ALASKA (COMPLETO) romance Capítulo 2

— ¡Dije que rechazo a todo esto! No hay vuelta atrás, Dominic.

— Sabes que el túnel lo cierran de noche y hasta en la mañana lo abrirán, ¡no puedes huir con mi hija, Selene!

— ¡Pruébame, imbécil! ¡Acepté que esas bestias te hirieran y luego te dieran de su asquerosa sangre de perro para que fueras como ellos y no nos sacaran de aquí, pero nunca voy a dejar que intenten herirme y puedan matar a mi bebé solo para que sea una loba más!

— ¡Es el destino que sea así!

— Es el destino que me voy con ella—digo con rabia sin sentir compasión por aquel niño de rizos dorados de tan solo cuatro años que esperaba tocar a mi bebé. Ni aunque fuera su mate, dejaría que él en un futuro esté con mi hija.

Y pensar que todo comenzó cuando el hijo del gobernante, o Alfa, llegó con una sonrisa a nuestra casa e intentó tocar mi vientre. Y fue ahí cuando Dominic supo que mi bebé era su mate. Pero eso no va a ser así. Mi hija no va a estar con el futuro Alfa.

— ¿Y qué hay con Diego? —pregunta Dominic con una mueca amarga.

— ¡Es mi hijo también y merece estar con su hermana, tampoco te lo quedarás!

— ¡Tiene 4 años, Selene! ¡Reflexiona, mujer!

— Tienes razón, ya lo pensé bien y nos iremos al amanecer. Es todo, Dominic.

— ¿Quieres eso? Pues bien, yo, Dominic Foster te rechazo a ti, Selene Green. Eres libre de hacer de tu vida un carajo.

Cerró la puerta de nuestra habitación y yo inmediatamente retomé mis maletas y comencé a guardar todos los juguetes que podía en otra maleta, le envié un mensaje a mi hermana.

Y así fue todo, Dominic se encerró en una de las habitaciones hasta que dieron las 6 de la mañana y yo salí aprisa con todas mis valijas y mi pequeño hijo de la mano, viendo el carro viejo de mi hermana esperarnos con miedo. Ella tampoco era fanática de este pueblo.

Metí todo a la cajuela y Martha arrancó con fuerza, dejándome ver la sombra de un Dominic destrozado y enojado.

Nos acercamos al túnel que nos sacaba de los terrenos de Whittier y en la caseta, nos cerraron el paso con una tabla, donde se encontraba el Alfa lanzando gruñidos viendo mi vientre junto con su hijo llorando. Pero no fue impedimento, Martha aceleró y rompió la tabla, sacándonos de ese infierno.

Ya no había vuelta atrás, mis hijos deben de ser libres.

Lo siento.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ALASKA (COMPLETO)