ALASKA (COMPLETO) romance Capítulo 26

Alaska

El campamento ya había oficialmente iniciado, desde un autobús para las personas que iríamos, salió directamente de Whittier con dirección al norte. En total éramos unas 45 personas, los suficientes y muchos eran de la carrera de Física.

Adam me había acompañado hasta mi partida, porque él tenía que salir del pueblo para hacer muchísimas otras cosas, pero me prometió que me vería dentro de poco. Todo el viaje duraba cuatro días y se supone que tenemos un itinerario, pero dudo que lo sigamos al pie de la letra.

Venían 5 instructores que en teoría nos cuidarían, y en el recorrido solo hicimos 3 horas, la mayoría nos la pasamos dormidos puesto que era algo temprano cuando salimos. Y desgraciadamente, no conocía a nadie más que a Marissa, aunque ella tenía ciertas actividades distintas a las mías.

— ¿Por qué tenemos que caminar muchísimo para llegar a la zona de acampar?

—le pregunto a Marissa cuando todos vamos cargando nuestras mochilas, ya habíamos perdido demasiado tiempo y era hora de comer.

— Dicen que lo hacen por seguridad, evitar rastreos o algo así, ellos saben lo que hacen, Alaska, no te preocupes, ¡ya hemos llegado!

Todos comienzan a ocupar sus espacios completamente organizados, algunos compartían tiendas, yo no, pero la mía estaba a un lado de la de Marissa. Espero que no haga tanto frío, detestaba tener que cargar más mantas por ser humana y no tener tanto calor corporal.

Al cabo de una hora más, porque sí, fue más difícil de lo que creí levantar una tienda, comenzamos a comer con las cosas que empezaron a preparar, parecía

un domingo donde haces un asado con amigos, puesto que la actividad de hoy se había cancelado por la pérdida de tiempo que tuvimos.

Cuando tuve mi comida y me senté frente a mi cabaña por el cansancio, Marissa me acompañó.

— ¿Qué tal las cosas con Adam?

— Pues quiere que me mude con él y yo me niego—ella lanza una carcajada y comienza a comer su carne.

— Es normal que te quiera con él, pronto será proclamado como Alfa y te quiere como apoyo en su casa.

— Eso suena demasiado estúpido, hasta que lo haga por gusto propio, me mudaré.

— ¿Irás al río? Es tiempo libre de aquí a mañana, entonces muchos iremos a nadar o incluso a buscar cosas raras a nuestro alrededor—niego con un gran bocado de arroz en mi boca y dejo el plato en la tierra.

— La verdad es que preferiría quedarme a dormir un rato más, me siento demasiado cansada, ¿tú vas a nadar? El agua debe estar muy fría.

— No lo suficiente para nosotros, es divertido.

Escuchamos unos fuertes golpes en el suelo y cuando dirigimos la mirada hacia el centro donde estaba la comida, vemos dos barriles puestos por los instructores con una gran sonrisa, orgullosos.

— Está bien, chicos, sé que están algo cansados, así que solo por esta ocasión les daremos un poco de cerveza, ¡formen una línea!

— ¿Quieres un vaso? —me pregunta Marissa emocionada levantándose.

— No, gracias—niego con una sonrisa y ella corre a formarse, esperando un vaso de cerveza.

Dejo que todos sigan con lo suyo y me dirijo dentro de mi tienda, cerrando todo y acomodando mis cosas para recostarme.

No tenía ni idea del por qué me sentía demasiado cansada, como si estuviera sofocada, tal vez el cambio de presión me hacía sentirme así. Solo me recosté en mi bolsa de dormir e inmediatamente cerré mis ojos.

Juraba que los murmureos y gritos de todos los demás se apagaban muy rápido.

Era como esas veces donde no recordabas haberte dormido y simplemente no tienes una noción del tiempo que ha pasado o todo lo de tu alrededor, y básicamente la razón del sentirte así es porque no tuviste ningún sueño, todo fue demasiado profundo que no hubo nada que lo interrumpiera, hasta que te percatas que te has quedado dormido. Y justo eso fue lo que me sucedió.

Cuando comencé a recobrar la consciencia, me sentía aterrorizada y no sabía el por qué, lo principal fue que ya no había luz, toda la tienda estaba oscura porque ya era de noche, así que imagino que dormí alrededor de 4 horas, se escuchaban algunos grillos y el aire fresco.

Saqué una linterna que nos pidieron y antes de prenderla, intenté salir de la tienda, pero me detuve cuando escuché pasos y vi pasar a una sombra... demasiado peculiar.

Era de una persona, pero la cabeza estaba demasiado grande, como si tuviera puesta una máscara. Esperé a que se alejara lo suficiente y fui saliendo poco a poco, pero cuando quise mirar hacia donde se había ido, ya no había nadie.

— ¿A qué te refieres con enfermos? —le pregunté a Adam, y esta vez sí me miró.

— Tienen una clase de rabia infecciosa, lo cual los hace violentos e intentan acercarse a todos para morderlos, esto es gracias al clima que no los favorece siempre, terminan muriendo más rápido... de cualquier forma, ¿qué estabas haciendo aquí? El campamento está a casi 3 kilómetros.

— Desperté algo desubicada y vi a alguien extraño caminar por el campamento, intenté despertar a Marissa o buscar a alguien más, pero todos están durmiendo como osos.

— Les pusieron una clase de sedante que me imagino que tú no tomaste, ¿viste a la persona que rondaba por ahí? —me cuestiona Adam mirándome a los ojos.

— No, parecía tener una máscara...

— Ah, creo que sé quiénes son, de igual forma, no puedes salir de tu tienda, Alaska, es demasiado peligroso, si yo no estuviera por aquí, esos lobos te hubieran contagiado—miro los cuerpos de los lobos siendo retirados por sus amigos y todos se comienzan a alejar poco a poco, en dirección al campamento.

— Lo siento, primero intentaba buscar a un instructor porque me desperté muy asustada pero luego no me detuve y no creí llegar hasta acá... ¿podemos volver al campamento?

— No.

¿Qué?

— ¿Por qué no?

— ¿Crees que voy a dejar que tú duermas ahí después de todo esto? No, la verdad es que tengo una mejor idea—de repente su mirada seria cambia a una sonrisa traviesa y puedo ver el dorado de sus ojos de nuevo.

— ¿Cuál es esa idea? —alzo una de mis cejas y toma mi mano.

— Ven y descúbrela.

Y con todas esas estrellas en el cielo brillando, seguí a ese chico de ojos dorados, impulsado por su instinto animal.