Una Chica Diferente (COMPLETA) romance Capítulo 2

Después de ver como Galilea era feliz al lado de Ashton no me quedó más que alejarme definitivamente de su vida. Ella y él merecen vivir juntos.

De regreso a Colombia analizo todos los meses que pasé a su lado, en realidad aprendí a amarla de una manera distinta. Nunca le pedí nada a cambio y lo hice aún sabiendo que ella nunca iba a corresponder ese amor.

Decidí regresar a Colombia para tratar de olvidarla y quizás volverme a enamorar de alguien que si me corresponda. Nunca creí que me dolería tanto alejarme de ella.

Indirectamente estuve al pendiente de su vida, hasta que simplemente ya no pude más.

Años después conocí a Mabel, una chica linda nacida en Colombia, hermosa a decir verdad y con gustos muy similares a los míos. Hubo química instantánea. Fuimos compatibles y después de dos años de conocernos nos casamos y vivímos veinte años felices, éramos la pareja perfecta ante los ojos de mi familia y de la suya, hasta que un día todo se fue a la basura. Por fortuna o no, Mabel se negó a tener hijos, era una mujer tan diferente que nunca creí que fuese tan superficial como para no tener hijos porque no quería arruinar su vida. En fin, el divorcio era algo predecible cuando ella hizo esa pregunta.

—¿Dime por qué ya no estas en casa Jared? ¿Hay alguien más? –cuestiona con los ojos llorosos.

—No Mabel, no hay nadie más.

—¿Entonces?

—No entiendo tu reclamo, no estoy haciendo nada malo, nunca te he dado motivos para que dudes de mi.

—¿Me amas aún Jared?

Me mantengo en silencio, sé que no la amo ya, o tal vez si, quizás sólo sea... costumbre.

—¿Jared?

—No eres la misma Mabel, hace veinte años me casé contigo completamente enamorado, pero ahora... ahora no sé que pensar.

—¿Es porqué no quiero tener hijos?

—En parte lo es Mabel, yo siempre deseé tener hijos, ahora la vida se me está yendo y tú... No quieres formar una familia y supongo que debo aceptar esa decisión pero no es lo que yo deseo.

—¿Acaso no lo ves? Un hijo nos mantendría inmersos en el, en casa, y yo no quiero eso para mi. Me gusta la libertad que poseo, no renunciaré a ella. Aún no es tiempo, hay mucho más allá afuera que criar bebés.

—¡Tengo cuarenta años Mabel! A este paso moriré solo. ¿Eso quieres en la vida? ¿Vivir en soledad, rodeada de gatos en vez de bebés?

Ella cierra los ojos con fuerza y suspira confesando la verdadera razón del por qué me ha negado la dicha de ser padre.

—No quiero arruinar mi cuerpo Jared, podemos adoptar a un niño marginal si lo deseas, piénsalo, haríamos felices a más de uno sin necesidad de sacrificarme.

Niego con la cabeza sintiendo como la mujer de la que me enamoré va desapareciendo ante mis ojos.

—No Mabel, quiero saber que se siente ser padre, ver como crece, sentirlo en el vientre de su madre, sé que adoptar seria una opción muy bonita pero no quiero perderme la oportunidad de saber que se siente. Los papeles del divorcio llegarán en cuanto antes, por favor, firmalos.

No tenía opción, no quería seguir con esta vida que más que aburrida era deprimente.

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—¿Recordando viejos tiempos? –cuestiona mi amigo haciendo que vuelva a presente.

—Algo de eso. –respondo restandole importancia.

—Deberías salir y conocer chicas.

—¿Y qué Mabel me haga un drama como el de la última vez? ¡Paso! Solo me dejó en ridículo.

—Jared no puedes quedarte ahí recordando a Galilea o la misma Mabel, debes salir, allá afuera hay mujeres que esperan por ti. Ve y conquista mujeres.

—¿Acaso no te das cuenta de mi edad? No tengo veinte años Gabriel, soy un viejo.

—Muchas mujeres matarían por ti.

—Mujeres que no me interesan.

—¡Ni siquiera las conoces!

—Seguramente serán como esas mujeres con las que sueles andar. Esas que se enamoran y el amor les dura un par de semanas nada más.

Yo quiero vivir una vida tranquila, tener una familia, sentirme amado, quiero tener hijos Gabriel, ¿Estoy pidiendo mucho?

—Estás pidiendo algo que muchas mujeres dejaron en el pasado, ahora no todas quieren tener hijos, ya ves Anne, se esta volviendo loca con el pequeño y dice que no quiere otro.

—Cierto, pero yo quiero tener hijos, Anabell los tiene, Noely y Paula, incluso las trillizas ya estan casadas y con hijos, mi madre cree que soy... raro por no tener hijos.

—Eso es porque nunca le dijiste que Mabel se negó a tenerlos. A pesar de ser una muñeca endemoniada tú la sigues presentando como un ángel.

—No quiero dañar la imagen de Mabel ante mi madre.

—Jane no es tonta Jared, ella se da cuenta de muchas cosas aunque no te lo haga saber.

Por mucho que quiera negarlo, él tiene razón, mi madre ya debió darse cuenta de que Mabel no es tan buena.

—Vamos a esa junta, –anuncio acomodando mi saco–, no perdamos tiempo.

—Deberías buscar chicas en Face.book.

—Gabriel, la respuesta es no.

—No tienes idea de cuantas mujeres hay ahí.

—No necesito eso.

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