ALASKA (COMPLETO) romance Capítulo 6

Alaska

— Entonces... ¿tu nombre es Aaron?

— Así es, guapa. Escuché que tenemos el mismo tutor de área, así que tal vez nos encontremos si eres recurrente a los tutores.

Asiento con una sonrisa y sigo comiendo los trozos de galletas que compré hace un rato después del gran incidente con ¿Adam? ¿Jordan? Ni siquiera sé si es real o no.

Me senté de nuevo en la mesa bajo la mirada de mi hermano sobre nosotros y él siguió arreglando sus papeles como si no le importara que hubiera otras personas con él. Aaron se sentó a mi lado y me ofreció una servilleta.

Ya habían pasado horas en lo que yo terminé todos mis papeleos, pero Aaron se ofreció a darme un recorrido por todos los edificios de la universidad e incluso fuimos a comer a una cafetería muy retro, cosa que me encantó, sobre todo su platillo de hamburguesa con papas, sabían increíbles.

No quise volver a casa cuando comenzó a oscurecerse, tenía miedo que ese foco se iluminara de nuevo dando una alerta y encerrándome, ya no quería estar encerrada. Así que decidí seguir en la biblioteca con mi hermano y él no tuvo ningún problema en acompañarme hasta tarde por aquí, de alguna forma entendía mi miedo a que sucediera lo mismo que aquella noche. Aaron se quedó con nosotros porque dijo que tenía que escribir un ensayo gigante y la biblioteca central era el mejor lugar para concentrarse.

De Adam no supimos nada después de que se fue enojado de aquí, pero antes de que dieran las 8 de la noche, mi hermano lo volvió a mencionar.

— Chicos, quisiera ir al partido de fútbol, ya saben, aquí es de las principales actividades y hay que ayudar, ¿vienen? Jugará Adam.

— ¡Por supuesto! —responde casi al instante Aaron cerrando su laptop y comenzando a guardar sus cosas.

— Los acompañaré, no quiero quedarme sola en la biblioteca—respondo tomando mi mochila—, ¿es la única actividad deportiva que imparten en el pueblo?

— No, también está el equipo de natación, ellos sí parecen estar más locos.

¿Sabías que hacen varios torneos al año donde nadan en el mar? Y en las temporadas más frías, cuando el agua prácticamente te quema, sin olvidar que las temperaturas de sus albercas son condenadamente frías.

— ¿Cuándo se presentarán los de natación? —pregunto realmente interesada, eso sí se veía peligroso.

— Tal vez en unos días, te avisaré y vamos juntos—me habla Aaron y yo asiento.

Caminamos por las calles de la Universidad hasta que se alzó frente a nosotros una inmensa estructura que tenía grabado en letras enormes 'Estadio Universitario'. Desde aquí se pueden escuchar a las masas y algo raro pero normal en otros lugares, un olor a cerveza.

Sí, un olor que significa que hay potencialmente gente estúpida en el estadio.

Enseño uno de mis papeles de inscripción para pasar sin pagar y Diego y Aaron solo muestran su credencial. A pesar de que se veía por fuera una estructura inmensa, aquí no habían más de 300 personas. Era más cancha que gradas.

— La población sigue aumentando y tal vez lleguemos a meter a 500 personas a este lugar, increíble, ¿no? —dice Aaron con una voz algo presumida pero agradable.

— Adam nos consigue asientos adelante, voy a ver por dónde nos podemos sentar, ¿van por la comida? —pregunta Diego, ya casi alejándose de nosotros en dirección a las gradas.

— Claro, te veo allá—respondo y miro a Aaron, que me da señas para indicarme dónde se encuentran los puestos de comida.

Avanzamos mientras Aaron relata la historia de cómo terminó un día bañado en queso caliente y yo río hasta que pasamos frente a los vestidores y de ahí salen los jugadores, con Adam al frente, claro.