Solo que ella tenía en brazos una niña pequeña y con la otra mano llevaba a otro niño.
Él dudaba de lo que veía.
Desde la imagen de la cámara de seguridad, no podía ver claramente la cara de la mujer.
Sospechaba que había cometido un error y la mujer en realidad no era ella. ¿Por qué iba a tener dos niños a su lado?
Él sabía que Ángela no tenía hijos, así que estuvo revisando repetidamente ese video de seguridad.
¡Cada vez que veía el video, dudaba más y sus sospechabas aumentaban!
Guardó ese pequeño clip de video en su computadora y cerró su laptop.
Ya era demasiado tarde, no podía confirmar quién era la mujer y los niños en el video.
Cuando amaneciera, ¡necesitaba hablar con Ángela sobre esto!
A las seis de la mañana, Soley despertó.
Después de despertar, bajó de la cama de hospital.
Camino hasta la cama de su acompañante y tocó la mano de Stuardo.
“Hermano... hermano...”
Stuardo de repente abrió los ojos.
“Hermano, vámonos.” Soley no quería quedarse más tiempo en el hospital, quería irse de ese lugar.
Stuardo se levantó de inmediato, probablemente solo había dormido una hora y tenía la cabeza muy mareada, pero Soley insistía en salir, tenía que llevársela, de lo contrario, se pondría inquieta.
Considerando que después de la operación, su raciocinio había mejorado, decidió llevarla a casa.
Media hora más tarde, Soley miraba la mansión de los Ferro y preguntaba con curiosidad: "Hermano, ¿qué lugar es este?"
"Es mi casa. ¿Te gustaría vivir aquí conmigo desde ahora?" Preguntó Stuardo.
Antes solo quería quedarse en el Instituto Internacional de Ángela, no quería dejar ese lugar tan familiar, pero ahora, ella estuvo de acuerdo.
En la Sala de reuniones de Romero Internacional CO.
Ángela entregó el manual del nuevo producto a todos los asistentes.
"Creo que aún recuerdan el sueño de mi padre de fabricar coches autónomos para uso doméstico. Mi visión difiere un poco de la de mi padre, creo que es mejor que cada uno tenga el control de su propia vida. Por lo tanto, no fabricaremos coches autónomos."
Justo después de decir eso, el teléfono móvil en la mesa se encendió.
Había activado el modo silencio, pero notó que en la pantalla del teléfono aparecía 'Stuardo'.
Su estado de ánimo se alteró de inmediato.
"Lo siento, necesito responder esta llamada." Tomó el teléfono y salió de la sala de reuniones.
Al atender, la voz de Stuardo se escuchó: "Ángela, ¿estuviste en el Hospital Tercero ayer por la mañana?"
Ángela se quedó perpleja: "No, ¿por qué?"
"¿Por qué mientes? Vi el video de seguridad." La voz de Stuardo era profunda y confusa. "Vi que llevabas a una niña y tenías la mano de otro. ¿De dónde salieron estos dos niños?"
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