Amor, Guerra&Mi Marido Vegetativo romance Capítulo 342

Ese beso, quién sabe cuánto tiempo duró.

No fue hasta que llegó un ruido 'pum pum' que él la soltó a regañadientes.

Afuera de la ventana del auto, Mike miraba hacia adentro con cara de confusión...

¡Ángela se asustó muchísimo!

Abrió la puerta del auto preparándose para salir.

Stuardo la agarró y le susurró: "Tiene una película de privacidad. No puede vernos".

¡Eso la tranquilizó!

Ese beso de antes, la había dejado completamente desorientada.

Sus mejillas estaban sonrojadas, su cabello un completo desastre y además, ¡él le había quitado su chaqueta!

Recogió su chaqueta.

Él abrió una botella de agua y se la ofreció.

"¡No la quiero!" Dijo mirándolo fríamente.

Pensando en lo que él acababa de hacer, se sintió tan enojada que le dolió la cabeza.

Aunque muriera de sed, no tomaría el agua.

Él ignoró la mirada de odio que ella le lanzó.

Toda la ira y resentimiento en él se habían disipado con ese beso.

¿Así que todo este tiempo, lo que realmente le molestaba era extrañar el sabor de sus labios?

"Ángela, ¿no estabas disfrutando hace un rato?" Él tomó un sorbo de agua, "Debes sentirte sola sin un hombre, ¿no? Si necesitas algo en el futuro, puedo ayudarte gratis".

"¡Stuardo! ¡Lárgate!" Gritó Ángela antes de apresurarse a salir del auto.

Después de cerrar la puerta del auto de un golpe, ¡le dio una patada a su costoso auto!

"¡Wow! ¡Ángela! ¿Qué estabas haciendo en el auto de Stuardo?! ¿No me digas que estaban peleando? ¿De qué sirve patear su auto, deberías haberlo pateado a él!" Dijo Mike.

"¿Crees que no quería patearlo? El espacio en el auto es demasiado pequeño, ¡no podía moverme bien!" Dijo Ángela

Ángela tenía sentimientos encontrados.

Aunque Zenón la había ayudado con eso, también se había expuesto a sí mismo.

No quería que él hiciera ese tipo de sacrificios.

Pero ahora, solo podía aceptar su amabilidad.

"Ángela, ¿qué estaban haciendo tú y ese tipo Stuardo en el auto?" Mike la miró seriamente de repente, "¿Por qué tienes los labios tan rojos e hinchados?"

Ángela: "......"

¡Realmente deseaba poder taparle la boca con cinta adhesiva!

La Vieja Mansión Ferro.

Desde que volvió del hotel, Delfina ha estado consolando a Yolanda.

Yolanda estaba destrozada por dentro, pero para mantener su imagen y no ser el hazmerreír de los demás, seguía manteniendo su compostura.

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