Amor, Guerra&Mi Marido Vegetativo romance Capítulo 304

Ángela tenía apretado el café entre sus dedos.

Lo que Alexia le estaba contando sobre Stuardo, simplemente no le importaba.

"¿Cómo tu hermano, que está en la cárcel, pudo contratar a un sicario?" Miró a Alexia a los ojos y preguntó palabra por palabra, "¿Fuiste tú, no?"

La sonrisa en la cara de Alexia desapareció de inmediato: "¡Ángela, no me acuses sin pruebas! En el país A, matar a alguien es un delito capital. ¡Contratar a un sicario también es un delito capital! Eso es lo que tú dices pero, ¿Cómo podría hacer algo así?".

Terminó de hablar y sonrió de lado.

Como si estuviera diciendo: ¡No soy tonta! Aunque haya sido yo, nunca lo admitiría.

El café en la mano de Ángela se movía suavemente porque lo estaba apretando demasiado fuerte.

"¿Sabes por qué te pedí que nos encontráramos?" Ángela soltó la taza de café.

Alexia la miró fríamente: "Ángela, tu madre ya está muerta, no tiene sentido que me sigas preguntando. Si digo que no fui yo, entonces no fui yo. Incluso si me matas, la verdad no cambiará..."

Ángela se levantó de su silla, conteniendo su enojo, "Claro. Mientras no lo admitas, no fuiste tú quien lo hizo."

Dicho esto, caminó rápidamente hacia Alexia, c

uando esta se dio cuenta de lo que estaba a punto de hacer, inmediatamente gritó: "¡Ayuda!"

Cuando Mike llegó, vio a Ángela con los ojos rojos, agarrando el cabello de Alexia y golpeando su cabeza contra la pared.

¡Había marcas de sangre fresca en la pared!

¡La cara de Alexia estaba cubierta de sangre!

"¡Dios mío!" Mike exclamó, luego corrió rápidamente, "¡Ángela! ¡Suéltala! ¡La vas a matar!"

Mike intentó separarlas, a

garró a Ángela intentando apartarla, p

ero ella se aferró al cabello de Alexia y no soltaba.

El dueño aceptó la tarjeta bancaria y le recordó: "Si la señora que fue golpeada llama a la policía, esta señorita será detenida."

Mike inmediatamente negoció con el dueño: "Te daré tres veces la compensación, si cuando la policía venga a investigar, dices que yo lo hice."

Ángela empujó a Mike a un lado: "¡Es mi problema y yo me hago cargo! ¿No te dije que te quedaras en casa con los niños? ¿Por qué viniste?"

"Tania vino. La dejé a cargo por un momento." Mike se acercó de nuevo a ella y suspiró, "Menos mal que sentí que algo andaba mal y te seguí. ¡Si no hubiera venido, solo podría visitarte en la cárcel en el futuro!"

A las dos de la tarde, e

n la comisaría.

"Oficial, fui yo quien golpeó a esa persona, si van a detenerme, ¡háganlo! ¡Esto no tiene nada que ver con Ángela!" Mike elevó la voz, tratando de asumir la culpa.

Ángela estaba conmovida por su lealtad, pero en las circunstancias actuales, no era necesario.

"Mike, voy a contar hasta tres, si no te vas después de tres, nunca más te hablaré." Ángela dijo fríamente mientras estaba sentada en la silla.