Una familia para el solitario CEO. romance Capítulo 6

—Niña, estás confundida, yo no soy…—Pausó, y se quedó en silencio cuando intentó explicarle que no era su papá, antiguos recuerdos de su niñez golpearon su mente y encogieron su corazón. Rememoró el día que fue presentado con su legítimo padre: Ryan los llamó papá, y el hombre no respondió como el niño esperaba. Pensando en eso, su cuerpo tenso se relajó y se dio la vuelta, observó los ojos de Ava, iluminados y pareció verse él de niño, no tuvo el valor de romperle el corazón a la pequeña, extendió los brazos hacia Ava, y dijo:

—Sí, soy tu padre, buena hija, ven aquí, deja que papá te abrace.

—¡Qué! ¿Se volvió loco Sr. Knight? —exclamó Vanessa.

Ryan en ese instante fue consciente de su grave error. «¿Cómo lo remediaba?» se cuestionó, observó la mirada brillante de Ava, y luego miró el rostro desencajado y lleno de sorpresa de Vanessa; frunció los labios, resopló y negó con la cabeza.

Hope por su parte se quedó estática con los labios abiertos, observó con melancolía esa muestra de cariño de su tío con su mejor amiga, y recordó los abrazos que su padre solía darle, el corazón se le encogió en el pecho.

«Extraño a mis papás» dijo en su mente, y de inmediato su rostro se vio empañado de lágrimas.

Ryan notó la aflicción de su sobrina, se compadeció de la pequeña, entonces la miró, ya no con esa expresión de frialdad.

—Ven Hope —la llamó, el tono de su voz fue distinto, ya no se escuchaba dureza en su hablar.

Hope parpadeó, se sentía tan sola y desprotegida que no dudó en acudir al encuentro con su tío.

Vanessa se encontraba paralizada, parecía una estatua, estaba mucho más blanca de lo que ya era.

«¡Esto es una locura por el amor de Dios!» y de pronto observó a Hope y Ava, abrazadas al cuerpo de aquel hombre, el corazón se le encogió en el pecho, y sus orbes se llenaron de lágrimas.

«¡Cuánta falta le hace un padre a mi hija!» sacudió su cabeza y parpadeó. «¡Pero Ryan Knight no es su padre! ¿Qué pretende este hombre? Se cuestionó en la mente. «¡Debo solucionar esto, ya!»

—Ava y Hope, necesito hablar a solas con el señor Knight —solicitó aclarándose la voz.

Ava observó a su madre con el ceño fruncido.

—¿Por qué lo tratas de esa forma? ¿No es tu esposo? —cuestionó.

Vanessa plantó su mirada llena de reproche en Ryan, negó con la cabeza.

—Ava, obedece —solicitó con firmeza—, vayan a jugar.

—¿No te irás, papá? —indagó Ava a Ryan, alzó su rostro, lo observó con melancolía.

—Tengo que hacerlo, tu mamá te va a explicar las cosas —mencionó.

—¿Vienes unos minutos y de nuevo nos abandonas? —reclamó Ava sollozando, agarró la mano de Hope y la arrastró a su alcoba.

El corazón de Vanessa se oprimió en su pecho, le dolió la reacción de su hija, entonces con los puños apretados se dirigió al caballero que se encontraba en la sala de su apartamento.

—¿Qué es lo que pretende señor Knight? —cuestionó Vanessa resoplando, sus ojos centellaban de ira. —¿Cómo se le ocurre jugar con los sentimientos de mi hija? —cuestionó respirando agitada—, usted no tiene idea de todo lo que yo he tenido que hacer para ser de padre y madre para Ava, y viene usted y lo complica todo —reclamó.

Ryan parpadeó, rascó su frente, los reclamos de Vanessa tenían mucho fundamento, inhaló profundo.

—Lo lamento, vi a la niña tan ilusionada, y no pude romperle el corazón. —Reprimió sus labios, no podía contarle a una desconocida que se vio reflejado en Ava.

Vanessa bufó con incomodidad, se sentó en uno de sus mullidos sillones de piel, y señaló con su mano para que Ryan hiciera lo mismo.

—Mi vida no ha sido sencilla señor Knight, quizás porque ve este apartamento lujoso usted piensa que lo he conseguido todo con facilidad, pero no es así, el padre de mi hija no quiso que naciera —susurró la última parte—, no he querido decirle aún la verdad, Ava insiste en conocer a su papá, y yo no puedo decirle: que es un desgraciado que me pidió que te abortara. —Sollozó y apretó sus puños.

Ryan observó a Vanessa, y deglutió la saliva con dificultad, pensó en las coincidencias de la vida: así como el padre de Ava, el de Ryan también le había pedido a su mamá abortar, porque estaba casado, y no quería que su buen nombre se viera empañado, pero, así como Vanessa sacó adelante a su hija, así mismo lo hizo su madre con él.

—Tengo una propuesta —mencionó Ryan aclarándose la voz.

Vanessa frunció el ceño, plantó su vista en aquel hombre tan misterioso y enigmático.

—¿Cuál es? —indagó.

—Puedo fingir ser el padre de Ava. —Se puso de pie como si estuviera mostrando uno de sus proyectos a uno de sus inversionistas—. Vendré a visitarla un par de días, y luego me despediré diciendo que me voy de viaje.

Vanessa resopló, se puso de pie.

—Prefiero que mi hija se entere de la verdad, antes que mentirle de esa forma señor Knight, le pido que se vaya de mi casa —solicitó con profunda seriedad. —¡Hope! —gritó desde la sala.

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