Contra Yolanda, él tenía muchos trucos bajo la manga, pero, ¿cómo iba a lidiar con Ángela?
Después de lo que pasó anoche, estaba más seguro que nunca de que seguía amando a Ángela.
No podía engañarse ni olvidarla.
Al salir del baño, se encontró con Lucía y Soley.
"Señor, anoche Soley te estuvo esperando todo el tiempo", dijo Lucía.
¡De inmediato, el rostro de Ángela apareció en la mente de Stuardo!
Recordaba vagamente que Ángela había ido a buscarlo anoche, diciéndole que Soley estaba llorando y que debía regresar.
Su corazón se contrajo repentinamente.
¿Ángela realmente lo había buscado anoche?
Recordaba claramente que ella había ido a su habitación a buscarlo.
Los dos se acurrucaron juntos en la cama...
¿Entonces por qué cuando despertó, la mujer que estaba a su lado era Yolanda?
"No pude localizarte anoche, así que llamé a Ángela. Ella prometió informarte, pero no regresaste anoche... seguro que no te encontró", conjeturó Lucía.
Soley lloró hasta las tres de la madrugada, y se detuvo cuando ya no tuvo fuerzas para seguir llorando.
Lucía también estaba exhausta.
¡El corazón de Stuardo se apretó de repente!
La luz en sus ojos se volvió opaca y su voz tembló un poco: "Ella me buscó... escuché que me avisó..."
Lucía: "Oh, ¿bebiste mucho anoche? Todavía hueles a alcohol. Voy a prepararte una sopa para aliviar la resaca".
Después de que Lucía se fue, solo quedaron Stuardo y Soley en la habitación.
Necesitaba hablar con Ángela.
…
En Villa Río Estrella.
Un Rolls-Royce negro se detuvo frente a la villa.
Cuando Begoña vio su auto, cerró la puerta de la villa sin decir una palabra.
"Abuela, ¿por qué cerraste la puerta?", preguntó Rita, desconcertada.
Begoña frunció el ceño: "Stuardo está afuera. ¡No le abras la puerta!"
Rita asintió de inmediato y corrió a buscar a su hermano.
Afuera, Stuardo vio la puerta cerrada y sacó su teléfono celular para llamar a Ángela.
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