— Estas embarazada ¿Cierto?— ella negó —Eres Rory ¿Cierto?.
— ¿Tu como sabes mi nombre?— cuestiono. Se arrepentía de haber abierto la boca con ella.
— Lo tienes en tu uniforme— dijo señalando en donde estaba bordado. — Puedes tenerme confianza.— Rory miro para ver si no había más gente que atender y al darse cuenta que no se sentó.
— ¿Cómo llevas todo esto, tienes apenas?
— 16 años— contesto Kharolan. — Y no es fácil creeme, mis padres me dieron la espalda, después pase por situaciones difíciles, el papá reacciono de una buena manera, pero al enterarse de ciertas cosas fue difícil, pero sabes si tuviera que pasar todo eso por estar embarazada lo haría— ella puso las manos en su vientre.
— Tengo 6 semanas y parece que todo esta empeorando, el papá del bebé me trato mal, yo se que el tenía novia pero jamas cambio el hecho de que me gustara, pero ese día verlo tan triste, me siento mal por haber aprovechado la situación.— suspiro. — El bebé no tiene la culpa y cuando vino a después a decirme que me ayudaría, tuve que mentirle que lo quería perder, de cierto modo quería que sintiera el daño que me causo con su rechazo.— las lagrimas de Rory comenzaron a salir, la castaña la tomo de las manos.
—¿No crees que deberías darle una oportunidad? para no quedarte con la duda de que hubiera pasado.
— No quiero hacerme falsas esperanzas que algo podría pasar entre nosotros, quizás no debí decirle que quería perder al bebé, pero fue un impulso.— limpio sus lagrimas. — Pero le daré una oportunidad de estar en la vida del bebé.
— Deja las cosas a la vida— Ella asistio y Kharolan le sonrío. Y deseaba de todo corazón que su hermano no solo se diera la oportunidad de ser papá, si no también la de amar.
11 de mayo del 2001
Patrick terminaba de colocar la cuna de la bebé mientras Kharolan lo observaba.
— Ahora si el cuarto de la princesa esta listo— hablo separándose de la cuna y llegando hasta la castaña.
Ella comenzó a visualizar el cuarto y sus ojos se llenaron de lágrimas falta un poco mas de dos meses para que la bebé estuviera con ellos pero Patrick ya quería tener todo listo, tres paredes eran rosa claro mientras que la restante, era un collage de princesa, la cuna era color blanco al igual que las cajoneras, una mecedora de madera clara estaba junto a la ventana, había tres repisas de un color rosa mexicano en donde había peluches, algunas muñecas y en la última libros infantiles. El techo estaba pintado de blanco y en el centro una lámpara de corona., el cuarto había quedado perfecto.
— Quedo hermoso— susurro Kharolan tomando de la mano a Patrick. — Falta muy poco para tenerla en nuestros brazos— su voz sonó emocionada.
— Ya quiero conocerla, saber ¿cómo será?, ¿a quién se parecerá? — preguntaba admirando el cuarto que con mucho esfuerzo el y con a veces la ayuda de sus hermanos había terminado.
— Sea como sea será perfecta para mí, y siempre estaré ahí para ella, no quiero cometer los mismos errores que cometieron mis padres— hablo bajando la mirada.
— Estaremos para ella siempre— aclaro.
Patrick amaba a Kharolan el tiempo que habían estado viviendo juntos confirmo lo que siempre pensó de ella, que era una persona buena, honesta y sincera, la amaba y sabía que para nada era un error estar con ella.
El tomo sus manos y comenzó a dirigirla a el cuarto que compartían, cerró la puerta con seguro y acerco su rostro a ella en busca de sus labios los cuales Kharolan feliz le dio acceso a ellos, su beso era lento, Patrick se separó para ahora tomar su cuello y besarlo e inmediatamente un gemido de parte de ella, provoco que la intensidad subiera, sus manos empezaron a aventurarse por el cuerpo de ella, deslizándose despacio, llego hasta su trasero en donde apretó, logrando que otro gemido abandonara el cuerpo de Kharolan.
— Te necesito— gimió, Patrick que se estaba reprimiendo, comenzaron a caminar sin separarse hasta la cama en donde el rubio la coloco lentamente para no lastimar su vientre, se acomodó apoyando todo su peso en sus brazos para no rozar con el vientre de ella.
— No sabes cuanto te amo amor— susurro antes de atrapar de nuevo sus labios, el beso se intensifico, haciendo que la temperatura incrementara y la ropa sobrara, quedando completamente desnudos, Patrick giro a Kharolan quedando debajo de ella. La castaña levanto sus caderas para así ir introduciendo cada centímetro en ella. Al sentirlo completamente dentro su espalda se arqueo instintivamente, Patrick tomo sus caderas y ella no tardo en moverlas, los gemidos de ambos resonaban en la habitación hasta la castaña alcanzo su orgasmo, se hizo hacia enfrente mientras Patrick seguía moviendo sus caderas, el rubio sintió un líquido cayendo en su pecho, e inmediatamente miro los senos de Kharolan y una risa abandono su garganta.
— ¿Qué? — cuestiono Kharolan. Él se sentó con ella un encima, acerco sus manos hasta sus pechos que goteaban. — ¡oh! — exclamo quitando las manos de Patrick mientras sus mejillas se tornaban rojas, el simplemente no podia parar de reir.
— La bebé ¿tiene hambre? — pregunto aún entre risas.
— Patrick— lo reprendió. Pero después ella sonrió, se quitó de encima de él. Y fue hacia el baño hasta que sus senos dejaron de gotear, Patrick se colocó detrás de ella y la giro lentamente.
— Creo que tendremos que esperar hasta la cuarentena— bromeo llevándose una mala mirada de Kharolan.
— No muchas gracias— contesto cordialmente. — Preguntaran ¿Por qué estoy aquí? ¿O quién soy yo? — ambos asistieron.— Yo soy Marianne Hudson y soy la madre de Patrick— el entre cejo de Emert frunció, mientras que su esposa sentía el nerviosismo, ya que sabría que habría consecuencias con ella.
— Usted no debe estar aquí, lárguese de mi casa— alzo la voz. —Su hijo me arranco a mi hija.
— Yo no vengo a discutir, crear problemas o ver quien tiene la culpa en esto,solo vengo a darles esto— Marianne saco una foto del ultrasonido en donde se podía apreciar la bebé. Estiro la mano para dárselas a la mamá de Kharolan que esta al observarla comenzó a llorar. — Ambas están muy bien-— rompió el silencio Marianne.
— ¿Es una niña?— pregunto la Rebecca.
— Si.
— No sé a dónde quiere llegar con esto— bramo el padre de Kharolan interrumpiendo para luego quitar la foto a su esposa para romperla y pararse. — Ahora lárguese, que aquí no es bien recibida. — la madre de Patrick se paró.
— Usted se está perdiendo de tanto por su tonto orgullo y ojalá no de arrepienta— miro a Rebecca que lloraba en silencio.
— Yo no pedí su opinión, ella está muerta para mí y no necesito que me venga a mostrar nada de ese error— le arrojo los restos de la foto.
— Eso que usted llama a error, es su nieta, y usted es una persona cerrada-—la voz de Marianne se había elevado, gritándole.— No puedo creer que alguien de tan buen corazón, tan buena, sea hija de usted y usted-— miro a la madre de Kharolan. —No puedo creer que su miedo la aleje de su hija y su nieta —Rebecca bajo la mirada, Marianne se dio la vuelta y camino hasta la puerta donde se marchó.
— ¡¿TU SABIAS QUE ESA SEÑORA VENDRÍA?! — Rebecca negó. — ¡Si llega a poner un pie en esta casa de nuevo tu pagaras las consecuencias!.— Emert, tomo las llaves de el carro y salio de la casa.
Rebecca camino hasta la fotografía rota en el suelo, tomando todos.
— Perdóname hija.— sollozo con los pedazos de la foto en sus manos, camino hasta la cocina en donde intento pegarlos.
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