ALASKA (COMPLETO) romance Capítulo 13

Alaska

— Te dije que eran geniales estas competencias—Aaron mete un puñado de palomitas a su boca y sonríe.

— ¿Porque sólo traen un bañador? —pregunto divertida y mi amigo asiente.

— Además, la mejor parte es cuando salen del agua y...

— Comienzo a creer que eres gay, ¿sabes? —hace una mueca de disgusto y me mira.

— No, solo sé apreciar algo bueno cuando lo veo—lanzo una carcajada y todos hacen más ruido cuando aparecen los atletas, listos para nadar.

— Entonces... ¿el agua está algo fría?

— ¿Algo fría? ¡Está bajo cero! Los mortales como tú, podrían caer ahí y en serio morir, casi es hielo y te quemaría la piel—enfoco mi mirada hacia la alberca y se veía normal, aunque me imagino que estaba como mi amigo decía, ellos estaban tranquilos, como la competencia de cualquier día.

— Y ellos, ¿cómo es que resisten eso? —pregunto asombrada, tenía ganas de sumergir mi mano para sentir la temperatura.

— La gente de Whittier es muy... cálida, soportamos temperaturas impresionantes, aparte del entrenamiento que ellos llevan, claro. Están preparados hasta para el hielo, Alaska.

— Dijiste que ellos tenían una clase de competencia con el equipo de futbol americano donde está Adam, pero no entiendo por qué si son deportes distintos.

— Eso se debe a que tienen ideales diferentes en cuanto a la formación del pueblo. Los chicos del club de Natación, creen que Whittier debería ser libre de desintegrarse si así lo quisieran e ir a experimentar con muchísimas personas de distintos lugares, sin embargo, Adam le es fiel a la idea sobre hacer crecer a Whittier y traer a más personas, sobre el no tener que estar experimentando, sino elegir a alguien y mantenerse así.

— Oh, tienen distintas ideas sobre el regimiento, ya veo. ¿Quién es él? — pregunto tratando de no articular mucho las palabras y no hacer obvio a quién me refería.

— ¿El chico moreno que no deja de verte? Es... William Grey.

— ¿Qué pasa con él? Digo, me está sonriendo y está guapo, pero, es algo extraño—gracias a Dios suena el silbato que inicia todo y el chico se aleja, tomando posición al inicio de la alberca, listos para nadar.

— Así es él, Alaska. Supongo que le gustas y bueno, eres su nuevo objetivo como ya te dije, le gusta experimentar con muchísimas personas. No me agrada del todo y a Adam, menos.

— ¿Importa mucho si a Adam no le agrada? Es que, somos muy buenos amigos, pero me apoyaría, ¿no?

— Importa porque eres parte de los privilegiados y el que intentaras salir con él, pues creo que te lo prohibiría—frunzo mi ceño, Adam no es mi padre para prohibirme cosas así.

— Eso aumentaría más mis ganas de salir con ese tal William.

Todos guardan silencio antes de que suene el silbato y puedo ver en una esquina a William, su mirada fija al frente, pero como si pudiera sentir mi mirada, se gira y me dedica una sonrisa que me puso nerviosa, parecía querer intimidarme.

Y se lanzó al agua como si fuera un animal acuático, la alberca era de un tamaño olímpico, pero juro que nunca había visto tal destreza al nadar de parte de nadie, todos eran increíblemente buenos y hacían muchísimas vueltas con distintas técnicas, parecía que nunca se iban a cansar, hasta que en el carril de William pude ver su mano y lo anunciaron como ganador, segundos después llegaron otros competidores.

Todos salían del agua como si nada, levantaban sus cuerpos como si no pesaran ni estuvieran cansados, muchas personas felicitaron a William por su desempeño y todos aplaudimos, yo estaba demasiado sorprendida de todo lo que habían hecho.

— ¿Estás seguro de que son humanos? Creo que nunca vi algo así—hasta me tenían que cerrar la boca para que no se cayera mi saliva.

— ¡Lo resolveríamos, tonta!

— ¿Puedes olvidar eso? Es más extraño que sepa mi nombre si no se lo mencioné y es la primera vez que le hablo—Aaron rueda los ojos y tira la envoltura de sus palomitas en el contenedor de basura fuera del gimnasio.

— Eres nueva y amiga de Adam, ya la mayoría sabe tu nombre, es algo simple. Pero en serio, si ahora vas a cometer la estupidez de salir con William, evita decirle a Adam.

— ¿Decirme qué? —miramos unos metros delante de nosotros y ahí estaba Adam con todo el equipo, estaban saliendo de su entrenamiento— ¿es en serio, Alaska?

— Pues... solo planeaba hacerlo mi amigo, no que fuera una cita y ya. Es mi vida, no la de ustedes.

— No, no lo hagas.

— ¿Por qué? Solo tienen una tonta rivalidad, no es como que me vaya a asesinar o algo así, Adam—ahora yo soy la que rueda los ojos y Adam solo se ríe de una forma muy sarcástica.

— No, pero te quiere tener en su cama para que lo calientes un rato. Si vas a jugar, juega bien.

— Ya. Yo no voy a dejar que lleguemos a eso, así que tranquilos, ¿sí?

— No es el único que está queriendo cazarte, Alaska—Adam sigue su camino por otro lado y yo me quedo quieta con Aaron.

¿Por qué todos dicen eso?

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