Entonces, él pudo aprovechar la oportunidad para charlar con Ángela.
"Yo y Soley..." empezó a hablar, pero una imagen en la pantalla de su celular llamó su atención. "¿Quién es este hombre?" Se le hacía conocido.
Miró la imagen una y otra vez.
Estaba seguro de que había visto a ese hombre antes, pero no recordaba detalles sobre él.
Ángela le quitó el celular de las manos.
"Sigues igual, siempre queriendo controlar. ¿Será un mal de los hombres mayores?" Metió su celular en su bolso, sin olvidar bromear con él. "Es un actor famoso que me gusta últimamente. ¿Qué tal? Guapo, ¿no? Y muy joven. Me gustan ese tipo de hombres ahora."
Stuardo apretó los dientes, enfadado.
¿Le estaba diciendo viejo?
Tenía planeado hablar con ella seriamente, pero ahora, ¡no era necesario!
Después de todo, ¡ella no le gustaban los hombres mayores, solo los jóvenes!
"¿Qué querías decirme antes?" Ángela lo vio con cara de enojo y se sintió mucho mejor.
"¡Nada!" Stuardo contestó fríamente. "¡A comer!"
La comida no fue muy agradable.
Cuando Stuardo estaba pagando la cuenta, Ángela se fue con Ian.
…
En el Hospital.
Yolanda recibió los resultados de los exámenes, y las lágrimas volvieron a brotar.
La mañana había sido como una larga pesadilla.
Lo peor era que, al despertar, ¡la pesadilla aún era real!
¡Estaba embarazada!
Embarazada del hijo de Mauricio.
Al salir del hospital, comenzó a buscar soluciones.
¡Seguro había una manera de arreglarlo!
Si Dios le cerraba una puerta, seguramente le abriría otra.
...
Por la tarde.
Ángela recibió una llamada de Tania Loyola.
"Ángela, Mike me acaba de avisar que este fin de semana te organizará una fiesta de cumpleaños."
Ángela se frotó las sienes: "¡Ese tipo siempre toma decisiones sin consultarme! ¡Ni siquiera me lo dijo!"
Tania se rio a carcajadas: "Creo que él solo quiere divertirse y busca una excusa para hacer una fiesta."
"¿Él te llamó hace un rato?"
"Sí. Definitivamente iré el fin de semana. Pero, ¿quieres invitar a Stuardo esta vez? No lo invitaste a tu fiesta de cumpleaños anterior y se enojó." Dijo Tania. "Reservó el salón de fiestas al lado del tuyo. ¡Qué infantil!"
Ángela se tocó la frente: "Acabo de discutir con él. Probablemente no quiera venir a mi fiesta de cumpleaños."
"¿Por qué discutieron de nuevo?"
"Es una larga historia."
"Oh, ¿quieres que le pida a Borja Esteban para que lo llame y vea si quiere ir? Si quiere, puedes invitarlo." Tania rio de repente. "Escuché que aceptaste el regalo que te dio. Sería raro no invitarlo, ¿no?"
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