Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 21

Pude sentir como la lengua de Tomas se mezclaba con la mía, sentí una descarga recorrer todo mi cuerpo, y antes de que me diera cuenta, Tomas había separado sus labios de los míos.

Nuestras miradas se cruzaron, mis nervios estaban al 1000% mientras él me miraba y me sostenía por atrás de mi cintura.

Un instante después use mis manos para empujarlo y separarlo de mí.

— ¿Qué diablos haces? —le pregunte, mientras trataba de verme lo más enfada que podía.

— ¿Tú que crees? Estoy besando a mi “novia” —me contesto Tomas.

Cuando escuche la palabra “novia” saliendo de sus labios, sentí un estremecimiento por todo mi cuerpo.

—Aun no eh firmado el contrato Tomas… y si recuerdo bien dijiste que no me forzarías a nada —le digo con el tono más firme que pude encontrar.

—Que yo recuerde, solo te prometí que no te forzaría a tener “eso” conmigo Teresa… pero los besos no estaban en nuestro acuerdo —me dijo Tomas.

Estúpido sinvergüenza.

— ¡Pues a partir de ahora lo estarán!

— ¿Segura? —me pregunto, mientras se acerca a mí.

— ¡Si! ¡Totalmente! —le digo, mientras me alejo de él un poco.

— ¿Estas segura de que no quieres repetir lo que paso anoche? —me pregunto, mientras coloca sus labios cerca de mis oídos.

Puedo sentir su aliento en mi piel, Tomas me pone de los nervios.

— ¿No quieres repetir lo que sentiste anoche conmigo? Ya sabes… cuando dejaste salir todos tus “fluidos” por tu zona “intima” en el suelo —me dice Tomas.

Cuando escucho estas últimas palabras, recuerdo de forma inconsciente lo que paso anoche, mientras él me estaba usando como quería, llego un punto en que hizo algo que no esperaba. Mientras estaba “dándome” por “atrás”, él uso su mano derecha, y metió un par de sus dedos en mi zona intima, los movió de una cierta forma y empezó a tocar algo en mi interior.

Cuando sus dedos tocaron “eso” dentro de mí, mi cuerpo empezó a sentir algo que no había sentido antes, y mientras él continuaba haciéndolo, llego un punto en que sentí que algo iba salir de mí.

En ese preciso momento, pensé que quería… orinar, trate de contenerme ya que no quería avergonzarme frente a Tomas, pero no pude aguantarme, y entonces “eso” salió desde dentro de mí.

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