Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 18

PDV Teresa

—¿Acuerdo? ¿Qué clase de acuerdo? —le pregunto con curiosidad.

—Escucha Teresa, no quiero que vendas tu “flor” a algun desconocido otra vez, y no creo que tú tampoco quieras hacerlo.

—¿Por qué piensas que no voy a querer hacerlo otra vez? —le pregunto con algo de sarcasmo.

—Por dos razones, la primera es que quizas no obtengas el precio que deseas, y la segunda razon es por que puede que alguien desagradable te compre.

—¿Alguien como tú?

—Si soy tan desagradable ¿Por qué gemiste tanto ano…? —antes de que Tomas pudiera terminar sus palabras, me abalanzo sobre él y le tapo la boca.

Este imbecil estaba hablando abiertamente y sin pudor, no se si los de las mesas cercanas escucharon, pero no me atrevo a confirmarlo.

Quito mis manos de la boca de Tomas mientras lo miro con una mirada asesina para que no diga mas cosas como las que iba a decir anteriormente.

—Como estaba diciendo, puede que si lo intentas otra vez, te toque alguien desagradable, puede que te toque un viejo verde de esos que abundan, ¿Quieres eso?

—Obviamente que no, pero ¿Qué opciones tengo? —le pregunto.

Necesitaba dinero, ademas de su virginidad, no tenia otra cosa de valor en su posesion, por lo que era su unica moneda utilizable.

—Alli es donde quiero llegar con el acuerdo —me dice Tomas.

—¿Pero que acuerdo? ¿De que rayos hablas?

—Teresa… Quiero que seas mi novia de alquiler —me dice Tomas en un tono serio.

Cuando escucho las palabras de Tomas, lo primero que se me viene a la cabeza es que esta bromeando, pero despues pienso que alguien como él no mentiria con algo asi, por lo que el segundo pensamiento que me llega a la mente… es que él quiere tenerme como su “prostituta personal”.

—¡¿Piensas que soy una… piensas que soy una golfa?! —le digo con mis ojos quemando de rabia, casi grito estas palabras, pero por suerte me contuve y solo se las dije a él en un tono bajo.

Esta bien, estaba dispuesta a vender mi virginidad a un desconocido, pero no significaba que fuese una prostituta y que me venderia como tal, si Tomas pensaba que lo iba a hacer, entonces estaba muy equivocado.

—No pienso que seas una golfa Teresa… ¿Lo piensas tú? —me dice Tomas en un tono tranquilo.

Su expresion y sus palabras tan imperturbables me enojan mas, estamos hablando sobre que desea “comprarme” o “alquilarme” de alguna forma, pero para él, esto hecho no parecia tener mucha importancia.

—Obviamente que no pienso que sea una de esas, Tomas —le digo mientras lo miro con una mirada como si quisiera matarlo.

—Entonces deja de pensar en ti como tal, quiero que seas mi novia de alquiler, pero no te quiero obligar a tener “intimidad” en algun sentido conmigo, olvida eso, sacatelo de tu sistema —me dice Tomas.

—¿Entonces para que quieres que sea tú novia de alquiler? Es mas ¿Qué significa ser una novia de alquiler? —le pregunto extrañada.

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