Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 24

PDV Teresa

— ¡Ya llegue! —digo, mientras entro a mi casa.

Un instante después de entrar busco con la mirada a mi hermano, no lo veo en la sala, suelto un suspiro de alivio al pensar en la posibilidad de no tener que excusarme ante él.

Camino para ir a mi habitación, pero solo después de avanzar un par de pasos, escucho a alguien pronunciar mi nombre.

Ese alguien era mi hermano.

Me giro para poder verlo, está parado en la entrada de la cocina, se me queda viendo fijamente.

— ¿Qué hiciste anoche? —me pregunta.

—Nada en especial Richard, Daisy y yo solo estuvimos hablando toda la noche —le digo, mientras camino hacia él.

—No me gusta que me llames así, llámame por mi apodo —me dice Richard.

—Ya supera el asunto Richard, ¿Qué hiciste de comer? —le pregunto, mientras camino para entrar en la cocina.

Mi hermano se llamaba igual que mi padre, desde que nos abandonó, él empezó a odiar su nombre, le hacía recordarlo, por lo que empezó a llamarse a sí mismo por un tonto apodo, “Rick”, le gustaba que lo llamaran así, pero me parecía estúpido.

Mi madre le siguió el juego, pero yo no, había millones de Richards en el mundo, uno más o uno menos no hacia diferencia, me parecía estúpido ese intento de cambio de nombre que se hacía.

—Hay arroz y un poco de carne, sírvete —me dice mientras me mira entrar a la cocina.

—Bien, te tomare la palabra —le digo, mientras veo las ollas en la cocina y voy hacia ellas.

—Dime exactamente que hicieron tú y Daisy —me dice Richard mientras me ve servirme la comida.

—Ya te dije, solo hablamos —le respondo.

— ¿Sobre qué hablaron? —me pregunta.

—Cosas de chicas, no te interesan.

—Me interesan, habla y cuéntame todo.

De verdad que esa actitud me enoja, ¿Quién dijo que tenía que decirle todo acerca de mi vida? Necesitaba mi privacidad y no iba a decirle que cosas privadas había hablado con mis amigas.

—Ya deja el rollo Richard, no te voy a decir que hablamos Daisy y yo —le digo, mientras me siento a comer.

Mi comida consistía en arroz con un poco de carne molida, no era nada llamativo, pero era suficiente.

— ¿Daisy no trato de convencerte de hacer nada raro? —me pregunto Richard, mientras se sienta conmigo.

Si tan solo supieras…

Por alguna razón a Richard no le caía bien Daisy… la consideraba demasiado “liberal” y Richard era del pensamiento conservador, o al menos así era con respecto a mí, por lo que quizás consideraba a Daisy como una mala influencia.

Si solo se enterara de lo que hice anoche… lo más seguro es que explote.

—Richard, Daisy y yo solo hablamos de nuestras cosas nada más, que tú y ella no se lleven bien no es asunto mío, deja de interrogare como si hubiese salido con un criminal o algo parecido —le digo mientras le muestro una expresión enfadada para que corte su interrogatorio.

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