos de su cabeza y hasta los latidos del corazón, el ambiente se tornó tenso, tanto que se hubiera podido cortar con un cuchillo, pero luego de un rato hasta que pasaron varios minutos que parecieron horas, decidió hablar, abrió un poco su boca y me dijo: suena bien, voy a pensarlo!

Pasaron varios días que no volví a tocar el tema con él, creíamos que lo mejor era darle su espacio y que lo pensara tal como me dijo, ya que aunque era una propuesta poco común, lo había tomado de sorpresa, porque hay que ser sinceros, que amigo te llega un día sin mas a hacerte una propuesta de estas? Había que pensar en las repercusiones y posiblemente en otras cosas mas.

Pasaron los días sin tener respuestas y sin siquiera tocar el tema y cuando ya nosotros habíamos perdido la esperanza, a pesar que este amigo era el que venía a nuestra mente cuando teníamos relaciones y, hablábamos sobre nuestra fantasías y continuábamos con nuestro juego; él, al igual que yo lo hice, cuando menos nos lo esperábamos se acercó a nosotros, de una forma muy madura y calculadora, nos dijo que en otra ocasión cometió el error de meterse sexualmente con una muy buena amistad, arruinándola para siempre, y aunque la propuesta era muy tentadora y ya había imaginado todo lo que podría hacer, y aunque algún día muy cercano se iba a arrepentir de la decisión, prefería mantener nuestra amistad intacta como hasta ese momento y no arruinarla por un momento de pasión, que estaba seguro hubiese sido memorable, miró a Rose de arriba abajo con cara de mucha lujuria y volvió a repetir, me voy a arrepentir de esto mas tarde con un tono de lo mas dramático pero lleno de tristeza, se dio media vuelta y se fue.

Nos quedamos fríos, ese fue un golpe muy bajo, y la verdad es que no nos lo esperábamos, siempre pesamos que si alguien iba a decir que si, ese era él, era insólito pensar que pudo mas la amistad que nos sentía que el placer y sexo con una mujer hermosa, con una mujer casada a la que su esposo le estaba dando permiso, con una mujer que no iba a tener problema al día siguiente de querer algo mas o con una mujer que también iba a poder hacer cosas que quizás nunca había hecho.

Por supuesto que las cosas se enfriaron, y se enfriaron muchísimo, y yo quedé con una incertidumbre tremenda de si alguna vez se nos iba a realizar nuestras fantasías, porque estábamos en un punto que ya no era mi fantasía, sino que era Nuestra fantasía ya que ella lo estaba deseando tanto o mas que yo para estas alturas, pero por mi parte decidí no volver a tocar el tema por un tiempo, decidí no presionar a Rose, me quedé con la idea de que si las cosas iban a suceder pues no tendría que insistir mucho, y si ella de verdad quería y le excitaba esto, tanto como a mi, que fuera ella la que me hiciera algún comentario, o sugerencia, así me quedara sin fantasía por siempre, ya que no me hubiera gustado jamás que esto llegara a suceder mas por insistencia mía que por algo que ella en verdad deseara.