Ámame otra vez romance Capítulo 19

¿Compañeros de trabajo?

Horas atrás.

Blake levantó la mirada al escuchar la puerta de su oficina abrirse, por un momento quiso imaginarse a Hope volviendo para decirle que aceptaba dejarle ver a Matthew, pero sus esperanzas se fueron al diablo al ver a Larry parado delante de él con los brazos cruzados.

—¿Qué? —preguntó al verlo serio y con el ceño fruncido.

—¿Qué fue lo que le hiciste esta vez? —cuestionó.

—¿A quién?

—A Hope, la acompañé al estacionamiento, no se veía nada bien —le anunció.

—¿Qué? ¿Dónde está? —preguntó con premura, levantándose de su asiento.

—Se ha marchado. ¿Qué pasó entre ustedes?

Blake volvió a su asiento y le contó sobre la sospecha de Hope sobre él.

—¿Sabotear H&B?

—Sí.

—No tiene sentido, el único que salió beneficiado en ese negocio fue Daniel Morgan. Tú ni siquiera has cobrado las ganancias que te corresponde de la compañía —dijo Larry.

—Supongo que Hope no se ha fijado en ese detalle.

—No puedes culparla del todo, te has comportado muy mal con ella —le recordó su primo.

—No tienes que repetirlo, lo sé. Sé que me he equivocado terriblemente con ella; pero esto es distinto. No puedo dejar pasar por alto que alguien dentro de H&B tenga intereses personales. Me preocupa Hope y Matthew —dijo con sinceridad.

Larry no se atrevió a burlarse o hacer algún comentario hiriente esta vez, podía notar la verdad en los ojos de Blake.

—Ella tiene a James.

—No será suficiente, si el culpable logró que Daniel vendiera la mitad de la empresa, ¿de qué no puede ser capaz ahora que Hope está al frente? —cuestionó, poniéndose de pie nuevamente para servirse un trago y ofrecerle uno a Larry.

Esta vez el hombre no lo rechazó, lo necesitaba.

—No hay nada que puedas hacer desde aquí, Blake. H&B está fuera de tu alcance.

—Soy el dueño de la mitad, puedo hacer mucho desde adentro —dijo, bebiendo de un trago el contenido de su copa.

—Ella consiguió el contrato con DG, estarás rompiendo tu palabra y si no puedes mantener eso, Hope jamás creerá en ti.

Blake se sirvió otro trago, mientras Larry rechazó una segunda copa.

—Lo sé, pero ahora no se trata de mi palabra, sino de averiguar quién tiene malas intenciones con la compañía. Una raya más al tigre qué más da, ya he hecho lo peor a Hope y esto es por ella, no por mí.

—Estás arriesgando mucho, Blake.

—Nada será suficiente, Larry, todo lo que haga para proteger a Hope y a mi hijo, será poco para todo lo que yo hice.

—Supongo que nada te hará cambiar de parecer.

—Supones bien, estoy decidido. Me convertiré en el compañero de trabajo de Hope y me arriesgaré a que me odie un poquito más —dijo con pesar.

El asunto de la empresa cambiaba mucho sus planes, pero no había opciones.

—Puedo ir en tu lugar —se ofreció.

—Te lo agradezco Larry, pero es momento de que tome la responsabilidad de lo que hice y proteja a mi familia, aunque ya no sean para mí.

El hombre asintió en señal de comprensión.

—Cuenta conmigo para todo lo que necesites, Blake.

—Estás a cargo de nuestra compañía, dejaré a Scott contigo.

—¿Scott?

—Sí.

Larry dejó su copa con la mitad de su contenido sobre el escritorio.

—No confío en él.

—Sé que nunca te ha caído bien, pero…

—No es de fiar, Blake.

—Larry…

—Bien, déjalo conmigo, sin hacerle mención de que no estarás a cargo de la productora. Invéntate un cuento de vaqueros o lo que quieras.

—Estás exagerando.

—Confía en mí, Blake —pidió Larry.

Larry y Scott rara vez compartían tiempo a menos que fuera en presencia de Blake, pero era tiempo suficiente para poder ver a través de él.

—Está bien, haré lo que pides. Ahora tengo que acudir a los foros de grabación.

—¿Quieres que te acompañe?

—No, estás a cargo ahora —dijo saliendo de la oficina.

Larry se sentó y bebió el contenido de su copa, dejó el cristal sobre el escritorio antes de ver a Scott Carter entrar.

—¿A dónde ha ido Blake? —preguntó.

—A dónde no te interesa.

El hombre sonrió.

—Tan cordial como siempre —dijo con tono burlón, sentándose en el sillón.

—Será mejor que te pongas a trabajar —anunció Larry entregando las carpetas y echándolo con educación de la oficina.

Horas después…, Blake arribó a las instalaciones de H&B, el magnate no esperaba encontrarse con aquella escena que le hizo arder en celos y le hizo anunciar su decisión de manera abrupta y no como lo había estado planeando de camino a la oficina.

—¿Cómo que trabajaras aquí? —preguntó la mujer, apartándose de la mano de James, se puso de pie y lo enfrentó.

—Lo que has escuchado, seremos compañeros de trabajo —Blake intentó sonreír.

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