Una Chica Diferente (COMPLETA) romance Capítulo 9

Y estoy de nuevo aquí, donde la magia ocurrió hace poco. Froto mis brazos cuando siento algo de frío, no sé en que momento tuve valor para llegar hasta aquí. Siento un vacío en mi estómago, me pregunto vagamente si será hambre.

—¿Quieres algo de tomar?

—Café, si tienes.

—¿Tienes frío?

—Un poco.

Jared se acerca a mi y pone su saco sobre mis hombros, enreda sus brazos en mi cintura y baja su boca hasta la mía, a centímetros de ella pero no la toca.

—Te diría que el haber traído otra ropa evitaría que sintieras frío, pero como dije, aquí no la vas a necesitar. Yo te daré el calor que necesitas, pero antes te preparare un café

Cierra la mínima distancia que hay entre sus labios y los míos y siento una calidez repentina en el cuerpo, me da miedo reaccionar tan fácil a cualquier roce de este hombre.

—Ya vuelvo.

Me deja parada a media sala, observo a mi alrededor y veo que tiene muchas fotos, en su mayoría con mujeres y bebés. Tres de ellas son muy parecidas, una incluso creo que es la misma con la que iba esta noche.

—Amber, Valery, Khaty, Noely, primas, y ellas son Paula y Anabell, mis hermanas. cada quien con sus respectivos hijos.

—Es una familia grande.

—Lo es, es lo que más a amo en la vida.

—Jared, tú... ¿tienes hijos?

Veo como una expresión de sorpresa atraviesa su rostro, niega con la cabeza y sonríe.

—Una hija, Grecia, pero ella no sabe que existo, de hecho cree que alguien más es su padre.

—¿Cuál es la razón de que no lo sepa?

—Su madre así lo quiso, no quise hacerla sufrir más de lo que en su momento lo hice, así que, esa es la historia.

—Una muy corta y triste.

—No siento que sea triste, de hecho creo que esta bien, me hace feliz saber que ellas son felices.

—¿La amas aún?

Él sonríe y frota su barbilla.

—No sé como lo vayas a tomar pero, creo que en verdad nunca la amé y creo que ella tampoco lo hizo, creí poder hacerlo pero en verdad sólo amaba la idea de mi siendo padre.

—Vaya, eso suena un poco...

—¿Egoísta? Lo sé. Pero así fueron las cosas.

—Debes amarlas mucho verdad.

–señalo a las niñas en una foto.

—Las amo, son mis sobrinas y no podría hacer otra cosa.

—Son lindas.

—Lo son.

—Jared, nunca me ha importado esto, pero esta vez siento que debo preguntar.

—¿Qué?

—¿Qué piensas de mi?

—¿Quieres la verdad?

—Obviamente.

—Pienso que eres una chica hermosa, sensual, adictiva, un poco cruel y sarcástica, levemente celosa y con complejo de diva.

—¿Qué? no tengo complejo de diva.

—Sí, lo tienes. –sonríe.

—No me refiero a eso, quiero saber qué piensas de mi por hacer esto contigo sin conocerte. No quiero que pienses cosas que no son de mi.

—¿Según tú qué podría pensar?

—Pues que lo hago con cualquiera.

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