Amor Escrito por el Destino romance Capítulo 19

El apuesto rostro del hombre se acercó de repente...

Florinda se sorprendió y abrió los ojos de golpe. Lo que dijo Gustavo fue demasiado repentino, no entendía qué quería decir, y por instinto negó con la cabeza: "No, seguro que te pondrás bien".

No quería que él estuviera triste. Para un hombre, tener ese problema era de lo peor, al igual que una mujer que no podía tener hijos.

"¿En serio?".

Gustavo preguntó con una mirada sombría, sus ojos profundos y oscuros como un antiguo pozo, parecía querer absorberla completamente.

"Sí, seguro que te pondrás bien".

Florinda asintió con firmeza, una idea cruzó por su mente, tenía que ayudarlo a recuperarse.

Gustavo frunció ligeramente los labios, la miró unos segundos, soltó su mano, abrió silenciosamente la puerta del auto y se bajó. Al girarse, una leve sonrisa se formó en sus labios. Su figura desapareció rápidamente frente a la puerta giratoria del edificio.

Dentro del auto, Florinda frunció ligeramente el ceño, mirando su retiro con desconcierto. ¿Se había enfadado?

***

Cerca del final de la jornada laboral, Juliana irrumpió en la oficina de Florinda con varias bolsas, y le gritó a su amiga, que estaba trabajando diligentemente detrás de su escritorio:

"Florinda, ven a ver lo que te he comprado".

"En mi opinión, Gustavo es más varonil que el 90% de los hombres normales. No parece el tipo de hombre que está enfermo. Florinda, escúchame, todas estas son cosas que elegí cuidadosamente para ti. Ponte una distinta cada noche, si Gustavo puede curarse o no, ¡Dependerá de ti!".

"Juliana, ¿Qué teoría es esa? Sabiendo que Gustavo está enfermo, ¿quieres que me vista así para seducirlo? ¿No es eso herir su orgullo y enfadarlo?".

Florinda agarró el camisón que Juliana sostenía frente a ella y lo lanzó de vuelta al sofá. Cuando recordó las palabras que él había dicho antes de bajarse del auto, preguntándole si quería que fuera incapaz en la cama toda su vida, frunció el ceño nuevamente. Las personas con problemas físicos eran especialmente frágiles mentalmente.

¡No podía estimularlo de esa manera!

...