Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 7

PDV Saint

—¿Aun no han encontrado a la chica? —pregunto mientras veo a uno de los encargados de este club.

—Estamos en eso señor Saint, por favor tenga paciencia —me dice el encargado.

—Ya he tenido demasiada paciencia, esa chica lo mas probable es que se fuera.

—Una de nuestras empleadas la esta buscando, solo espere un momento y averiguaremos que fue lo que sucedió.

—Ya espero lo suficiente, y honestamente ya perdi el interes, transfierame el dinero devuelta a mi cuenta, me voy.

—¿Esta seguro señor Saint?

—Si, no voy a quedarme aquí mas tiempo.

—De acuerdo, espero que no piense mal de nosotros por esta situacion.

—No se preocupe, si una chica se arrepintio a ultimo momento, eso no es culpa suya ni del club, quizas venga despues.

—Bien, lo esperaremos señor Saint.

Despues de decir esto, me voy y dejo al encargado solo, y en el camino no puedo evitar pensar en la chica que me desprecio.

No de ser por mi, ella hubiera caido en las manos de ese viejo verde que le gustaban las niñas jovenes, gaste una suma mucho mas grande de la que usualmente gastaria por una sola mujer, y ella en vez de agradecer mi gesto de amabilidad como deberia, se va sin decir nada.

El enojo que siento hacia esa chica sigue aumentando, pero despues pienso que no vale la pena enojarse con una desconocida a al cual ni le conosco el nombre.

Salgo a la recepcion del club y le telefoneo a mi chofer personal para que me venga a buscar, tenia planeado pasar la noche en el club, pero por culpa de esa chica mis planes cambiaron.

—Ahora que lo pienso… Tomas sigue dentro —murmuro mientras pienso en Tomas.

Le habia dicho a los encargados que le enviaran un par de chicas a Tomas para que pudiera divertirse esta noche, esas chicas eran mujeres profesionales y “expertas” en el arte de “complacer” a los hombres, por lo que estaba seguro que Tomas disfrutaria tanto como yo esta noche.

Por culpa de esa chica desconocida, mi noche se arruino, pero no queria arruinar la de Tomas, por lo que no le digo nada y ni tampoco le aviso que me ire para que pueda “disfrutar” su noche con las chicas del club.

—Espero que ese bastardo agradesca lo buen amigo que soy —murmuro, mientras espero que mi chofer llegue para llevarme a casa.

PDV Teresa

Mientras ese hombre desconocido, tenia su lengua en mi zona intima, estaba descubriendo un monton de nuevas sensaciones que no conocia.

Ese hombre… la forma en que hacia las cosas era mucho mejor que yo.

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