Amor, Guerra&Mi Marido Vegetativo romance Capítulo 318

¡Volvió a marcar su número!

Pero le seguía respondiendo el tono automático.

¡No podía creerlo!

¿Cómo Ángela se podía atrever a colgarle el teléfono?

¿O era que su móvil estaba apagado?

Abrió su lista de contactos, buscó el número de Mike y lo marcó.

Ambos vivían en la misma casa y eran socios en el negocio, casi siempre estaban juntos.

Mike miró la llamada entrante de Stuardo y se sintió muy confundido.

¿Por qué lo estaba llamando?

¿Eran tan amigos?

Su vista se desvió hacia Ángela en la cama grande...

De repente todo le quedó claro.

Mike contestó la llamada, antes de que pudiera hablar, la voz de Stuardo se escuchó: “¡Estoy buscando a Ángela!”

Mike: "¿¿¿???"

¿Por qué tenía un tono tan agresivo?

“¡Ángela está durmiendo! ¿Por qué la buscas?" Mike miró la cara dormida de Ángela, sin querer alzarle la voz a Stuardo.

Había llegado tres horas atrás y no había dicho ni una palabra, simplemente se había acostado y se había quedado dormida.

Mike había planeado irse primero, pero se dio cuenta de que ella no había traído nada consigo, así que tuvo que quedarse a esperar.

"¡Despiértala! ¡Necesito hablar con ella!" El tono de Stuardo era autoritario.

Anoche, Soley desapareció en Piso de Río Estrella, Ángela se fue conduciendo a mitad de la noche, y luego, Soley fue llevada al Hospital Tercero.

Justo entre la noche pasada y ahora, las cámaras de seguridad en varias partes claves del Hospital Tercero se rompieron.

Ángela finalmente despertó.

Se frotó los ojos mientras miraba confundida a su alrededor.

“Stuardo... ¿dónde está?”

“¡Aquí!” Mike le pasó el teléfono: "Parece que quiere pelear contigo, prepárate mentalmente."

Ángela tomó el teléfono, y con la otra mano señaló una botella de agua en la mesita de noche: "Dame el agua, tengo sed."

Al escuchar su voz ronca, Stuardo estaba aún más convencido.

¡Debía de haber estado con Soley anoche, por eso no durmió!

¿De otra manera, cómo podría seguir durmiendo hasta ahora?

Mike abrió la botella de agua y se la pasó.

Después de beber un gran trago de agua, llevó el teléfono a su oído y dijo con voz perezosa: "Hola".