¡Vete, papá! romance Capítulo 10

"Alguien me ha llamado", murmuró Theodore. Luego sacó su teléfono, pulsó hábilmente el "aceptar" y presionó el "altavoz encendido".

"Chico, ¿dónde estás?" Arthur y Sophie escucharon una voz nítida y suave desde el teléfono.

"Mamá, me estoy quedando con el tío. No te lo dije porque estabas demasiado ocupado. No te preocupes. Me enviará de vuelta después de un tiempo", mintió Theodore con cara de inocente.

"Bueno". El ceño fruncido de Lucía volvió a suavizarse ligeramente. Se puso muy nerviosa al saber que su chico no estaba en el salón. Afortunadamente, estaba a salvo.

Sin embargo, ¿quién era el tío?

"Mamá sabe que tienes tu propia opinión. Pero tienes que tener cuidado con todo y con todos los que te enfrentas. ¿Verdad?" Arthur se sintió extraño por la dulce voz femenina. Parecía que algo tiraba de su fibra sensible.

"Lo sé, mamá. Adiós". Theodore colgó tras responder con unas palabras dulces. Entonces levantó la cara y vio que Sophie le miraba sonriente.

"Oye, no sé cómo te llamas. ¿Y quién es tu madre?" le preguntó Sophie con voz ligera.

"Me llamo Theodore", respondió Theodore.

"Bonito nombre..." Sophie no ocultó su gusto por él y preguntó: "¿Y tu mamá?".

"¿La mujer que estaba contigo ese día, humph?" Dijo Arthur con frialdad. No era como su madre, que se dejaba influenciar fácilmente.

"¿Eh?" Theodore ladeó la cabeza y explicó: "Es la asistente de mi mamá".

¿No era ella?

Arturo hizo una pausa y comprendió por qué la voz le hacía sentir extraño.

"Mi madre es Lucía. Arturo, ¿te gustaría reunirte con ella más tarde?". En cuanto Teodoro le presentó a su madre, aprovechó la oportunidad para presentarle a su madre. Nunca olvidó su objetivo aquí.

"¿Más tarde? Nunca dije que te enviaría de vuelta". Arthur sabía que Theodore tenía su propia manera de "presionar", y que no se dejaría atrapar fácilmente.

Al percibir su impaciencia, Sophie se volvió y le dijo a Arthur con los ojos entrecerrados,

"Arthur, es peligroso que un chico así esté solo fuera. No lo dejarás solo, ¿verdad?".

Arthur conocía la "amenaza" de las palabras de Sophie, por lo que guardó silencio y aceptó.

Sophie sonrió con satisfacción porque sabía que su hijo se había comprometido. Y le pidió a Arthur que trajera algo de comer y charló con Theodore en la cuneta. Lo que más le preguntó fue Lucía.

Por la charla, Sophie supo que Theodore no tenía ni idea de su padre, y que su madre siempre estuvo soltera.

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