Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 22

PDV Teresa

Después de despedirme de Tomas, camine rápidamente hacia mi trabajo en la tienda, había tardado un poco más de los esperado, por lo que estaba algo retrasada.

Mientras caminaba hacia la tienda, empiezo a pensar en numerosas excusas que podría decirle a mi jefe, pero ninguna me convence del todo.

Después de una corta caminata, finalmente llego a la tienda, al entrar algunas de las chicas con las cuales trabajo se giran al verme.

Una de ellas me giña el ojo, no sé por qué lo hace, pero no le dio importancia, voy a mi lugar de trabajo y rezo porque mi jefe no venga a buscarme.

Por desgracia para mí, solo un par de minutos después de llegar, mi jefe se me acerca, obviamente quiere hablarme sobre lo que había ocurrido con Tomas anteriormente.

—Perdone por cómo le contesto —le digo a mi jefe, esperando que no esté enojado por lo que había hecho Tomas.

—Olvidemos no de eso por ahora Teresa, pero tengo que decirte algo y espero que lo cumplas —me dice el gerente.

—Por supuesto ¿Qué es? —le pregunto.

—Este es tu lugar de trabajo, y es mejor no mezclar tus asuntos personales con tus asuntos laborales, dile a tu novio que no venga aquí otra vez mientras estas trabajando ¿Entendido? —me dice el gerente.

Al oír que se refiere a Tomas como mi novio, un hormigueo recorre mi espalda, pero lo ignoro y me apresuro a explicarle la verdad a mi gerente.

— ¡Él no es mi novio! —le digo.

— ¿Ah no? ¿Quién es entonces? —me pregunta el gerente.

—Es solo… un amigo, nada más.

— ¿Y por qué vino aquí a la tienda? —me pregunta.

—Teníamos algunos asuntos… sin resolver, solo vino aquí a hablar de ellos.

Espero que se crea esta excusa.

—Bien, pero da igual que sea tu novio o tu amigo Teresa… es mejor que no vuelva a aparecer aquí mientras estas trabajando —me dice el gerente con un gesto muy serio.

—De acuerdo, le prometo que no volverá aquí otra vez.

—Eso espero —me dice el gerente, antes de darse la vuelta e irse.

Suspiro aliviada, había esquivado una bala, la promesa que le hice al gerente sería fácil de cumplir… al menos así era en teoría… espero que de verdad sea capaz de cumplirla.

Si me vuelvo la novia de alquiler de Tomas… ¿Cómo le diré que no vuelva a venir aquí?

Mientras pienso en esto, algunas chicas con las cuales trabajo se me acercan, y lo primero que preguntan es si Tomas es mi novio o no.

Al parecer todos en la tienda han supuesto esto.

— ¿Entonces no es tu novio? —me pregunta una de mis compañeras de trabajo.

—No, no lo es, es solo un amigo nada mas —le respondo.

—Ojala yo tuviera un amigo así, no sé cómo es posible que no le hayas saltado encima hasta ahora.

—No estoy interesada en eso por ahora.

—Pues yo sí, ¿Puedes darme su número de contacto? O mejor aún ¿Puedes presentármelo? —me pregunta mi compañera.

— ¡A mí también! ¡¿Puedes presentarme a mí también?! —me pregunta otra compañera de trabajo.

Las dos me miran con ojos esperanzadores, son ojos de gato los que me está haciendo.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO